¡Hola, maje! ¿Cómo estás? Saludamos en español, pero en la variante del país hispanoparlante independiente más pequeño del mundo, El Salvador. Espero que estés muy bien hoy. La vez pasada estuvimos hablando del futbol cubano, desde su participación en el mundial de Francia 1938 hasta la actualidad. Este texto es especial porque en estos momentos se está llevando a cabo el Mundial de Futbol Playa en Rusia y El Salvador es uno de los dos representantes de la Concacaf; hace 10 años y en esta modalidad, ya logró hacer historia al conseguir su mejor participación de algún equipo deportivo.
Recomendación musical
El Salvador poco a poco se hace presente en la escena musical centroamericana y latinoamericana. El hombre que ha llegado a asaltar las listas de popularidad se llama Arquímedes Reyes, mejor conocido como Kime. Vive en México desde 2008 para poder buscar más oportunidades artísticas, pero no se olvida de su país. Hace tres años sacó el sencillo Bendita tierra, que nos invita a enamorarnos de las tierras salvadoreñas.
Vamos al tema de esta semana
Arenas castigadas en Moscú
El nombre Luzhniki (Лужники) vuelve a ser un polo para la FIFA después de tres años. Del 19 al 29 de agosto se está llevando a cabo la 11a edición del campeonato mundial de futbol playa en el Complejo Olímpico (Олимпийский Комплекс) de ese nombre. El escenario ha cambiado. En lugar del estadio eje de toda la actividad mundialista de Rusia, tenemos un recinto para un aforo de 4.500 asistentes con 2.000 toneladas de arena de cuarzo importada para garantizar que el espectáculo siga adelante a pesar de las lluvias que visitan a la capital rusa ahora que el verano está menguando.
En este torneo hemos visto los efectos de la sanción de la Agencia Mudial Antidopaje (WADA) y el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) debido al escándalo de dopaje estatal de Rusia. No puede competir con su nombre, ni usar su bandera, ni puede sonar su himno nacional; aunado a esto, no puede aparecer el escudo nacional que siempre engalana la camiseta de la Sbornaya (Сборная). (Hace tiempo escribí al respecto). Antes del partido se escucha un fragmento del Primer Movimiento del Concierto para Orquesta en Si bemol menor de Piotr Ilych Tchaikovsky; juegan con el nombre de Unión de Futbol de Rusia, la bandera tiene el escudo de esta entidad y en la camiseta tienen la leyenda Наши парни (Nashi párñi, Nuestros chicos).
La pandemia COVID-19 también afectó al curso de los hechos de este campeonato mundial. Para empezar, se disputaría originalmente el mes de julio, pero se pospuso el mayor tiempo posible hasta finales de agosto. Luego, se cancelaron las eliminatorias de la OFC y Asia para el mundial en Tahití y Tailandia, respectivamente. Para ello, ambas confederaciones prácticamente escogieron por dedazo a sus representantes con base en criterios que ellos mismos establecieron. Oceanía se fue a la segura y eligió a Tahití, mientras que Asia nominó a Japón, Emiratos Árabes Unidos y Omán… causando la ira (bastante justificada) de Irán.
Hubo otros cambios menores. La eliminatoria africana sería en Jinja, Uganda; aquí además de la pandemia, aumentaron peligrosamente los niveles del Lago Victoria, amenazando a la playa local, por lo que se movió a Saly, Senegal. Por otro lado, en Europa también la pandemia movió la eliminatoria de Jesolo, Italia, a Nazaré, Portugal. Y en este último pegó también la geopolítica. Ucrania había clasificado con justicia, pero la federación de futbol de ese país se negó a avalar la participación de esta selección en el mundial por el boicot debido a los conflictos políticos con Rusia, lo cual le abrió la puerta a Suiza, quinta en esa eliminatoria.
En este campeonato mundial se dio el debut mundialista de Mozambique y el regreso esperado de una selección centroamericana que hace 10 años cautivó a propios y extraños, logrando un cuento de hadas que no se ve tan frecuentemente. Esta selección fue conformada por pescadores y lograron matar a varios gigantes, consiguiendo con eso el respeto mundial y la gloria a un país que ve a cuentagotas los éxitos deportivos. Es un país que ya ha logrado dejar atrás la mala reputación del grupo delictivo Mara Salvatrucha y que trata de que su nombre no esté solamente asociado al uso del bitcoin. Es El Salvador.
