Привет! Как дела? (Privyet! Kak delá?) Es el idioma ruso, uno de mis idiomas favoritos. Espero que estés muy bien hoy. La vez pasada estuvimos recordando la epopeya norcoreana en el mundial de Inglaterra. Quedamos en que atravesaríamos la frontera terrestre más corta del país más grande del mundo, precisamente con Corea del Norte. Tras un corto viaje de 172 kilómetros, llegamos a uno de nuestros destinos de hoy. Llegamos a Vladivostok.
Recomendación musical 1
Si volteamos a ver la escena musical de la ciudad de Vladivostok, hay un grupo que nos salta a la vista: Mumiy Troll (Мумий Тролль), un juego de palabras usando el título de la popular serie finlandesa para niños Mumin Troll. Iván Lagutenko (Иван Лагутенко) ha vivido de todo: estudió chino, hizo su servicio militar en la Marina Soviética y fundó una de las bandas más populares de Rusia independiente. Llegó al Eurovisión de la edición 2001, pero apenas llegó a un discreto lugar 12. Después de eso, tiene también una fundación para salvar al tigre Amur en peligro de extinción. Esta es la canción que le hizo a su ciudad natal: Vladivostok 2000 (Владивосток 2000).
Vamos al tema de hoy.
Rusia, geografía imponente
Cada que ves un almanaque o consultas la sección de geografía en la Wikipedia, siempre destaca Rusia por su tamaño descomunal: 17.125.200 kilómetros cuadrados. Es el país más extenso por tierra: ocupa una octava parte de la superficie terrestre. Si lo comparas con la superficie total de Plutón, incluso es más extenso. Y así abarca fronteras con 16 países por Europa y Asia, además de 11 husos horarios.
Si le afirmaras a algún incauto poblador de Europa del siglo X que un puñado de eslavos que habitaban en Kiev lograrían formar el país más extenso del mundo, seguramente te habría tirado del loco. Es cierto que hasta el siglo XV no la pasaron bien con invasiones de teutones, mongoles, lituanos, persas y vikingos. Sin embargo, gracias a la labor de cosacos y exploradores, Rusia avanzó sin descanso engullendo todos los territorios del norte de Asia hasta que llegaron hasta la costa del Océano Pacífico.
Mientras Rusia se erigía como un poder militar que no debía ser tomada a la ligera, los rusos seguían en un afán imperialista que los llevó a buena parte de Europa Oriental, el Cáucaso, Asia Central, más territorios que colindaban con China y Japón y hasta en la Antártida. Es más, dieron el salto y se animaron para tener territorios en el Continente Americano, lo que ahora conocemos como Alaska (Аляска). Esta expansión duró de 1533 hasta 1894, cuando murió el zar Alejandro III.
Rusia pasaba por un momento de desprestigio a nivel mundial por culpa de su infame derrota en la Guerra de Crimea. Para mostrarle al mundo que los rusos podían estar a la altura de las principales potencias europeas, al zar Alejandro III se le ocurrió un tren que conectara la Rusia europea hasta las provincias del Lejano Oriente ruso: iría de Moscú hasta una ciudad que formó parte de Rusia hasta 1859, llamada Vladivostok. En 1904 se terminó de construir esta red ferroviaria de casi 9.300 kilómetros. Si le sumamos el ramal que atraviesa Mongolia y el que hace lo propio con Manchuria, nos da un total de 10.267 km. El Transiberiano (Транссибирская магистраль Transsibírskaya magistral) constituye el mayor sistema único de transporte terrestre del mundo y el segundo recorrido ferroviario más largo, después del complejo Madrid – Yiwu.
Es verdad que no es ni remotamente el punto más oriental de Rusia. Eso le pertenece al ókrug autónomo de Chukhotka (Чухотка) y al krai de la península de Kamchatka (Камчатка). Mientras que el primero alberga a pueblos emparentados con los eskimales, el segundo solamente ofrece interés para los estudiosos de la geología y la extracción de combustibles. Así es como no nos queda más remedio que dirigirnos a Vladivostok.
Un poco sobre Vladivostok
En la dinastía Yuan era Yongmingcheng (永明城/Yǒngmíngchéng). Bajo los manchúes, este poblado era visitado por los ladrones de pepino marino o ginseng (參賊/shēnzéi). Por ello se llamaba Haishenwai (海參崴/Hǎishēnwǎi), literalmente «acantilados del pepino del mar». Los coreanos lo conocían como Haesamwi (해삼위).
