Budapest: Orbán y el futbol para ganar votos en Hungría

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Jó reggelt kivánok! Hogy vagy? Estamos saludando en húngaro, idioma aparentemente aislado a miles de kilómetros de sus parientes en media Siberia. Espero que estés muy bien. La vez pasada estuvimos en Múnich para hablar de sus estadios desde un punto de vista arquitectónico. Hemos llegado al fin de la gira por todas las sedes europeas que albergarán partidos en esta justa veraniega. Toca trabajar con Budapest, capital de Hungría, para tratar del futbol combinado con política actual. Vamos a hablar del futbol como un medio para afianzar poderío.

Recomendación musical 1

Te quiero compartir un poco de la infancia que tuve pegado a la música de la enciclopedia Microsoft Encarta. Esto aparecía en el folclor de Hungría. Quien canta es Sebestyén Márta. Tuvo el privilegio de ser educada por un grande de la música clásica contemporánea como Kodaly Zoltán. Tiene el tino de adaptar canciones extranjeras en un estilo húngaro y entre otras cosas la UNESCO le otorgó en 2010 la medalla como Artista de la Paz. Formó parte del grupo tradicional húngaro Muzsikás. Esta es la canción que me atrapó de niño: Hidegen fújnak a szélek (Soplan vientos fríos).

Para este texto he tenido el privilegio de trabajar junto con la doctora Diana Plaza Martín. Es profesora de Relaciones Internacionales por parte de la Universidad Iberoamericana y parte del posgrado de la Universidad Ortega y Gasset. También es doctora en Comunicación por parte de la Universidad Complutense de Madrid. Y para agregar más luz a su currículum, ella fue gimnasta y llegó con 15 años a la selección española de la especialidad a competir a los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, donde obtuvo diploma olímpico por haber terminado en octavo lugar. La doctora Plaza y yo escribimos un artículo científico llamado The ‘Greater Hungary’ and the EURO 2020. Sports diplomacy of an illiberal state, el cual aparece en la revista científica Soccer & Society. Sobre este texto está basado esta parada en nuestro viaje. Te compartimos el enlace para que lo compres. Síguela en Twitter como @Dianaplazam Muchas gracias por esta oportunidad, Diana.

Vamos al tema de esta semana.

Budapest, poco a poco pisando fuerte

Para la UEFA, Budapest es la vieja confiable. Así es, en este último año la UEFA ha recurrido a la capital húngara como sede de emergencia en el caso de que algún equipo tenga su sede indisponible. Este carácter salvador se ha exacerbado sobre todo en estos tiempos convulsos de la pandemia por COVID-19.

Hay que recordar que de diciembre a febrero el Reino Unido fue severamente afectado por una cepa endémica del virus SarS-CoVID-19 y esa preocupación llevó a que ciudadanos británicos no fueran recibidos en otros países. Esto afectó a los clubes Liverpool y Manchester City para sus compromisos de vuelta de octavos de final de Champions League ante el RB Leipzig y el Borussia Mönchengladbach, respectivamente. Alemania es conocida por la rigidez de sus protocolos, con mayor razón más estrictos ante esta amenaza sanitaria, así que no dejó entrar a ambos clubes. La UEFA tuvo que actuar rápido y escogió a Budapest; finalmente esta ciudad no se veía limitada a solamente participar en fase de grupos de dicha competencia en el mejor de los casos.

Desde que Budapest fue electa como una de las sedes de esta Eurocopa paneuropea, sus responsabilidades se han incrementado. Ha sido sede de la Supercopa Europea el año pasado, y en 2023 albergará la final de la Europa League. Nada mal para una nación que experimenta un lento renacer para siquiera acercarse tímidamente a la luz que representó la que ha sido la mejor selección de la época.

El Primer Ministro de Hungría, Orbán Viktor, lo ha entendido más que nadie. A pesar de ser un país mandamás en otro deporte menos mediático como el waterpolo, el futbol ha sido el medio para lograr consolidar poder no solamente dentro del país, sino fuera. Te traemos una historia de política, dinero y eventos a la usanza húngara.

