Glasgow: Ibrox Stadium, estadio con cicatrices

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Hullo! Whit like are ye? / Fàilte! Ciamar a tha thu? El primer saludo es en scots, un idioma que no es el inglés; es más, se desarrolló de manera diferente al inglés de Inglaterra. Mientras tanto, el segundo es el gaélico escocés, un idioma celta que todavía se habla en los Altos de Escocia. Espero que estés muy bien hoy. La vez pasada llegamos al Reino Unido para debutar en el grupo D porque Londres fue la protagonista al hablar de los equipos de sus barrios como capital mundial del futbol. Esta vez nos vamos al norte y llegamos a Glasgow, la otra ciudad, para hablar de temas un poco dolorosos.

Recomendación musical 1

Este tema amerita tener canciones tristes y nostálgicas. Verás que este estadio tiene dos días negros a cuestas. El segundo (1971) aún sigue impregnado en el consciente colectivo de los escoceses y han corrido ríos de tinta para rendir homenaje a esos aficionados que ya no regresaron. Una de esas canciones es de Matt McGinn, cantautor, actor y poeta nacido en Glasgow. Durante los años 60, Reino Unido vivió una explosión de rock, pero el folk también tuvo su aparición. En su momento fue más grande que el estadounidense ganador del Premio Nobel de Literatura, Bob Dylan. Él murió a los 48 años debido a la cantidad industrial de cigarros que fumaba. Seis años antes de morir hizo una canción llamada The Ibrox Disaster. Era acérrimo aficionado al Celtic, pero no era indiferente al dolor y esa fue su manera de solidarizarse.

Vamos al tema de hoy.

Ibrox Park, el otro polo del futbol glasgüense

Glasgow es la ciudad que refleja el alma escocesa. Una Escocia dividida por la interpretación de la Biblia entre protestantes y católicos. Una Escocia que quiere pertenecer al Reino Unido se enfrenta a una Escocia que quiere emular a William Wallace y abandonar a Inglaterra. No es lo mismo que los exquisitos de Edimburgo o los raros de Aberdeen. Glasgow mantiene su estatus de segunda capital del imperio y busca gritar a los cuatro vientos su identidad con un acento mirado en la Anglosphere como sexy, divertido y a veces un poco socarrón.

El chef Gordon Ramsay, un ejemplo de típico escocés

Esa división que se ve en la personalidad del glasgüense se traslada a una de las rivalidades que electriza al futbol mundial completamente, el llamado Old Firm. Por un lado está Celtic, con su uniforme blanquiverde, por otro lado vienen los azules del Rangers. Cada rivalidad tiene a su lado una parte de Glasgow: Shawlands, Clarkston, Newton Mearns y Royston apoyan al Rangers, Celtic tiene a Clydebank, Whitecrook, Calton y Castlemilk. En los estadios, las cosas están igual. Aparte de nuestra sede europea, el Hampden Park, el Old Firm tiene como escenarios al Celtic Stadium y al Ibrox Stadium.

Hampden Park es el representante del futbol escocés y es sede inamovible en todo el Reino Unido. Celtic Stadium es hasta ahora el estadio más grande de Escocia y respira un aire verdiblanco con más glorias últimamente. Esto nos deja el otro polo de Glasgow hablando de futbol, el estadio del flamante campeón de la liga escocesa Rangers, un estadio que tiene maquillaje macerado en tragedia. Bienvenido a Ibrox Stadium.

Características del estadio

Un estadio con récords. Esto es el recinto que antes recibía el nombre de Ibrox Park. Está en la ribera sur del río Clyde que pare Glasgow de oeste a este. Recibe su nombre por el distrito en el cual está localizado. Apenas está a una distancia de 5 km al suroeste del centro de Glasgow, en el número 150 de Edminston Drive. Actualmente tiene un aforo de 51.000 espectadores, pero en su momento marcó el récord de mayor afición presente para un partido en todo el Reino Unido, una edición del Old Firm de 1939 donde hubo más de 119 mil.

El estadio consiste en cuatro gradas: Govan al norte, Coplan al este, Bill Struth al sur (la principal) y la Bloomloan Rear al oeste. En esta última se ubica la afición visitante. La gente siempre se hace sentir, lo mismo cuando están en el infierno después de la quiebra económica o cuando ganan la liga nueve años en fila.