Las cosas estaban más o menos tranquilas hasta que al gobernador de Siberia Oriental, Nikolay Muravyov (Николай Муравьёв), se le ocurrió visitar el lugar y le gustó en 1860. Llamó a un oficial, 28 soldados y una flota, y en menos de dos años ya era un puerto oficial. Para atraer el comercio, se decretó una zona libre de impuestos. Y para fortalecer su presencia, ahora recibió el nombre de Vladivostok (Владивосток), «la fuerza del oeste», y se pidió que se construyera inspirándose en Vladikavkaz (Владикавказ), «la fuerza del Cáucaso».
Vladivostok creció muchísimo, tanto en cultura como en organización. La cumbre de todo esto fue cuando el Ferrocarril Transiberiano llegó en 1903, lo que aceleró su transformación. Recibió bombardeos de japoneses, británicos, canadienses y estadounidenses durante año de las revoluciones. No es de extrañar que en 60 años pasó de tener 4.000 a 100.000 habitantes.
Cuando los bolcheviques tomaron la ciudad, comprendieron de inmediato su importancia estratégica en el Océano Pacífico. Empezó la construcción gracias a los prisioneros de guerra y a grupos étnicos que Stalin veía como disidentes.
El verdadero desarrollo urbano empezó en 1954 cuando hizo una visita Nikita Khrushchov (Никита Хрущёв), el primer mandatario soviético en hacerlo. Desde 1930 hasta que cayó la URSS, Vladivostok estuvo cerrada a los extranjeros porque era la base de la Flota Soviética del Pacífico. La única excepción fue cuando en 1974 se reunieron los líderes de la Unión Soviética y Estados Unidos, Leonid Brezhnev (Леонид Брежнев) y Gerald Ford, para llegar a un acuerdo sobre limitar las armas nucleares. Su carácter militar puede ocultar su exitosa industria pesquera.
Para los rusos es la puerta a viajes y cruceros por toda Asia: está a 750 km de Seúl, a un poco más de mil kilómetros de Tokio y a 1.335 km de Pekín. Además de la pesca, Vladivostok subsiste gracias a la importación de autos japoneses. En 2012, Vladivostok fue sede de la 24ª Cumbre de la Alianza del Pacífico. Y en diciembre de 2018, el presidente Vladimir Putin movió la capital del Lejano Oriente de Khabarovsk a Vladivostok.
Vladivostok tiene bastantes instituciones que envidiarían ciudades siberianas o enclaustradas en el Cáucaso o en Siberia como uno de los campus universitarios más modernos de Rusia, un día donde se hace conciencia del medio ambiente… y un equipo atípico en el futbol ruso ya de por sí atípico. Te presento al Luch.
Luch Vladivostok, pequeñas incursiones
Los años 50 fueron una época bastante halagüeña para la formación de equipos a lo largo de toda la Unión Soviética. Por el carácter socialista del sistema soviético, muchos equipos quedaban ligados a las fábricas o instituciones gubernamentales como el ejército y la policía (después hablaré más al respecto). En Vladivostok, la empresa gubernamental era ElektroRadioAvtomatika (ЭлектроРадиоАвтоматика), o ERA (ЭРА) por sus siglas. Esta fábrica hacía las comunicaciones electrónicas para los barcos de la marina. El equipo recibió el nombre de Luch (Луч), porque tenían relación con los cuerpos de defensa.
De tres equipos que había en Vladivostok (Sudostroitel (Судостроитель) y Dinamo (Динамо)), el Luch empezó a hacer méritos para ser considerado el club por antonomasia de la ciudad. Tuvo que llegar una pésima participación en el grupo del Lejano Oriente del campeonato soviético para que espabilaran y renovaran todo. En dos años estaban de vuelta en la pelea en la clase B (tercera división del sistema soviético), y así se movieron al estadio Dinamo, que es su casa actual.
Precisamente en 1961 jugaron su partido más importante de los tiempos soviéticos, cuando se enfrentaron en los treintaydosavos de final de la copa soviética contra el mítico Dinamo de Moscú. Es decir, Lev Yashin (Лев Яшин) se dignó a parar en el confín futbolero de la URSS. Para desgracia del Luch, perdieron 2-1, quedando eliminados.