El Salvador, falta histórica de triunfos
Conocido como el Pulgar de América, El Salvador ha intentado una y otra vez acabar con la falta de éxitos. Ojo, la oración anterior no es en tono malicioso. Son el segundo lugar del medallero histórico de los Juegos Centroamericanos, pero en la pasada edición de Managua 2017 ocuparon apenas el quinto puesto de siete. En los Juegos Centroamericanos y del Caribe están en décima posición general.
En los Juegos Panamericanos, El Salvador apenas ha ganado cuatro medallas de oro en su historia. En la edición pasada de Lima 2019 ganó la mitad de ellas en fisicoculturismo, deporte que no estará contemplado en la gama olímpica para París 2024. Y ya no mencionamos los Juegos Olímpicos, donde El Salvador jamás ha obtenido presea alguna; su mejor actuación ha sido un quinto lugar de la ciclista Maureen Kaila Vergara, a seis puntos del podio en la prueba de carrera por puntos en Atlanta 1996.
En El Salvador se practican deportes como el volibol, el beisbol, la arquería, el atletismo, la natación, entre otros. El más popular sin lugar a dudas es el futbol. La selección salvadoreña solamente ha podido clasificar a dos ediciones mundialistas. Primero fue México 1970, superando incluso un conflicto armado con Honduras, derivado de un partido decisivo entre ambas escuadras de igual manera en la Ciudad de México. La segunda y última fue España 1982. Por desgracia para los cuscatlecos, son tristemente célebres por ser comparsa histórica de participaciones; seis derrotas en seis encuentros, una de ellas el récord mundial de la más escandalosa, el 1-10 ante Hungría, por cierto su único gol fue anotado ahí.
El Salvador llegó a tener un delantero de clase mundial, Jorge Alberto Mágico González. Ríos de tinta han corrido con las anécdotas de su nivel que fue alabado por personas como Diego Armando Maradona. Pero esto es apenas un oasis entre la falta de resultados que aqueja al deporte salvadoreño. La psique del salvadoreño luce curtida con tantas decepciones. Apenas surge un deportista cuscatleco con una victoria en un torneo de menor envergadura y los salvadoreños le colocan la etiqueta de futura promesa del deporte.
Todo esto puede representar una presión o una motivación, y la ventaja de esta volatilidad es que estos héroes pueden surgir de los lugares más insospechados.
Playa, lugar de la evangelización social del futbol salvadoreño
Para identificar el origen de esta gesta, hay que viajar de vuelta al 2004. Desde la capital San Salvador tenemos que tomar un coche y viajar dos horas hacia el sureste. Nuestro destino es Usulután, el más grande de los 14 departamentos que conforman El Salvador. En los años 80 fue considerado como el granero del país, pero su bonanza se fue paulatinamente diluyendo conforme las posesiones agrícolas se desocupaban sin que nadie las tomara. Tenemos que ignorar la capital homónima para viajar a la bahía de Jiquilisco, que cuenta con las islas Montecristo, Rancho Viejo y La Pirraya, además de un pueblo llamado San Sebastián. Hemos llegado
Aquí llegó Israel Cruz, uno de los tantos salvadoreños que buscan una gran vida en Estados Unidos; de hecho, su epicentro está en Los Ángeles (ya hablé de eso en su momento). La Federación Salvadoreña de Futbol había visto que llevaba 10 años en la Unión Americana y le pidió que regresara y fuera a esa bahía de Jiquilisco a montar una escuela de futbol base. Dejó su vida relativamente cómoda llena de pupusas de dudosa calidad para ir a Usulután, a sabe Dios cómo saldría ese proyecto.
De inmediato se encontró con el primer obstáculo: los manglares son tan tupidos en la bahía de Jiquilisco y aquí llegan varias especies marino-costeras. Atención a este dato: cuatro de las siete especies de tortugas a nivel mundial visitan estas costas, sobre todo la Carey. Por eso es un sitio designado como sitio Ramsar. Deforestar unas parcelas de manglares para jugar futbol sería una opción insultante para el planeta Tierra.