Cuando Hampden Park estaba indisponible, el estadio de Ibrox entraba al quite. No siempre era algo feliz; por ejemplo, una derrota aquí contra Portugal en 1992 privó a Escocia de ir al mundial, algo que ocurría constantemente desde 1974. Ibrox Stadium también intentó estar para alguna final europea, y casi lo consigue en la Recopa de 1996, pero una escasez en los cuartos de hotel fue el obstáculo infranqueable También pasó con creces la mayor prueba hasta ahora, cuando fue recinto clave en los Juegos de la Commonwealth en 2014.

La otra característica es que Ibrox Park tiene una historia que muy pocos estadios en el mundo pueden presumir. Desde 1899 ha tenido actividad de futbol. Su primer partido fue un 30 de diciembre, cuando Rangers venció a Hearts of Midlothian 3-1. Ahí alcanzó una capacidad para 75.000 aficionados. Después de eso, han corrido crónicas de todo tipo, y muchas de ellas aderezas con un componente de dolor. La palabra desastre ha estado presente en Ibrox.

La primera herida: 1902

Antes de que existieran los campeonatos mundiales, el futbol de selecciones no tenía gran actividad más que las rivalidades entre Inglaterra y Escocia. Ibrox Park le ganó la carrera al Celtic Stadium y al Hampden Park para recibir al Auld Enemy en este partido que siempre saca chispas. Todo se decidió con un voto para este partido especial. Se trataba de la edición 31, pero era apenas la primera donde habría equipos profesionales.

El viejo Ibrox Park

Este partido era parte del campeonato británico. Ambos países eran los principales candidatos a llevarse el torneo. Escocia comenzó ganando a Irlanda con un inobjetable 5-1, mientras que Inglaterra no pasó del empate sin goles ante los galeses. El siguiente partido Escocia repitió la dosis a Gales, mientras que Inglaterra apenas pudo con un solitario gol vencer a los irlandeses. Este clásico entre ingleses y escoceses definiría quién era el mejor, pero Escocia solamente necesitaba el empate para ser coronado campeón.

Es aquí donde tenemos que hablar de la tribuna del oeste. Diseñada por un aficionado a los Teddies desde la cuna, Archibald Leitch, aceptó trabajar para el equipo de sus amores pro bono. Era una gran labor… ¿pero realmente resistiría a tanto fanático que quería ver caer a los ingleses? Ya había advertencias de que la estructura de madera se estaba pandeando debido al peso, pero nadie hizo caso. Así pues, todo estaba listo para ese partido. La cita era el 2 de abril a las 3:30 de la tarde. La noche anterior había caído una lluvia muy copiosa.

Ahora sí, comenzaba el partido. 68.000 almas de todos los rincones de Escocia pagaron una cuota de un chelín para ver el partido, y casi la mitad de ellas iban a esa tribuna oriental con serias dudas. El control sobre el público estaba aún en pañales, y solamente era una especie de trabajo voluntario. Había también expectación para ver a Bobby Templeton, un forward prometedor, aficionado a driblar. Templeton hacía su debut para el seleccionado escocés. Nadie quería perderse ese trato educado con el balón.

Minuto 51. El marcador iba 1-1. Escocia era la campeona del Reino Unido. En eso, un drible de Templeton causó que el respetable se emocionara de más. De pronto, 17 juntas de esa tribuna oriental se vencieron, causando que se desplomara una parte como si fuera un agujero. Entre 200 y 300 espectadores cayeron de una altura de 40 pies (alrededor de 12 metros). No había posibilidad de que paramédicos acudieran a socorrer a los heridos y moribundos.

La afición trató de salir de ahí e invadieron el campo de Ibrox Park. Al principio, los jugadores pensaban que querían huir de la violencia. A los pocos minutos comprendieron que había pasado algo grave y decidieron irse a los vestidores. El partido tuvo que continuar para evitar una trifulca en caso de cancelarse. En vano; no se contabilizó el marcador.

La cifra llegó a 26 muertos y 587 heridos. Muchos se salvaron porque cayeron sobre los cuerpos de aficionados ya fallecidos a causa del golpe contra el piso de concreto y/o la estructura de metal y madera. En su momento se trató del peor incidente que ocurriera en un partido de futbol en suelo británico. Se buscó a toda costa un culpable, y todo recayó en un comerciante llamado Alexander McDougall que había sustituido la madera a pino amarillo, considerado de baja calidad. Los cargos por homicidio culposo no prosperaron.