En 1964 tuvieron que jugar un partido contra una selección de guardaespaldas de Vladivostok para demostrar que tenían el nivel de competir. Apenas ganaron. Ese fue otro punto de inflexión para el Luch: al año siguiente ascendieron a la clase A, la segunda división. Tras la reforma en el sistema soviético, el Luch integró el grupo Este de la segunda categoría y ahí se la pasaron hasta que cayó la URSS. Su mejor posición fue quedar en segundo lugar en 1984.
Cuando cayó la URSS, el futbol ruso tuvo que hacer una reestructura obligada y así el Luch formó parte de la nueva primera liga rusa, la segunda división. Su escudo incluye al tigre siberiano, animal en peligro de extinción. Ellos fueron los primeros campeones de este nuevo torneo, lo que les dio el ascenso al máximo circuito por primera vez en su historia. Solamente duraron un año, pero cayeron de la forma más dramática posible. En ese sistema de juego, descendían directamente los dos últimos clasificados (17 y 18), mientras que los lugares 14 a 16 jugaban un torneo de repechaje contra los lugares 3, 4 y 5 de la primera liga. Jugaban un torneo de todos contra todos a una vuelta, y los tres primeros ascendían o permanecían en la división. Luch terminó cuarto, empatado con el Dinamo Gazovik de Tyumen (Динамо Газовик Тюмен), pero con peor diferencia de goles.
Tras esa incursión, empezó una caída lenta y dolorosa que los llevó a la tercera división en 1997. Durante cinco largos años no pudieron salir de ahí. Vladivostok languidecía con un equipo que no era ni la sombra de sus tiempos soviéticos. Todo cambió cuando en 2003 llegó el dinero gracias a la compañía de distribución eléctrica Dalenergo (Дальэнерго). Por eso su nuevo nombre era Luch-Energiya (Луч-Энергия). Ese año regresaron a segunda división. Justo en ese regreso, tuvieron a su único convocado a un torneo mayor: el letón Jurģis Pučinskis para la Eurocopa en Portugal. Al final, en 2005 regresaron al máximo circuito por la puerta grande, y ahí estuvieron tres años.
En su primera temporada, el Luch-Energiya estuvo cerca de llegar a competencias europeas: a falta de dos jornadas, estaban en quinto lugar. Al final, quedaron en séptimo lugar, un lugar inesperado para un club que jugaba en el Lejano Oriente. La clave fue hacerse fuertes en su estadio Dinamo, con 11 victorias en 15 juegos. La siguiente temporada apenas se salvó de caer en descenso. La temporada 2008 fue el acabose, porque con problemas económicos tuvieron que vender a sus principales jugadores, haciendo que el Dinamo, alguna vez inexpugnable, fuera demasiado vulnerable.
De nuevo llegó la espiral hasta tercera, algo que se cristalizó en 2012. No les costó trabajo regresar a segunda, pero ahí comenzaron los problemas económicas por una deuda que arrastraron de ese infierno. Es cierto que en su regreso a «casa» el Luch-Energiya se metió a semifinales de copa, pero eso no ocultaba que el gobierno del krai de Primorie y otros patrocinadores no pudieran pagarles los sueldos a los jugadores.
Todo empeoró en 2017, cuando la directiva llevaba cuatro meses sin pagarles sueldos a los jugadores. Muchos de ellos no podían pagar ni siquiera un lugar para sobrevivir, y de plano un grupo de seguidores del club tuvieron que darles comida. Con constantes amenazas de bancarrota, el Luch-Energiya no tenía la cabeza en el juego y los resultados empeoraban. Al terminar en lugar 18, debieron descender, pero se salvaron porque el equipo que ascendió no pudo obtener la licencia para disputar la segunda división.
En 2018, Dalenergo se retiró del patrocinio y así el club regresó a su nombre histórico, el FC Luch. En esta temporada no les iba tan mal y hasta la jornada 27, el Luch estaba en la posición 16 aspirando a quedar a media tabla… pero se desató la pandemia por CoVID-19. El gobierno del krai de Primorie anunció que cancelaba los contratos profesionales de los equipos profesionales de Vladivostok (junto con el Admiral (Адмирал) de la liga de hockey sobre hielo y el Spartak Primorie (Спартак Приморье) de la liga de basquetbol) para destinarlo a combatir esa crisis sanitaria. Ese fue el golpe final para el Luch, que se vio obligado a desaparecer por ahora.