Orbán Viktor: Tegye újra Magyarországot nagyszerűvé (Make Hungary Great Again)

Desde que Orbán Viktor llegó al poder por segunda ocasión en 2010 con una aprobación avasalladora (52,73% de los votos), Hungría ha tenido una actitud de recordar su pasado glorioso; dicha nostalgia es algo que se encuentra en el manual de líderes populistas como Jair Bolsonaro en Brasil, Donald Trump en Estados Unidos, Recep Tayyıp Erdoğan en Turquía, Narendra Modi (નરેન્દ્ર મોદી guyaratí) en India y Andrés Manuel López Obrador en México.

Además de ser Primer Ministro, Orbán es presidente de Fidesz desde 2003, un partido político de ideología centro-derecha y con prácticamente mayoría en todas las cámaras y gobiernos locales desde que llegaron al poder en 2010.

Los húngaros todavía recuerdan cuando pararon en seco a los otomanos en su avance, salvando así a Europa. Y eso se vio en la crisis migratoria de 2015, cuando Hungría soportó las presiones de Bruselas y no dejó avanzar el paso migratorio. ¿Cuál fue la clave para esta actitud? Una retórica plegada en provocaciones, referencias a la fe cristiana (aunque él es calvinista) y evocaciones a un pasado donde dominaban el centro de Europa.

Usando el nombre de Puskás en vano

Pocos saben que el mismo Orbán era un futbolista, nada malo por cierto. Militaba en el club de su ciudad natal, Felcsút, que languidece en la cuarta-quinta división. Ese gusto por el futbol se le quedó pegado cual calcomanía. Por ejemplo, el primer viaje hacia el extranjero de su primer periodo como Primer Ministro (1998-2002) fue a Francia para ver la final del mundial de futbol de 1998; se dice que ve seis partidos cada fin de semana y que va con disciplina religiosa a ver las finales de Champions League en vivo.

El futbol también ha sido objeto de esa política nostálgica para traer de vuelta un pasado glorioso húngaro. No es ningún secreto para los aficionados recalcitrantes al futbol que el mejor equipo que pisó la faz de la tierra era la selección húngara de 1950 a 1956, la llamada aranycsapat. Para cumplir este destino manifiesto, Orbán se ha puesto manos a la obra y desde 2005 ha dado un realce al futbol local, dando financiamiento a discreción a todos los equipos.

Veamos un caso interesante con respecto a este rubro. El embajador del futbol húngaro es precisamente Puskás Ferenc (sí, es una referencia hacia nosotros). ¿Cómo honrar al que fue el mejor delantero de esa década de los cincuenta? ¡Eureka! ¡Fundemos a un equipo que lleve su nombre! Fue así como surgió el equipo Puskás Akademia. Se nombró en honor a la saeta húngara, pero no tiene ninguna relación; vamos, ni siquiera juega en su ciudad natal, Budapest… sino en Felcsút, pueblo natal de Orbán. Él mismo puso dinero para formar un equipo que pudiera competir en primera división. 2009 fue el año donde todo empezó a salir bien. Orbán mismo invitó a Joseph Blatter, entonces presidente de la FIFA, para que supervisara las obras en Felcsút, y le encantaron. Ahí, Orbán y Blatter anunciaron la creación del premio Puskás de la FIFA para el gol más bello del mundo. Tras ello, Orbán firmó un acuerdo con Videoton, un decano del futbol húngaro, y en ese momento una de las mejores canteras de este país. Con esto, muchos educados en ese club, fueron a parar a Felcsút. Todo esto fue en un contexto cuando Fidesz buscaba ganar las elecciones.

No hace falta tampoco mencionar al nuevo estadio nacional de Hungría, el estadio Puskás Ferenc, construido en el lugar del viejo Nepstadion. Este estadio se describe más a fondo en la sección de sedes de la Euro.