El partido se repitió, pero en el Villa Park de Birmingham, y terminó con un empate a dos goles. Se recaudó un total de 1.000 libras esterlinas que se donaron a la reconstrucción de Ibrox. Por cierto, el pobre Leitch quedó bastante afectado; jamás quiso perjudicar a su equipo. Rogó por otra oportunidad para arreglar este desastre. Se la concedieron. Después de eso, viajó alrededor de Inglaterra supervisando que la estructura de estadios tuviera estándares de seguridad. La tribuna oriental tuvo que reducirse en altura para que no volviera a suceder.

Archibald Leitch, el arquitecto del futbol inglés

El más afectado fue el Rangers; hasta antes del accidente había ganado cuatro ligas en fila. Para solventar los gastos de la reconstrucción de Ibrox, tuvo que vender a sus mejores jugadores y así comenzó una sequía de títulos que duró hasta 1911. Así, el Celtic logró sobrepasarlos, Hibernian obtuvo su primer título, así como el Third Lanark, club ahora desaparecido. 

La segunda herida: 1971

Ibrox Park seguía en alta estima. No por nada tuvo en su momento el récord de mayor asistencia para un partido, en 1939. El problema es que en cuanto a la seguridad, Ibrox no estaba a la altura. Ya había bastantes avisos. En 1961 dos personas murieron en una escalera al celebrar un gol en los últimos minutos. En 1967 hubo 13 heridos. En 1969, 26 personas resultaron heridas en otro accidente. Todo mundo miraba a la entrada 13 hacia la tribuna Coplan. Era cuestión de tiempo para que algo malo sucediera.

Así llegamos a la temporada 1970-71. Una fecha marcada en el calendario del futbol escocés es el día después del año nuevo. A diferencia de Inglaterra, el Boxing Day cae un 2 de enero y por lo general se disfruta con una edición del Old Firm en un partido llamado Ne’er Day Derby (más información aquí). Celtic iba en camino a ganar su sexta liga en fila y Rangers apenas habían ganado la Copa en 1970; eso sí, no estaba representando una oposición firme. Un tercer o un cuarto lugar no era algo aceptable. De todas maneras, Celtic quería ganar para remachar el dominio sobre el resto de Escocia. Eso explica las 80.000 personas que asistieron.

El partido estuvo altamente disputado y el 0-0 prevaleció hasta el minuto 90, cuando Jimmy Johnstone marcó el 1-0. Era un gol que prácticamente encaminaba un título. Los aficionados al Rangers se marchaban cabizbajos y se dirigían a la Entrada 13. Rangers no estuvo dispuesto a bajar los brazos y a segundos de acabar el partido empató por medio de un gol de Colin Stein. Esos aficionados tristes querían regresar para ver que habían empatado. Ahí empezó el drama.

Los aficionados que regresaban para celebrar se encontraron con los que ya se iban y así ocurrió esta colisión resultando en personas asfixiadas, caídas, aplastadas, apachurradas. También la barrera de metal que separaba las escaleras se venció y se dobló, empeorando aún más el panorama.

Los jugadores se enteraron hasta que pasaron horas. Nadie sabía en ese momento qué tan grave era el problema. En total, 66 personas murieron y 200 más resultaron heridas y con secuelas físicas y psicológicas.

Fue tan grave que las aficiones del Celtic y del Rangers, a veces irreconciliables, tuvieron que dejar sus diferencias de lado y unirse en un mar de lágrimas. La catedral católica de St. Andrew ofició misas para honrar a los aficionados protestantes. Pocas veces el futbol escocés se unió como en ese terror. Escaló tanto que hasta líderes mundiales como Richard Nixon y el Papa Pablo I enviaron sus condolencias. Para recabar fondos, hubo un amistoso entre Escocia y un combinado del Celtic y Rangers.

La segunda tragedia fue considerada en su momento como el peor incidente de un estadio en el Reino Unido. No hubo más remedio que renovarse y lidiar con esa maldita puerta 13. Cuando calificó Escocia al mundial de 1974, una de las sedes fue el majestuoso Westfalenstadion. Willie Waddel, presidente del Rangers, se inspiró en la casa del Borussia Dortmund para una remodelación del Ibrox Park. Así fue como se transformó en el Ibrox Stadium, en su momento el estadio más moderno del Reino Unido.

En ese partido maldito jugó un escocés poseedor de varios récords en la selección, Sir Kenny Dalglish. En 1977 fichó con el Liverpool y se cansó de ganar todo lo que quiso, desde ligas hasta Champions League. También fue perseguido por la mala suerte; le tocó también los desastres de Heysel en 1985 y de Hillsborough en 1989, y este último incidente fue la gota que derramó el vaso y condenó las estructuras que databan de la época victoriana.