Los interminables viajes de y a Vladivostok
La organización de Rusia está demasiado centralizada en Moscú. Y la mayoría de la sociedad vive localizada geográficamente en la parte «europea»; es decir, al oeste de los Montes Urales. Ese fue el principal criterio para elegir las sedes del mundial pasado, siendo la ciudad más oriental Ekaterimburgo, localizado en un huso horario diferente (uno más que el de Moscú). El futbol no es la excepción. Para esta temporada de la Premier Liga rusa (Русская Премьер-Лига) hay cinco equipos moscovitas: CSKA (ЦСКА), Lokomotiv (Локомотив), Dinamo (Динамо), Spartak (Спартак) y Khimki (Химки). Aún más, el resto de los equipos está casi en el mismo huso horario. De nuevo, el equipo situado más al este es Ural (Урал) de Ekaterimburgo.
A esa situación se tiene que enfrentar el Luch al disputar el futbol profesional en Rusia. Su localización geográfica es un arma de doble filo. En su breve estancia en la primera división, el resto de los equipos temían ir a Vladivostok precisamente porque debían atravesar ocho husos horarios y un viaje en avión de ocho horas. Precisamente el estadio Dinamo está a 100 metros de la costa con el Mar de Japón. En la temporada 2007, el CSKA perdió 4-0 contra el Luch-Energiya. Al finalizar el juego, el inmortal portero Igor Akinfeev (Игорь Акинфеев) dijo: «El Luch-Energiya debería competir en la J-League».
Estar en el Lejano Oriente también es una maldición para el Luch-Energiya. Cada quince días debían tomar ese avión de ocho horas para jugar en Moscú, e incluso hacer escala en esa ciudad para llegar a otras ciudades como San Petersburgo (Санкт-Петербург), Krasnodar (Краснодар), Kazán (Казань), Samará (Самара) o Perm (Пермь). No era ninguna sorpresa que en sus partidos de visitante estuvieran molidos físicamente: en 45 juegos fuera de Vladivostok en sus tres temporadas en primera, el Luch-Energiya apenas ganó tres. Y eso también explica por qué la directiva tenía problemas económicos: buena parte de los ingresos que obtenían se iban en pagar dos vuelos transcontinentales al mes. El hecho de que el estadio Dinamo tenga aforo para menos de 20 mil espectadores tampoco ayudaba.
Todo este caos logístico les dio la experiencia necesaria para saber qué hacer cuando algún equipo del Lejano Oriente llegara a la Premier Liga. Eso sucedió cuando ascendió en 2018 el SKA Khabarovsk (СКА-Хабаровск), una ciudad «vecina» de Vladivostok (a 800 km de distancia). Lo que hizo la liga fue agolpar sus juegos de local y visitante para no tener que desgastarse en check-ins en aeropuertos cada 15 días.
Volvamos a Vladivostok. Su situación geográfica da pie a hazañas de aficionados que no son tan comunes de ver. Era la temporada 2015-16 de la Primera División de Rusia (segunda división real) y la filial del Zenit de San Petersburgo (Зенит) jugaba contra el Luch-Energiya. Los aficionados a los sine-belo-golubye (сине-бело-голубые) se consideran dentro de los más fieles. Entonces, a tres chicos se les ocurrió irse de San Petersburgo a Vladivostok en coche. En siete días recorrieron más de 9.000 kilómetros a bordo de un Honda Civic con 20 años de antigüedad. Llegaron al partido y el Zenit-2 ganó 2-0. El problema es que el coche dio todo lo que tenía que dar con esa experiencia transiberiana y ya no arrancó. Tuvieron que regresarse en tren. La directiva del Zenit se enteró de la odisea. ¡Cuál va siendo la sorpresa para estos tres aficionados! En el siguiente juego de local del Zenit, la directiva les regaló un nuevo Corolla de Toyota.
Sin embargo, el viaje más largo que ha debido hacer el Luch (o Luch-Energiya) no se encuentra pegado al resto de la Rusia continental, sino en un exclave. Al igual que Vladivostok, este exclave también estuvo mucho tiempo cerrado para los extranjeros. A diferencia de Vladivostok, este exclave se encuentra a orillas del Mar Báltico, y está rodeado por Lituania y Polonia. Nos vamos a Kaliningrado.