Futbol como manera de escapar a las obligaciones fiscales

Un año después de ganar las elecciones en Hungría en 2010, el gobierno de mayoría de Fidesz ha establecido un sistema fiscal llamado Desagravación del Impuesto sobre Sociedades, o TAO por las siglas en húngaro Társasági Adókedvezmény. Mediante este esquema, las empresas reciben alivios tributarios si prueban que apoyan a al menos uno de los siguientes deportes: futbol, handbol, basketbol, waterpolo o hockey sobre hielo. En 2017 se incluyó el volibol. De acuerdo con datos de Eurostat en 2017, Hungría ha destinado el 2,5% de su PIB para apoyar el deporte, más del triple del promedio en el resto de la Unión Europea (0,7%). De 2011 a 2017, alrededor de la novena parte de la recaudación de impuestos (390 millones de dólares) fue a parar a organizaciones deportivas.

Este sistema fiscal no ha sido recibido con buenos ojos por parte de la organización Transparencia Internacional porque es susceptible de sufrir muchísima corrupción por alguno de los puntos débiles: falta de transparencia y distribución desproporcionada en las donaciones, selección sesgada de clubes elegibles, preferencia en el nombramiento de líderes de las federaciones, negociaciones por demás turbias y lobbying opaco.

Piensa mal y acertarás. El gobierno declaró la información del TAO como secreto fiscal porque dijo que este programa no público y no había necesidad de saber más sobre quién daba dinero, quién lo recibía y cuánto había disponible. Por increíble que parezca, la Unión Europea ha dicho que este sistema no contraviene sus políticas, no una… dos veces. De todos modos, ha recalcado que ese dinero se debe destinar para construir instalaciones deportivas y que al menos abra la información al dominio público por 10 años. Como compensación, Hungría prometió establecer una comisión independiente que velara por el uso correcto del dinero. Obviamente hasta la fecha esta promesa no se ha cumplido.

Cuando las cifras aún estaban disponibles, se confirmaron ciertos temores. De 2011 a 2017 se destinaron 450 mil millones de florines (alrededor de 1,3 mil millones de dólares) a los deportes previamente mencionados, y de esa cantidad, el 43% fue a parar al futbol. Imagina, la cantidad que en total recibieron los cinco clubes más importantes de esos cinco deportes fue de 53 mil millones de florines, y el verdadero beneficiado fue el equipo Puskás Akademia (13,9 mil millones), que en 2019 presume de ser un semillero de jugadores que han parado a clubes como Barcelona en España, y Werder Bremen y el Freiburg en la Bundesliga.

Tal desigualdad puede ser explicada por la pasión que Orbán siente por el futbol. No es ningún secreto que tiene una política tácita de “primero el futbol”. Desde 2010, el financiamiento ha corrido a raudales para 11 de los 12 equipos de la Nemzeti Bajnokság I, o primera división de Hungría: Puskás Akadémia, Debreceni VSC, Ferencváros TC, MTK Budapest, Szombathelyi Haladás, MOL Vidi, Kisvárda, Mezőkövesd Zsóry FC y Diósgyőri VTK. Por ello, casi todos los clubes presumen un estadio en buenas condiciones, justo cuando ocupa el lugar 28 en el ranking de ligas de la UEFA.  A pesar del dinero destinado a este deporte, los estadios no han visto un incremento en el aforo de los partidos de la liga húngara

Clubes de la liga húngara de futbol

La principal crítica de Orbán es que en la práctica no voltea a ver al resto de deportes beneficiados con el TAO. Comparemos los lugares de las diferentes selecciones nacionales en los ránkings internacionales:

Rama Futbol Basketbol Waterpolo Hockey sobre hielo Handbol Volibol
Varonil 37 38 3 21 8 66
Femenil 44 26 4 12 1 48
El deporte nacional de hungría es el waterpolo. Aquí vemos cómo celebran la obtención del campeonato europeo

Casta de oligarcas a su servicio

Orbán ha reforzado precisamente este poderío gracias a un círculo de oligarcas que han recibido sin cesar todos los beneficios posibles del sistema TAO, todo gracias al futbol. Los mantiene contentos porque les adjudica directamente las licitaciones para construir dichas academias y estadios y se quedan con las ganancias, a cambio de lealtad con Fidesz. Cuando todavía estaban disponibles las cifras para el programa de TAO (2011-2014), estas personas recibieron cerca de 250 millones de euros a partir de estas contribuciones. La página web de la Federación Húngara de Futbol es descarada al respecto. “Este sistema de beneficios fiscales para los que benefician al deporte asegura la posibilidad de atraer mucho más fondos”.