En esto tuvo una idea Israel Cruz: ¿qué tal si en lugar de futbol 11 jugamos futbol playa? Ninguna planta debe padecer y en cierta manera se adapta a la vida de esas islas de Jiquilisco. La economía de esos lugares depende mucho de la pesca. Esos pescadores seguramente también gustaban del futbol y lo practicaban con pelotas en la arena. Eran pases de un jugador a otro. El talento ahí estaba. Se le ocurrió la idea de hacer un torneo de 15 equipos procedentes de las tres islas. Al terminar ese campeonato novel, identificó a los mejores jugadores de ahí y los invitó a formar parte de la selección nacional de El Salvador.
Primeros éxitos en Concacaf
El talento era bruto. Si bien sabían pegarle a la pelota, les faltaban conceptos técnicos, tácticos y de reglamento. Como pudo se trajo videos VHS para enseñarlos cómo se jugaba futbol playa fuera de El Salvador. Les modificó su dieta, que era por demás precaria para jugadores élite -arroz, frijoles y tortilla-. Los entrenamientos eran por la mañana para que no faltaran a la faena pesquera en la tarde. Les arregló su situación de visado. Era momento de participar en un torneo serio.
La primera experiencia internacional fue el Campeonato Concacaf-Conmebol de Futbol Playa en Acapulco 2007. Varios de ellos nunca se habían subido a un avión (uno incluso rompió su pasaporte por miedo), y ahora abordaban uno que salía del Aeropuerto Comalapa a Acapulco con escala previa en la Ciudad de México. El otro choque cultural: en el Hotel en el que se hospedaron en Acapulco se dieron cuenta de que con una tarjeta podían abrir la puerta de una habitación. En cuanto a los partidos, quedó en último lugar de su grupo con Estados Unidos (5-9), México (4-6) y Costa Rica (3-4), pero ya se habían estrenado.
La revancha llegaría al año siguiente, de igual manera una ciudad con costa del Pacífico pero más al norte, Puerto Vallarta, con un campeonato netamente de Concacaf. El primer partido fue ante los anfitriones, flamantes subcampeones mundiales. Ahora tuvieron una derrota muy digna, 4-2. Seguía Estados Unidos, otro país habitual en la cima de la confederación. Contra todos los pronósticos vencieron 6-5. Seguía el crucial partido contra los ticos; dependían de que México los venciera para aspirar a algo. Los mexicanos hicieron su parte al vencer 2-1, mientras que los salvadoreños empataron en las postrimerías del partido para vencer 4-3 en la prórroga. Al quedar subcampeón, El Salvador se ganaba el derecho de representar a la Concacaf en un campeonato mundial, algo que no ocurría desde 1982.
Las primeras incursiones mundiales: Marsella 2008 y Dubai 2009
El Salvador iba así a Francia; el campeonato se disputaría en las Plages du Prado, en un suburbio al sureste de Marsella. El Salvador conoció su camino de inmediato. Iría al grupo B con dos potencias más que indiscutibles, Portugal e Italia. El representante de la OFC, Islas Salomón, completaba el cuarteto. Se marchó a casa con tres derrotas a cuestas: 2-8 contra Portugal, 1-4 contra Italia y 3-6 contra Islas Salomón. Ni modo, la inexperiencia es costosa en ese nivel.
El Salvador repitió el año 2009. Fue un torneo atípico, donde la pandemia por influenza AH1N1 obligó a postergar todo aquel torneo de Concacaf (clasificatorio a Futbol Playa en Puerto Vallarta, y al mundial sub-17 en Tijuana). Cuando se reanudaron actividades. El Salvador certificó su pase al campeonato a disputarse en la Playa Jumeira de Dubái venciendo en la semifinal a Estados Unidos, y probó la gloria tantas veces negada a los salvadoreños al vencer 6-3 a los ticos. La suerte le deparó un grupo B de nuevo con Costa de Marfil, Japón y España. En su primer partido, por primera vez en la historia iban ganando gracias a un vendaval de los cangrejitos playeros que colocó el tanteador 5-2. Desgraciadamente, para tristeza salvadoreña Costa de Marfil les dio la vuelta 7-6. En los partidos siguientes no hubo casi nada que hacer: derrotas de 3-7 ante España y 2-7 ante Japón.
Camino hacia Italia 2011
¿Habría posibilidad de que la tercera fuera la vencida, al menos con llevarse una primera victoria oficial? Eso esperaban. Los campeonatos de Concacaf le servían a la selecta de playa; con un presupuesto siempre apurado los torneos eran el único parámetro que se pudiera considerar, toda vez que salir al extranjero a jugar amistosos todavía representaba un costo prohibitivo.