Un poco sobre Kaliningrado
En la zona que ahora es Kaliningrado (Калининград) habitaban los sambianos, tribu báltica que habitaba una costa rica en ámbar. Tenían un fuerte llamado Twangste (quiere decir “bosque de encinos”). En 1255 cae a manos de los Reyes Teutones, y en lugar de Twangste, construyeron otra fortaleza llamada Königsberg, que en alemán literalmente quiere decir Monterrey, en honor al rey Ottokar II, quien financió dicha construcción.
Tras esta captura, Königsberg pasó a manos de los prusianos y de inmediato recibió una bonanza económica por el desarrollo del comercio entre Prusia, Polonia y Lituania. Además, esta ciudad sirvió de un importante centro educativo a cargo de las hermanas bernardas, ya que era apenas un escalón debajo de centros científicos más prestigiosos para los prusianos, como Berlín o Leipzig.
Durante 300 años, salvo 13 años bajo el poder de los polacos, perteneció a los prusianos, y durante la Contrarreforma, Königsberg se volvió luterana. Siguió siendo un puerto y una ciudad importante para el Báltico, y sus exportaciones de productos para construcciones de barco como madera, brea, cáñamo y alquitrán, así como de trigo, le dieron cierta autonomía dentro de Prusia.
Debido a la situación que tiene, Königsberg fungió primero como resistencia del luteranismo frente al calvinismo, y luego como resistencia de los prusianos frente a la invasión napoleónica, ya que el rey Federico Guillermo III trasladó su corte de Berlín a Königsberg. Durante mucho tiempo fue capital Prusia, luego de la unificación alemana le quitó el estatus de capital; su desarrollo comercial fue todavía más grande porque el ferrocarril entre Berlín y San Petersburgo pasaba por ahí.
Durante el dominio de los nazis, ocurrió el terror a los judíos como ocurrió en el resto de Alemania. Durante la II Guerra Mundial, la ciudad sufrió un severo bombardeo a manos de los ingleses y un sitio a manos de los soviéticos. Al final, Prusia del Norte pasó a Rusia por los tratados de Potsdam, por lo que Königsberg quedó en poder de los soviéticos. Expulsaron a los prusianos y repoblaron la ciudad con rusos, cambiando el idioma de alemán a ruso. El nombre cambió a Kaliningrado, en honor al Presidente del Presidio del Sóviet Supremo, Mikhail Kalinin (Михаил Калинин).
Por ser la parte más occidental de la URSS, Kaliningrado tenía importancia estratégica y su entrada estaba prohibida para los extranjeros. Tras la caída de la URSS, Kalinigrado quedó como territorio fuera de Rusia continental. El problema se acrecentó cuando Polonia y Lituania se unieron a la OTAN, aislando aún más a Kaliningrado del resto de Rusia, pues sus habitantes tienen que atravesar países miembro de dicha organización.
Kaliningrado mantiene todavía su importancia estratégica en el Báltico, y cercana a ella está Baltiysk (Балтийск), pequeño puerto que tiene la particularidad de nunca congelarse ni en invierno, por lo que la flota rusa se queda allí durante esos tiempos. Hasta ahora, por su factor clave geopolítico, es un factor de dilema entre la Unión Europea y Rusia. Por su pasado prusiano, en esta ciudad han nacido personajes importantes como el filósofo Emanuel Kant.
Kaliningrado es única: edificios soviéticos, casas alemanas e iglesias ortodoxas conviven en su centro histórico. En Kaliningrado hay turismo: puedes visitar el museo del ámbar (Музей янтаря, Muziéi intária), que muestra la razón del empuje inicial de la ciudad. También puedes admirar la catedral de Königsberg (Кёнигсбергский собор, Kionigsbergski sabor), un remanente del pasado prusiano. Cerca de ahí está la tumba de Emanuel Kant (Могила Иммануила Канта, Maguíla Imanuíla Kanta) y leer un extracto de la Crítica de la Razón Pura, su obra más famosa, enfrente de su tumba.
Por su valor geoestratégico, Kaliningrado fue electa como una de las 11 sedes del mundial de Rusia. El estadio se llama Arena Baltika (Арена Балтика). La capacidad para el mundial fue de 35.212 espectadores, aunque después de la Copa Mundial se reducirá a 25 mil. Este estadio está apenas a 45 km de la frontera con Polonia. Uno de los grupos responsables de la construcción del estadio estaba a cargo del multimillonario ruso Ziyavudin Magomedov (Зиявудин Магомедов), arrestado el 31 de marzo de 2018.
