Edson Álvarez finalmente ha cumplido el sueño de saltar a la máxima élite europea, y lo vivirá como jugador del West Ham United. Cuando el ‘Machín’ salte salte al campo con el equipo londinense, se convertirá en el décimo primer mexicano en jugar en la Premier League, pero lo que lo hace interesante es que será, apenas, el primer centrocampista en hacerlo. Claro, si es que queremos atrevernos a encasillar en esa demarcación a un futbolista tan versátil como él. Y también, por supuesto, si queremos tomar en consideración las pistas que nos deja el armado del cuadro Hammer, las cuales dictan que partirá desde esa línea.
El perfil de Álvarez siempre ha causado controversia. Hay una idea preconcebida de las cualidades que debe tener un jugador en esa posición que muchas veces termina confundiendo, y todavía más cuando lo trasladamos al Ajax, el club que le permitió hacerse de un nombre en Europa. Si pensamos en el prototipo de centrocampista que suele pasar por el conjunto de Ámsterdam, es probable que imaginemos a un futbolista elegante capaz de manipular el balón con excelencia y organizar el juego con mucho control. Sin embargo, Edson no es eso. Nunca lo ha sido.
Él mismo lo mencionó en su última entrevista para el club:
“Me considero un jugador muy diferente a lo que es Ajax. Ajax está acostumbrado a jugadores como Frenkie de Jong, con muy buen manejo de pelota. Mejoré muchísimo en eso, pero yo vine a aportar otro tipo de juego, otro tipo de pasión”
Hablamos, entonces, de un elemento con ciertas limitaciones con balón, pero con muchísimas virtudes sin él. Las vimos desde su etapa en el Club América acompañando a Guido Rodríguez, donde era común verlo desprenderse del doble pivote para apretar a sus rivales algunos metros más arriba, o bien, para recoger los rebotes que se producían en otras zonas del campo. Lo mismo ocurrió en Países Bajos, solo que una faceta distinta, pues era habitual verlo ‘apartado’ intencionalmente de las secuencias de salida de pelota del equipo. No obstante, sus movimientos eran clave para abrir líneas de pase y desestabilizar el bloque contrario.
Actúa rápidamente cuando su equipo pierde el balón, abarca mucho territorio, resiste duelos y compite bien en disputas aéreas. Además, posee dos atributos que, si bien podrían parecer poco trascendentes, lo hacen una pieza fiable. Por un lado, es disciplinado cuando se le asigna una tarea específica, como aquella que se le encomendó en Qatar para neutralizar el juego directo de Polonia con Robert Lewandowski. Y por el otro, su disponibilidad. No ha tenido una sola lesión que lo haya alejado de la actividad más de cinco días. Siempre está para jugar. Muchos entrenadores dicen: ‘La principal habilidad es la disponibilidad’.
Todo ello encaja en el West Ham de David Moyes, el West Ham ‘de los centrocampistas’. Un equipo que en el último lustro subió peldaños tanto en la Premier League como en competiciones europeas a base de un bloque defensivo sólido en 4-2-3-1, y del dominio del juego directo y cualquier fase que involucre presencia física, con especial protagonismo para los mediocampistas, que además de ser una auténtica barredora, tienen licencia para llegar al área y ser el principal objetivo en acciones a balón parado.
Después de su participación en la Europa League 2021/2022, parecía que los Irons estaban listos para dar un paso al frente y arriesgarse a asumir más el peso del balón. Los fichajes de Paquetá, Aguerd y Scamacca lo sugerían. Sin embargo, tan pronto como las cosas se complicaron en la campaña posterior (2022/2023), Moyes volvió a los principios que tanto les habían funcionado para competir. Así rescataron su situación en la liga y ganaron la Conference League.
Ahora, con las incorporaciones de Edson Álvarez y James Ward-Prowse, así como la libertad creativa que está ganando la línea de mediapuntas (Paquetá, Benrahma y Bowen), se puede esperar un equipo un poco más balanceado y con intenciones más diversas.
Edson peleará por un puesto, no hay que perder eso de vista. Dividirá minutos con Ward-Prowse y Soucek, dos jugadores más que establecidos en la máxima categoría del fútbol inglés. Y en dado caso de que David Moyes se decantara por el recurso de la línea de tres centrales, tal y como lo ha hecho en escenarios muy puntuales, el mexicano competiría por un puesto como marcador con nombres como el de Ben Johnson, Angelo Ogbonna, Thilo Kehrer, y seguramente algún otro defensor que fiche el club en los últimos días de mercado; Nayef Aguerd y Kurt Zouma se colocan como titulares. En cambio, en línea de cuatro es poco probable verlo.
La oportunidad es magnífica para Álvarez. Es un reto que va acorde a sus condiciones, a su potencial y, sobre todo, a su perfil como jugador. Por lo tanto, si quiere tener éxito, deberá ser capaz de llevar a un nivel élite todo eso que ya hace bien actualmente. Hacerse dominante en lo suyo. Sacar ese sello ‘Hammer’ que siempre ha tenido dentro. Ahí debe estar puesta la mira.
Twitter: @MemoNavarro_