Lo malo es que ahora el campeonato mundial se realizaría de manera bienal. Para variar, el clasificatorio de Concacaf 2011 se llevaría a cabo en la Unidad Deportiva Municipal Agustín Flores Contreras de Puerto Vallarta, a finales de 2010. Desde hace dos años los representativos de futbol playero se incrementaban en la región omo hongos en caja Petri llena de agar Sabouraud (saludos a la Facultad de Química de la UNAM, mi tercera alma mater). En tan sólo siete años habían pasado de ser un equipo que apenas incomodaba a la élite concacafquiana a formar parte de ella. Así, le dio la bienvenida a Canadá con un 6-3, y un regreso a Jamaica con un espectacular 10-8. Con el medio boleto al mundial en Rávena, Italia, que significa asegurar el pase a las semifinales, se enfrentó de nueva cuenta a los mexicanos. El Tri ganaba 3-1, pero de ahí un chico llamado Frank Velázquez logró empatar con dos tantos. En penales, México terminó sucumbiendo y El Salvador por fin pasaba como líder de grupo. En semifinales eliminaron de nuevo a los costarricenses en penales (3-3 en tiempo extra) y así sellaban ese pase. En la final perdieron la revancha con México, pero ¿qué importaba? Era su tercer mundial consecutivo, esta vez en la ciudad italiana de Rávena. Por cierto, este Velázquez era el jugador a seguir, con 13 tantos y su nombramiento de mejor jugador del torneo. ¿Habría suerte en Italia?
Rávena, saliendo del torbellino histórico de la derrota
Rávena, esa ciudad preciosa localizada en la Emilia-Romaña, era el destino del futbol playa. No está propiamente en la costa, sino que está comunicada con el Mar Adriático a través del Canal Candiano. Su pasado ligado al cristianismo ortodoxo, fiel a Constantinopla, le ha dado un carácter único que ha sido alabado por poetas como Oscar Wilde, Lord Byron y T.S. Elliot.
Rávena también aparece en el canto V del Infierno de la Divina Comedia de Dante Alighieri, cuando en el segundo círculo del infierno, reservado a los lujuriosos, Francesca de Polenta estaba condenada a permanecer en un torbellino sin entrar en contacto con su amante Paolo. Este torbellino amenazaba con engullir de nuevo a El Salvador. Su sorteo le deparó otra vez el grupo B, junto a Portugal, Argentina e Islas Salomón. Todos los partidos serían en lo Stadio del Mare, construido especialmente para darle difusión al futbol playa europeo previo al mundial.
El debut era ante los portugueses, escuadra que siempre está peleando por acceder las semifinales. El partido no pudo ser peor y los salvadoreños fueron destrozados inmisericordemente frente a los lusos 2-11. ¿Se repetía de nuevo la historia de hacía 29 años? Un pánico escénico lo tiene cualquiera, pero para aspirar a algo necesitaban triunfar sobre Omán.
Fue un partido vibrante, donde El Salvador se logró colocar 3-1 después de encajar primero. En el 34’, los omaníes empataron el marcador. A diferencia del partido contra Costa de Marfil, esta vez ganaron con un gol al minuto 36’. ¡Era la primera victoria salvadoreña en un torneo oficial FIFA! ¡De pronto se habían logrado colocar con esperanzas serias de clasificar a cuartos, pero debían triunfar sobre los argentinos!
El partido fue igualmente dramático, con los dos equipos en búsqueda del otro lugar a cuartos, y por ello el primer tanto llegó hasta la mitad del segundo tercio. Argentina se ponía en un solo minuto arriba 2-1, pero empataron los salvadoreños en el final de ese periodo. Luego 3-2 a favor de El Salvador. A pocos segundos del final Argentina empató, y cuando todo parecía marcar un tiempo extra, Torres mandó el balón al fondo de la red. ¡Tras un inicio humillante, El Salvador seguía vivo!