Kaliningrado albergó cuatro juegos porque era la única ciudad sede sin club en primera división: el FC Baltika (ФК Балтика).
Baltika Kaliningrad: resurgimiento separado
Este club surgió en 1954 como Pishchevik (Пищевик), nombre que reciben todos los clubes que están ligados con la industria alimenticia. Eso sí, cuatro años después cambió a Baltika (Балтика) para hacer honor a su posición geográfica. Empezó su vida en la tercera división soviética hasta que en 1965 se quedó en segunda división, donde se la pasó hasta que cayó la URSS. Cuando Rusia quedó sola, fue electa para la tercera división, y en su primer intento ganó su grupo regional, llegando así a segunda división.
Tres temporadas en segunda ocupando los primeros cuatro puestos fueron más que suficientes para ascender como campeón. Su irrupción en el máximo circuito fue también sorprendente: séptimo lugar de 18 equipos, que le valió llegar a su única competencia europea de la historia, la Copa Intertoto 1997-98, donde llegó a la tercera ronda. Desgraciadamente, su presupuesto solamente le alcanzó para resistir tres temporadas en primera para regresar a segunda.
Salvo las temporadas en tercera de 2002 y 2005, el Baltika suele colocarse en media tabla contentándose con salvar la categoría. La nueva directiva con Tazhutdin Kachukayev (Тажутдин Качукаев) promete meter a Kaliningrado con la élite rusa. Veremos qué tal.
Partidos entre el Baltika Kaliningrado y el Luch Vladivostok
Al ser equipos que constantemente están en segunda división, no deja de haber duelos entre los equipos del Báltico y del Mar de Japón. Técnicamente entre ambas hay una distancia en línea recta de 7.300 kilómetros, mientras que en coche tenemos la friolera de 10.300 kilómetros. Aunque hay que atravesar todavía Lituania y Bielorrusia o Letonia, sigue siendo una distancia que se puede recorrer en automóvil.
En total, el Baltika y el Luch se han enfrentado 28 veces, con 9 triunfos para Kaliningrado y 7 para el combinado de Vladivostok. El número alto de empates puede ser el reflejo de la tamaña distancia que abarca toda Rusia. Imagínate tomar un vuelo en un avión Aeroflot: tendría una duración de 13 horas y 30 minutos. Algo bastante pesado: son nueve husos horarios que lo separan. Siempre en Rusia se recuerda que, cuando el Año Nuevo llega a Vladivostok, la gente en Kaliningrado apenas está haciendo la cena para recibirlo.
En 2017, el portal ruso Sports reportó la travesía que hizo Pavel Poplavtsov (Павел Поплавцов), aficionado al Luch, para ver al equipo de sus amores contra el Baltika. Se hizo una pregunta: ¿y si en lugar de ir al oeste vamos al este? Tardó en planear esta travesía con dos amigos. Se tomó un mes de su trabajo para recorrer medio mundo. Su travesía fue: Vladivostok-Seúl-Qingdao-San Francisco-Santa Bárbara-Los Ángeles-San Diego-Tijuana-Las Vegas-Denver-Chicago-Detroit-Nueva York-París-Bruselas-Ámsterdam-Varsovia-Kaliningrado. Después del juego, viajó a Moscú, donde tomó un avión de vuelta a Vladivostok. ¿Y el juego? Un aburrido 0-0.
El Baltika estuvo a punto de descender a tercera en 2019. Al terminar en lugar 16, eso significaba un regreso a tercera. Lo salvó la administración: hubo un club que no logró obtener la licencia para jugar profesionalmente y por ello tuvo una oportunidad más de vida. Precisamente con este club tiene una distancia mayor que con Vladivostok. Para llegar ahí hay que desviarnos en Khabarovsk para seguir a un poblado llamado Vanino (Ванино), desde donde sale un ferry que nos lleva al punto más oriental del futbol ruso: la isla de Sajalin.