La bonanza económica para Puskás Akademia está íntimamente ligada a su dueño, un aliado que es hombre clave en el organigrama financiero y económico de Hungría, Mészáros Lőrinc. Regresemos al 2007. Su única compañía, Mészáros & Mészáros, estaba a punto de declararse en bancarrota. Y es aquí donde Orbán acude en su rescate. ¿La razón? También nació en Felcsút y se podría decir que es íntimo amigo del ahora Primer Ministro. En ese momento, Orbán le dio las llaves de Puskás Akademia, comenzando así una relación de negocios que nadie ni nada ha podido romper. De vuelta al presente, Mészáros es el hombre más rico de Hungría. Su riqueza proviene de ganar el 80% de las licitaciones de infraestructura la Unión Europa, y ahora es dueño de más de 100 negocios y 200 medios de comunicación locales, como el diario deportivo Nemzeti Sport y los periódicos locales de 12 de los 19 condados de Hungría. Por lógica, se sigue que en sus páginas y en su tiempo de transmisión se encuentra propaganda del partido Fidesz. Es decir, Mészáros es el vocero de Orbán.

No es el único nombre. Hay que mencionar a Csányi Sándor, el director de OTP, el banco más grande de Hungría. Además de todo, es el presidente de la Federación de Futbol. Al final todo queda en una especie de “club de Toby”: este banco le ofrece tasas de interés bastante ventajosas para Mészáros Su poder incluso excede fronteras. Es el vicepresidente de la FIFA y de la UEFA, convirtiéndose así en el tercer hombre más importante del futbol mundial, un escalafón debajo de Alexander Čeferin y Gianni Infantino. Irónicamente, también es el presidente del Comité para Competencias de Selecciones Nacionales y miembro del Consejo para la Estrategia del Futbol Profesional, ambos entes parte de la UEFA. Se podría decir que los tentáculos de Orbán llegan a la red del futbol mundial.

¿Qué sucede con la UEFA? Desde que Michel Platini era su presidente, este ente ha funcionado bajo 11 valores que son la base para las actividades y el diálogo futuros de la UEFA, a nombre del futbol europeo, con los ámbitos político, económico, social y deportivo. Al parecer, la Federación Húngara de Futbol entra en conflicto con dos de ellos:

  • Unidad y liderazgo: Se dice que la UEFA no opera en una dictadura, pero el régimen de Orbán no ofrece mucha libertad y pluralidad política. Eso sucede cuando en la organización está colocado un hombre fuerte de Hungría.
  • Buena gobernanza y autonomía: La organización del futbol en Hungría está lejos de los principios que pregona la UEFA, como apertura, democracia, transparencia y responsabilidad. El sistema TAO es secreto fiscal y es por varios conocido que Orbán favorece a su círculo de oligarcas.

Futbol para reencender los orígenes

Además del programa TAO para beneficios fiscales, el gobierno de Hungría tuvo otra movida, en esta ocasión mirando hacia fuera de las fronteras. Una cuestión que todavía causa escozor para los húngaros es el tratado de Trianon, donde el país perdió cerca del 70% del territorio y 66% de su población. Todo ese pedazo perdido fue a parar a ocho países. Ese es otro punto que explota la política populista de Orbán, el llamado irredentismo.

¿Qué tiene que ver el futbol en este sentido y cómo se entrelaza con la política? Fidesz impulsó una iniciativa de ley para cambiar la ley de nacionalidad húngara; desde el 2011 todos los descendientes de aquellos que eran húngaros antes de 1920 y entre 1941 y 1945 (es decir, que vivían en territorio húngaro perdido por Trianon) podían postularse para obtenerla y poder votar esas elecciones. Es verdad que dicha ley era para que las personas se reconectaran con la tierra materna de sus antepasados, pero la verdadera intención era comprometer su voto. Hasta 2015, 750.000 personas se habían postulado con éxito; eso representaba en efecto 750.000 votos para Fidesz.

