La atmósfera que rodeaba a la selección neerlandesa previa a esta Eurocopa no podía ser más inestable. El adiós de Ronald Koeman tras llevar él todo el proceso de clasificación, las dudas con Frank de Boer y los aficionados increpándole que cambiara el esquema, la ausencia por lesión de su mejor jugador como es Virgil van Dijk… Sin embargo y tras dos partidos, las sensaciones no pueden ser mejores. Porque en esta segunda jornada ante Austria, se le dio continuidad a lo bueno mostrado ante Ucrania, y se corrigieron ciertos problemas vistos ahí. La Oranje se ha clasificado ya a los octavos de final y un aura de optimismo rodea el ambiente.
Repitió Franco Foda en Austria equipo y mecanismos, pese a que no acabaron de convencer en el primer partido ante Macedonia del Norte. Con Alaba como hombre más atrasado del equipo, las intenciones eran establecer el lado fuerte en izquierda, con Hinteregger subiendo en conducción, Andreas Ulmer muy profundo y Sabitzer apareciendo en zonas intermedias como director del equipo en campo rival y buscando activar, mediante su gran golpeo, las rupturas de Baumgartner, Laimer o Lainer en lado débil.
Holanda tenía esto bien estudiado, y decidió ir a presionar arriba con Gini Wijnaldum saltando sobre Hinteregger para igualar 3×3 ante centrales rivales. Cuando el todavía jugador del Liverpool realizaba este movimiento, Dumfries ajustaba saliendo con Ulmer, De Roon saltaba sobre Sabitzer y De Jong quedaba con Schlager. Esto neutralizó a una selección austriaca que se está mostrando escasa a la hora de ofrecer recursos con balón, y que no acaba de aprovechar a David Alaba en esa posición como último hombre en el campo.
Los locales se adelantaron pronto gracias a un penalti convertido por Depay y provocado por Alaba (muy superado durante todo el partido), y a partir de ahí decidieron ser pragmáticos y jugar con el resultado. Para saltar las presiones austriacas, buscaban balones largos a Wout Weghorst que, midiéndose a Alaba, salió ganador siempre e instalaba a los suyos en campo rival. En caso de salir por bajo, dominaron muy bien el concepto de atraer al rival para luego girarles. Con Laimer y Schlager cayendo en la atracción, Holanda salía gracias a los pases filtrados de Daley Blind y, en especial, con un tremendo Frenkie de Jong, que mediante giros y conducciones se deshacía de su par y luego filtraba a Depay o Wijnaldum por delante.
En la segunda parte y necesitando de un gol para reengancharse al partido, Austria demostró sus problemas con balón y abusó de ser exterior, con carrileros llegando hasta línea de fondo y centrales exteriores subiendo en conducción, pero sin un perfil para conectar y dar juego por dentro. Además, se estrellaron contra un brutal Matthijs de Ligt, tanto defendiendo el área como apareciendo en coberturas, el central de la Juventus estuvo muy sólido. Sus problemas musculares al final del partido deberían ser la principal preocupación de De Boer, pues la gran mejoría de Holanda respecto al partido ante Ucrania estuvo en el apartado defensivo, y eso se debe tanto a la actuación de De Ligt como a la búsqueda por siempre finalizar jugadas y así no sufrir tras pérdida.
Holanda es la primera selección clasificada para los octavos de final, y saben que mientras De Jong mantenga este nivel, pueden competirle a cualquiera. El rey tulipán.