Un poco de Sajalin
Japón es un país conformado por un archipiélago de islas. La más al norte es la isla de Hokkaido, donde antes vivía en su mayoría un pueblo llamado Ainu. Los ainus también habitaban una isla llamada Karafuto (樺太) por los japoneses. Los manchúes la llamaban Sahalian, nombre con el que conocían al río Amur. Los rusos tomaron este nombre y lo convirtieron en Sajalin.
No hubo cuestiones que relatar hasta la mitad del siglo XIX. Japón y Rusia entraron en pugna por la isla. Para los japoneses, era una extensión de Hokkaido; para los rusos, era una oportunidad perfecta para conectarse con la península de Kamchatka y fundaron minas de carbón. Establecieron escuelas, iglesias y demás linduras administrativas. En 1857, los rusos fundaron una colonia penal que recibió al escritor Anton Chejov (Антон Чехов). De hecho, ex convictos rusos fundaron en 1882 un poblado llamado Vladimirovka (Владимировка).
Al principio, Japón y Rusia acordaron que japoneses y rusos cohabitarían la isla, pero al inicio del siglo XX empezó la pugna entre rusos y el imperio japonés, que comenzaba su proyecto expansionista. La victoria japonesa sobre Rusia en 1905 marcó la pauta: se firmó el tratado de Portsmouth, donde se dividía a la isla con base en el paralelo 50, donde el norte iba a Rusia y el sur se quedaba en Japón. Precisamente la ciudad más importante quedaba en jurisdicción japonesa: Toyohara (豊原), la antigua Vladimirovka. Los japoneses trajeron a coreanos de los territorios que conquistaron. Mientras tanto, la principal ciudad en la parte rusa era Aleksandrovsk-Sakhalinsk (Александровск-Сахалинск).
Tras un estira y afloja entre Japón y la Unión Soviética, todo cambió con la II Guerra Mundial. Días antes de que se rindiera Japón, la URSS ocupó toda la isla de Sakhalin. Es verdad que el ejército soviético superaba en tres veces al japonés, pero ofrecieron mucha resistencia, por lo que la captura de Sakhalin solamente duró hasta el 22 de agosto. Toyohara pasó a nombrarse Yuzhno-Sakhalinsk (Южно-Сахалинск). En 1951 se firmó el tratado de San Francisco, donde Japón renunciaba a sus derechos sobre la fracción sur, pero no reconocía la soberanía soviética. Hasta la fecha no ha habido un tratado de paz entre Japón y Rusia: en los mapas japoneses, la antigua Karafuto se marca como «tierra de nadie».
Ese es el origen de la rivalidad entre rusos y japoneses (de la cual hablaré más adelante). A pesar de las diferencias, no deja de haber cooperación militar y económica entre ambos países. Después de todo, forman parte del grupo G20 y hasta estuvieron en el G8. La postura del ex Primer Ministro de Japón Shinzo Abe (安倍 晋三) ayudaba bastante… pero Yuzhno-Sakhalinsk es rusa, y aquí juega el FC Sakhalin.
FC Sakhalin: esfuerzo loable para la isla de Sajalin
Los habitantes de Yuzhno-Sakhalinsk veían cómo todos los reflectores eran abarcados por ciudades como Vladivostok y Khabarovsk. Por eso en 2004 decidieron hacer un club que velara por la activación de jóvenes y deportistas que pusieran a la isla de Sakhalin en el mapa ruso. Y así surgió el FC Sakhalin-Tourist (ФК Сахалин-Турист).
Llegó en 2006 a la cuarta división donde se midió a clubes amateur de todo el Lejano Oriente. Ganaron esa temporada y ascendieron a tercera como el FC Sakhalin (ФК Сахалин). Ahí han estado casi toda su existencia. La única excepción fue la incursión a segunda en la temporada 2014-15, pero así como llegaron, se fueron. Han ilusionado a su afición dos veces al llegar a octavos de final en la Copa de Rusia, pero hasta ahí..
El problema para el FC Sakhalin ha estado en los escritorios. Ha ganado dos veces el derecho de regresar a segunda, pero no se ha postulado para obtener la licencia que le permite competir a nivel profesional por falta de fondos.
¿Por qué tantas veces ha tocado la puerta? La tercera división en Rusia se dividía antes en cinco grupos de acuerdo con su posición geográfica: oeste, sur, centro, Ural-Povolzhie y este. Para ascender a segunda debías ser campeón de tu grupo. El FC Sakhalin evidentemente estaba en el último grupo. A diferencia de otros grupos con hasta 20 equipos, había poco cuórum en el grupo Este, apenas seis. Y no era difícil quedar en primero.