Llegar a cuartos de final podría considerarse como alcanzar un objetivo; lo que sucediera de ahora en adelante sería ganancia. El rival sería la selección italiana, anfitriona y tradicional potencia mundial. Ahora había un componente extra. Se cundió como reguero de pólvora el buen accionar de los cangrejitos playeros y de pronto había un silencio sepulcral en las calles de los pueblos y ciudades salvadoreñas. Los pudientes verían el partido en la televisión, los pobres y/o los ocupados tendrían que hacerlo por la radio. A las 10 de la mañana previo al partido se llenaron de fanáticos de futbol los asientos comunales de la Catedral Metropolitana del Divino Salvador del Mundo en Sal Salvador y las demás parroquias e iglesias. Se encomendaban también a monseñor Arnulfo Romero, cruelmente asesinado por los escuadrones de la muerte. No había niño ni joven en escuela que no llevara la camiseta de la Selecta. En el salón azul del Palacio Legislativo diputados y senadores acordaron interrumpir la sesión para ver el partido. A las 11:20 no se oía nada en las calles. Estaba por jugar El Salvador el partido de su vida frente a Italia.
8 de septiembre de 2011 (no es nuestro aniversario, no te confundas). 11:30 am horario centroamericano, 18:30 horario de Europa Central. Italia y El Salvador se enfrentaban en cuartos de final en lo Stadio del Sole. Italia se volcó al frente y al minuto 4’ Palmaci inauguraba el marcador. 1-0. El Salvador pudo responder hasta casi acabando el primer tercio con un gol del infalible Frank Velásquez. Marcador parcial: 1-1. ¡El Salvador va bien, Italia no debe confiarse! Reanudado el partido. Palma adelanta de nuevo a Italia y Palmacci abona para una ventaja segura itálica. No se dio por vencido y con goles de Frank, Ruíz y Hernández El Salvador estaba que no creía en nadie. ¡4-3 sobre la casa! Vino el último tercio, con los italianos fúricos para obtener el empate. ¡No permitirían que un país perdido en América Central les aguara la fiesta! Al 31’ llegó finalmente el empate que quebró la defensa férrea salvadoreña por parte de Palmacci. Esto le dio alas a El Salvador, que marcó un gol a través de Frank Velásquez. ¡5-4! Italia respondió de inmediato con el empate de Pagliacci. Silbatazo final, y todo estaba 5-5. Los salvadoreños en América estaban alegres, los italianos aguardaban decepcionados. Comenzó el tiempo extra, Italia y El Salvador buscando el golpe final. Y al 38’ Frank Velásquez decretó el 6-5. El marcador ya no se movió más. ¡Se había escrito historia! El pulgarcito de América había hecho trastabillar a la Bota de Europa. Este triunfo inesperado ya superaba el oro de la marchista Cristina López en los Panamericanos de Río 2007 y sacaba a El Salvador por una vez del torbellino de la derrota que describió Dante Alighieri. Nadie durmió en El Salvador, hubo farra incontrolable.
Poco importó que El Salvador cayera en la semifinal 3-7 ante Rusia, que a la postre le mostraría a Brasil en la final que fuera del país también se practicaba futbol playa a gran nivel. El partido por el tercer lugar sería contra Portugal. Quien había seguido las acciones en Italia no auguraba ya una victoria cómoda de los lusitanos. Y durante mucho tiempo estuvo empatado a dos tantos. Finalmente el incansable Madjer decretó que el bronce era para Portugal, pero algo había cambiado. El Salvador se había ganado el respeto de todo el mundo de beach soccer y el cuarto lugar representaba el mejor lugar del futbol salvadoreño en una competencia FIFA. Todo mundo hablaba de un gran jugador llamado Frank Velásquez, ganador de la Bota de Bronce y Balón de Bronce. Ni el Mágico González había besado así la gloria. 10 jugadores del róster de 12 eran esos pescadores que años antes no se habrían imaginado ni siquiera salir de la bahía de Jiquilisco.
El Salvador regresó con el itinerario Roma-Madrid-San Salvador. La selecta playera fue recibida por miles de aficionados que querían celebrar el histórico triunfo. ¡Qué importaba que una semana la vida seguiría su curso en esos manglares de Usulután! Ahora todo era una felicidad ganada con justicia. En el inconsciente colectivo salvadoreño entraron 12 nombres: Eliodoro Portillo, Wílber Zavala, Tomás Hernández, Elías Ramírez, Agustín Ruiz , Medardo Lobos, Roberto Membreño, Walter Torres, Elmer Robles, Darwin Ramírez, Frank Velásquez y Baudilio Guardado.