El futbol entra de esta manera: el gobierno húngaro, a través de la Federación Húngara de Futbol, ha destinado alrededor de 70 millones de euros en financiar academias de futbol en esos pueblos de mayoría húngara, todos dentro de los territorios pre-Trianon. Ese dinero también va a clubes profesionales localizados en ocho ligas, algo que ocurre desde 2013. En el periodo 2013-2018, la cantidad total de inversión fue de 87 millones de dólares.

Afición del FC DAC 1904 Dunajská Streda

Hasta 2020, se sabía de nueve clubes en siete ligas, tanto en primera como en segunda división, e incluso en categorías inferiores. En la siguiente tabla puedes ver cada uno de ellos, junto con datos como la población húngara en cada país y región de minoría (incluyendo porcentaje), el pueblo donde se localizan, qué división es, quién es el dueño y cuánto dinero recibe.

País Cantidad de húngaros Club Ciudad Div. Lugar Dueño Financiamiento (millones USD) (2018)
Rumania 1.227.623 (6,5%); 1.216.666 (17,9%) en Transilvania (Erdély) Sepsi OSK.  Sfântu Gheroghe (Szentgyörgy) 1a 9/14 Diószegi László 6,24
    FK Miercurea Ciuc Miercurea Ciuc (Csíkszereda) 2a 5/20 Szondy Zoltán 5,96
Serbia 293.299 (3,91%); 290.207 (14,28%) en Voivodina (Војводина) (Vajdaság) TSC Bačka Topola (ТСК Бачка Топола) Bačka Topola (Бачка Топола) (Topolya) 1a 5/20 Palágyi Szabolcs 14,04
Eslovaquia 458.467 (8,5%) FC DAC 1904 Dunajská Streda Dunajská Streda (Dunaszerdahely) 1a 2/12 Végh Tibor (90%) 6,55
    KFC Komárno Komárno (Komárom) 2a 8/15 Baráth Juraj 6,05
    MŠK Rimavská Sobota Rimavská Sobota (Rimaszombat) 2a ¿? Szántó Štefan 4,68
Ucrania 156.566 (0,3%);151.533 (12,09%) en el óblast de Transcarpatia (Закарпатська) (Kárpátályá) FK Munkacs Mukacheve (ФК «Мункач» Мукачеве)  Mukachevo (Мукачево) (Munkács) Reg. ¿? N/A 8,27
Croacia 14.048 (0,33%);8.249 (2,70%) en el condado de Osijek-Baranja NK Osijek Osijek (Eszék) 1a 2/10 Mészáros Lőrinc (50%) 6,24
Eslovenia 6.243 (0,29%); 6.243 (8,00%) en Prekmurie (Prekmurje) NK Nafta 1903 Lendava (Lendvai) 2a ¿? Dejan Dončič 4,06
Mapa con la situación geográfica de cada equipo dentro de la Gran Hungría (elaboración propia)

Recientemente ha trascendido que el club húngaro Kisvárda quiere comprar el club ucraniano FK Mynai (ФК Минай), que juega en la ciudad de Uzhhorod (Ужгород), ciudad más grande del óblast de Zakarpatia. Si esto se concreta, sería un movimiento estratégico para acceder a la máxima categoría del futbol en Ucrania. Este club acaba de descender a segunda división por acabar en 14° de 16 equipos, y desde ya son favoritos para regresar. Nada mal para un equipo fundado seis años atrás.

Esta política irredentista del futbol húngaro ha trabajado también en el futbol no oficial, concretamente la ConIFA, organización paralela a la FIFA que vela por equipos sin reconocimiento oficial o con cuestiones políticas muy fuertes. Hay cuatro selecciones que son bastante competitivas en campeonatos europeos y mundiales, cada uno representante de una comunidad húngara en algún país: País Sículo (Rumania), Délvidék (Serbia), Felvidék (Eslovauqia) y Transcarpatia (Ucrania). Este último incluso fue campeón del último mundial, ocurrido en Londres en 2018. Hace ya tiempo hablé de este tema.