El problema para el FC Sakhalin es la reforma en la tercera división, donde ahora hay cuatro grupos, y el FC Sakhalin comparte grupo con los equipos moscovitas. Con una situación que ha vivido muchas veces el Luch de Vladivostok, luce ahora mucho más complicado que regrese a su techo.
¿Han jugado el Baltika y el FC Sakhalin?
Su breve estancia en segunda división bastó para que hubiese historial entre los clubes de los polos opuestos. El primer partido en Kaliningrado se saldó para los locales por la mínima, mientras que pagaron la visita con un empate a cero goles. Tras eso, hubo dos amistosos entre ellos, con victoria para cada bando. Estos cuatro partidos fueron suficientes para establecer el récord entre la mayor distancia entre equipos rusos: ¡10.503 kilómetros!
La liga rusa siempre nos regala relatos que le dan el sabor al futbol, y en este caso nos ilustran la vastedad de todo el territorio de la Federación Rusa. Para nosotros era lo común cuando los equipos mexicanos visitaban Sudamérica para disputar la Copa Libertadores o la Copa Sudamericana. Hace tiempo mencioné las dificultades que tendría un equipo hawaiano para competir en la liga estadounidense. Visualiza por ejemplo una visita entre el Hawai’i FC al New England Revolution que está en Boston.
Es verdad que la distancia más larga no le pertenece al futbol ruso, sino a ciertos equipos de las regiones de ultramar en Francia, que van a la metrópolis a jugar partidos de la Coupe de France: ¡más de 16.000 kilómetros de un equipo de Nueva Caledonia que jugó el Mundial de Clubes, el Hienghène Sport! Sin embargo, la situación de Rusia supera al de Francia porque aquí no hablamos de ningún tipo de soberanía. El futbol ruso abarca desde Kaliningrado hasta Vladivostok… y a veces hasta la isla de Sakhalin.
Como viste, tuvimos un viaje del Océano Pacífico (este) hasta el Mar Báltico (oeste). Rusia tiene salida al Mar Báltico y el Mar Negro, pero ya hablamos en su momento de San Petersburgo y Sochi. No hay equipos de relevancia en las orillas del Mar Ártico. Esto nos deja con un mar que no hemos mencionado: el Mar Caspio. En su costa está Daguestán, una de las tantas repúblicas que conforman la Federación Rusa. La capital es la ciudad de Majachkalá, donde juega el Anzhi. Hace casi 10 años fueron el epicentro del futbol mundial, con contrataciones bomba como Roberto Carlos y Samuel Eto’o. En la siguiente parada veremos el ascenso y caída de este club.
Recomendación musical 2
Ahora nos toca escuchar un poco a Kaliningrado. Los alemanes dejaron su huella hasta en la música. Hasta la fecha continúa su catedral y su órgano recientemente volvió a escucharse. Aquí puedes escuchar a un organista llamado Artiom Khachaturov (Артём Хачатуров) que interpreta el Carrillón de Westminster del compositor francés Louis Vierne.
Recapitulemos
El Luch es el equipo que representa a la ciudad de Vladivostok. Ha estado cuatro temporadas en primera división. Obtuvo cierta fama a nivel mundial debido a su posición geográfica: en un campeonato ruso repleto de equipos en Moscú y en la parte europea, Vladivostok debía recorrer más de 9.000 kilómetros cada 15 días. Algunos aficionados han tenido la locura de viajar en coche hasta Vladivostok, como sucedió a un trío simpatizante del Zenit de San Petersburgo. Habitual en la segunda división, el desplazamiento más largo del Luch era hacia Kaliningrado (10.300 kilómetros) donde juega el FC Baltika. Un aficionado al Luch viajó hacia el este para apoyarlos. Sin embargo, la distancia más larga es entre Kaliningrado y Yuzhno-Sakhalinsk (10.503 km), la principal ciudad de la isla de Sakhalin. Inicialmente fue disputada entre Japón y Rusia, pero desde 1951 Rusia tiene la soberanía. El cuadro de la ciudad es el FC Sakhalin. En la temporada 2014-15, el Baltika y el FC Sakhalin compitieron en la segunda división.
Nos vemos la siguiente. До свидания! (Da svidanya!)