Tahití 2013, otra digna participación
Con ese triunfo sensacional, El Salvador pudo por fin ser invitado a disputar amistosos a lo largo y ancho del mundo; el mundo los veía finalmente como dignos oponentes. Los jugadores recibían las ofertas que nunca se imaginaron escuchar; jugar en la liga de Brasil, en la de Rusia, en la de Tahití. Sin embargo, era tanto el apego por los manglares que muchos de ellos las rechazaron. Eso les daba todavía cohesión para mantener el nivel de juego. Eran humildes, pero ya no se veían las víctimas.
Por eso, cuando El Salvador perdió 12-5 contra Costa Rica en el clasificatorio del 2013 en Nassau, Bahamas, saltaron las alarmas. El sistema de juego era un torneo de 10, donde clasificaban únicamente los líderes de cada grupo más el mejor segundo. Para ganar el último boleto, El Salvador debía tomar en cuenta que la diferencia de goles era vital. En el grupo A estaba Bahamas, una selección con productividad goleadora nada despreciable; Estados Unidos les había ayudado venciéndolos 9-2, y ahora debían ganarle a Jamaica con una diferencia de mínimo cuatro goles, y marcando la mayor cantidad de tantos. El Salvador cumplió al ganar 8-4 de manera milagrosa y logró el acceso a la semifinal de manera milagrosa. Ahí lo esperaba México. Otra sorpresa más: El Salvador eliminó al Tri todopoderoso y eso significaba una cuarta participación en fila. No importó que Estados Unidos ganó la final, El Salvador había lavado su error y estaba en camino para el mundial de Tahití.
En este Campeonato del Mundo en el paradisiaco destino de Papeete, El Salvador volvió a quedar en el grupo B. Los rivales serían Argentina, Países Bajos e Islas Salomón. Los expertos ya veían a los cuscatlecos con posibilidades de avanzar la fase de grupos. En esta ocasión El Salvador empezó con el pie izquierdo al perder 1-4 con la Albiceleste. Al igual que hacía dos años, era apenas una salida en falso, y había confianza en poder remontar esta derrota. Cumplieron con una aceptable victoria sobre los neerlandeses 5-1 y otra no menos dramática ante Islas Salomón 7-6. En cuartos se vieron las caras con los españoles; tras un partido más que cerrado, España tuvo que recurrir al minuto 34’ para ganar 2-1, digno resultado pues la Roja llegó a la final.
2023: ¿Hacia un nuevo presente del deporte salvadoreño?
Tras este periodo de relativa bonanza donde se codearon con la crema y nata del futbol playa mundial, El Salvador tuvo seis años de frustraciones. Con cada clasificatorio a los mundiales la Selecta Cuscatleca salía como una de las favoritas a quedarse con uno de los boletos, pero algo pasaba en las semifinales que perdían de manera increíble ante Costa Rica, Estados Unidos y Panamá. Fue un récord bastante llamativo de terceros lugares, pero que parecía que regresaba el manto de frustración del deporte salvadoreño.
Todo cambió para las eliminatorias del mundial 2021, disputadas en Alajuela, Costa Rica. Esta vez no estaban dispuestos a dejar que la falta de apoyo y las excusas los apartaran de un mundial más. En la semifinal tocó ante Guatemala, de vuelta tras un escándalo de FIFAGate. En el primer tercio, las cosas iban 1-1, y parecía que la tónica de la derrota increíble seguiría. Sin embargo, un sensacional juego y fuelle de los salvadoreños dejó las cosas 6-2. El Salvador regresaba a un mundial después de ocho años, y justamente en su especialidad. Redondearon la faena venciendo 6-4 a los estadounidenses. Esta fue la consagración de Frank Velásquez como máximo anotador de la Concacaf.
¡Sorpresa! El Salvador por fin tuvo un grupo que no fuera B. Es el grupo de la muerte (C) junto a Brasil, Bielorrusia y Suiza. Derrotas ante los tres países estarían presupuestadas, pero no es lo mismo quedar eliminado en un grupo así donde cualquiera tiene posibilidades de clasificar. Ha caído derrotada con Bielorrusia en penales después de acabar 5-5, y a Brasil le hicieron un juegazo que terminó apenas en un descalabro 2-4. Esta vez no deberían sentirse mal los salvadoreños, han tenido un regreso aceptable.