Transcarpatia, campeón del mundial ConIFA 2018

Para un país colocado en una posición desventajosa dentro de la Unión Europea, sería mejor invertir todo ese dinero en cuestiones como salud. La pandemia por COVID-19 nos ha dejado esa lección invaluable. Dentro de la OCDE, Hungría es la que peores sueldos le da a la mano de obra calificada; por ello, la emigración de húngaros está en niveles alarmantes. Pero para Orbán, goles son amores y votos. Ahora Hungría es una sede europea a prueba de fallas y la selección húngara ha regresado por la puerta grande, al menos para este verano. Lo importante es que todos tienen salud y futbol… ¿no es así?

Fuentes

Plaza Martín, Diana, y Alarcón Hernández, Eduardo Sebastián. The ‘Greater Hungary’ and the EURO 2020. Sports diplomacy of an illiberal state. Soccer & Society. Abril de 2021
Mortimer, Tom, y Devine, Joe. Viktor Orban: Football & ‘Tax Secrets’ in Hungary. Tifo Football. YouTube. 24 de mayo de 2019
Cuevas, Jorge. ¿Por qué Budapest apunta para ser una alternativa para la Champions League? Sopitas. 9 de febrero de 2021
Tuit de @Buckarobanza. 9 de mayo de 2021

Para cerrar la gira de Europa a través de historias, es momento de hablar de las sedes que no fueron. La mencionada pandemia por COVID-19 arrebató sus partidos a Dublín y Bilbao, ciudades destinadas para el grupo E. No son las únicas. De un total de 40 ciudades, la lista se recortó a 12. Muchas no pasaron el corte, otras no convencieron a directivos y otras abusaron de la buena fe de la UEFA. Este breve homenaje será nuestra siguiente parada.

Recomendación musical 2

Hungría también tiene su música pop. Muchos de ellos salen de reality shows como X-Factor y los ganadores pueden optar por representar al país en Eurovisión y/o continuar con su carrera floreciente. El ganador de la segunda temporada (2011) fue Kocsis Tibor. Esta es una canción suya: Lásd a csodát (Mira el milagro).

Recapitulemos

Budapest fue la sede de emergencia para equipos ingleses en las vueltas de los octavos de final de la Champions League. Esto es una muestra de la importancia cada vez mayor que tiene Hungría para la logística de la UEFA. Todo es gracias a la política de su Primer Ministro Orbán Viktor, gran aficionado al futbol. Él está en su puesto desde 2010. Antes era un futbolista que jugaba en el club de su ciudad natal. Ha consolidado su poderío gracias a este deporte:

  • Otorga descuentos en impuestos a empresas que apoyan al deporte con el sistema fiscal llamado TAO. Mucha de esta recaudación se destina al futbol, si bien en otros deportes como el handbol y el waterpolo tienen resultados mucho mejores. 11 de 12 equipos de la liga húngara también se ven beneficiados, pero quien recibe más dinero es Puskás Akademia, club de Felcsút, ciudad natal de Orbán.
  • Ha logrado establecer una red de oligarcas que le son leales. El brazo derecho es Mészáros Lőrinc, el hombre más rico de Hungría y dueño de Puskás Akademia, además de 100 negocios y 200 medios de comunicación, como el diario nacional deportivo Nemzeti Sport. Otro es Csányi Sándor, presidente de OTP y el tercer hombre más importante del futbol (vicepresidente de la UEFA y la FIFA).
  • El gobierno húngaro ha financiado academias y equipos profesionales en los antiguos territorios perdidos por el tratado de Trianon. En total son nueve clubes en Eslovaquia, Ucrania, Serbia, Rumania, Croacia y Eslovenia.

Nos vemos la siguiente. Viszontlátásra!

Sebastián Alarcón
Sebastián Alarcón
Soy Sebastián Alarcón, tengo 31 años. Aspiro a ser polímata. Junto futbol con geopolítica, sociedad, cultura, idiomas e historia y le agrego música para explicar el mundo. Escribo de futbol de la FIFA y fuera de ella. Si sientes la décima parte de lo que siento al escribir, mi misión está completa.

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