Ibrox y desastre tienen la costumbre de ir de lado, pero todo cambia cuando uno aprende de sus errores. Lo importante es que ahora es un estadio con un aforo para 55.000 espectadores, todos sentados desde luego. Con el regreso del Rangers a lo más alto de la liga escocesa veremos probablemente el nombre de Ibrox Stadium en las planas de los principales rotativos a nivel mundial; con suerte, no lo hará con un dejo de terror.

Fuentes

McKenzie, Kirsty. Ibrox disaster of 1902 – Football ground tragedy that killed 25 and injured hundreds. GlasgowLive. 5 de marzo de 2020
Working with Crowds. 1902 5th April – Ibrox Glasgow. Actualización constante
Football Tripper. Ibrox Stadium – Glasgow Rangers Stadium Guide. 29 de enero de 1971
Hodgman, John. ‘Singing and dancing to their deaths’: football’s forgotten tragedy. The Guardian. 3 de diciembre de 2020
The Newsroom. On this day 1971: Ibrox Disaster kills 66 fans. The Scotsman. 17 de enero de 2019
Bradley, Joseph M. Let us pause and remember: The Ibrox disaster of 1971. The Scotsman. 2 de enero de 2021

Después de terminar con esta parada en las Islas Británica, vamos al otro extremo de Europa, precisamente a la Península Ibérica. Ahí está la sede faltante del grupo E (la otra es San Petersburgo). Sevilla sustituye a Bilbao en esta Eurocopa de todo el continente. Sevilla es la capital de Andalucía, la segunda comunidad autónoma más extensa y la primera más poblada de todo el Estado Español. Andalucía también es piedra angular en la identidad española. Esto se ve en su futbol: Andalucía tiene más clubes que nadie en primera, en Segunda B y en Tercera. En Andalucía nació el primer club español, concretamente en Huelva. El derbi sevillano y el derbi entre Cádiz y Xerez no le pide nada a las otras rivalidades. En nuestra siguiente parada, veremos por qué el futbol andaluz es decano en España.

Recomendación musical 2

La música tradicional escocesa es inseparable de la gaita. También está llena de elementos celtas y canciones más que nostálgicas, como Ailein duinn (Alan moreno). Annage Chaimbeul (en inglés sería Annie Campbell) era una chica escocesa que se casaría con un marino llamado Ailean Moireasdan (Alan Morrison. En 1788, Ailean regresaba de un viaje a Scalpay, Harris (Sgalpaigh na Hearadh), una de las islas de las Hébridas Exteriores. Ahí se casaría con su prometida. Para su mala fortuna, el barco pasó por una tormenta y toda la tripulación murió. Ese fue un duro golpe para Annag. Perdió a su amor y jamás se pudo recuperar. Perdió las ganas de vivir. A los pocos meses murió. Su cuerpo quedó en la playa, no lejos de donde el cuerpo de Ailean fue encontrado. Antes de morir, compuso Ailein duinn. Ahora es una canción tradicional escocesa y recientemente ha sido revivida por artistas como Siobhán McCarthy, Capercaille y Karen Matheson. He escogido una versión con un poco más de esperanza. Un grupo llamado Mohicans lo adoptó y le dio un carácter que ilustraba a esos colonos escoceses que llegaban a conquistar Estados Unidos (de hecho, hay un estado en Canadá llamado Nueva Escocia, donde hay comunidades donde se habla esta lengua). Le pusieron World inside my Heart.

Recapitulemos

El Ibrox Stadium es la casa del Rangers y uno de los tres estadios más grandes no solamente de Glasgow, sino de toda Escocia. Lleva activo desde 1899, pero en su historia tiene dos desastres:

  • 1902. En un partido entre Inglaterra y Escocia se hizo un agujero en la tribuna oeste. Murieron 25 y 200 resultaron heridos.
  • 1971. En un Old Firm el Rangers empató sobre la hora y aficionados a los Teddies que se marchaban resignados quisieron regresar. En la Puerta 13 los cuerpos se apachurraron y se asfixiaron. En total murieron 66 personas y resultaron heridas 500.

Nos vemos la siguiente. Bye for noo! / Beannachd leat!

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Sebastián Alarcón
Soy Sebastián Alarcón, tengo 31 años. Aspiro a ser polímata. Junto futbol con geopolítica, sociedad, cultura, idiomas e historia y le agrego música para explicar el mundo. Escribo de futbol de la FIFA y fuera de ella. Si sientes la décima parte de lo que siento al escribir, mi misión está completa.

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