Y esto es parte de nuevos intentos para mejorar el deporte salvadoreño. El presidente khayito Nayib Bukele ha llegado abanderando la izquierda y prácticamente con un porcentaje de aprobación arrollador. Lo notable es que ha tomado distancia con la nueva izquierda latinoamericana con órdenes sui generis a través de su cuenta de Twitter. Él ha apostado muchísimo por el renacer del deporte, como un apoyo a la selección salvadoreña de futbol 11 que ha renacido con ese componente estadounidense.
Eso no es todo. Su hermano Yamil es ahora presidente del Instituto del Deporte Salvadoreño. Ha tenido un trabajo destacado de cabildeo para darle el empujón que necesita. Y la cosecha será en 2023. La pandemia por COVID-19 obligó a retrasar la XII Edición de los Juegos Centroamericanos que serán en Santa Tecla del 14 al 27 de enero. En mayo, San Salvador recibirá a los 37 miembros de la organización Centro Caribe Sports para una edición más de los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Conociendo a Nayib Bukele, no escatimará financiamiento y apoyo para que El Salvador tenga un papel decoroso en ambas competencias. Por cierto, el futbol playa está considerado dentro de la oferta de estos últimos juegos.
En lo que sucede esto, El Salvador comienza a caminar hacia la luz de la victoria después de un pasado gris y frustrante. El futbol playa fue quien logró guiar a todos hacia una alegría no presupuestada. De ser invisibles, ahora han demostrado que la gloria puede ser alcanzada con trabajo duro, sin importar que venga del lugar más impensado. 2023 es un paso más en la carrera, pero la meta final es la gloria para el Pulgarcito de América.
Fuentes
García, Andrés, y Roche, Paco. Un grupo de pescadores logra la mayor gesta deportiva de El Salvador. Marca 13 de septiembre de 2021
Lideresas del Congreso Consultativo de Contraloría Social para los Derechos de las Mujeres de Usulután. Agenda política de mujeres del municipio de Usulután. ISDEMU Usulután. Mayo-junio de 2015
Il Papavero. Rávena, ciudad de Dante Alighieri. Constante actualización
Duarte, Luis Alfredo. Recordando el histórico triunfo playero en el Mundial de Rávena. El Gráfico. 9 de septiembre de 2019.
Equipo Editorial Journey. De una isla de pescadores al fútbol mundial de playa. Coca Cola Journey. 5 de abril de 2017
Palomo, Alberto G. Los guerreros salvadoreños de La Pirraya. Revista Líbero. Fecha desconocida
Konov, Vasiliy. «Наши парни» вступают в дело: в Москве стартует ЧМ по пляжному футболу. Sport. RIA Novosti 19 de agosto de 2021.
Newsroom. El Salvador salva dos juegos regionales en 2023. Infobae. 12 de julio de 2021
Ahora sí, continuamos con nuestro camino de Zemljopis NK, y regresamos al Caribe. Hay que recordar que Haití fue la siguiente selección caribeña clasificada a un mundial, en este caso a Alemania Federal 1974. Se marcharon con tres derrotas a cuestas, pero lograron romper un récord insospechado. Todo esto sucedió en un contexto donde el primer país libre de América era asolado por la sanguinaria dictadura de los Duvalier. Esa historia te la traigo la siguiente semana.
Recapitulemos
El Salvador regresa después de ocho años al mundial de futbol playa, que se está disputando en estos momentos en Rusia. A diferencia del futbol normal, El Salvador es una potencia regional. Todo comenzó en 2004 con un proyecto de Israel Cruz para establecer una escuela de futbol base en la bahía de Jiquilisco. Por la imposibilidad de hacer canchas de futbol, optaron por la versión de playa. En tan sólo cuatro años lograron clasificar al mundial. En Rávena 2011 sorprendieron a todos primero al superar la fase de grupos y luego al eliminar al anfitrión. Ese cuarto lugar es el mejor resultado del futbol salvadoreño en la historia. Todavía clasificaron a Tahití 2013, pero cayeron en cuartos de final. Tras tres frustraciones en las semifinales del clasificatorio de Concacaf, lograron la vuelta, lo que es la consagración de Frank Velásquez como máximo romperredes de la confederación. El Salvador recibirá en 2023 los Juegos Centroamericanos y los Centroamericanos y el Caribe, algo que podría representar un salto de calidad para el deporte salvadoreño; después de todo, el futbol playa también está incluido.
Nos vemos la siguiente. ¡Adiós!