Países Bajos 1-2 Inglaterra: emparejamientos por el centro y miedo antes que valentía

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El partido llevaba casi una hora igualado. No solo por el resultado, sino porque Gareth Southgate y Ronald Koeman habían conseguido resolver los problemas que de inicio se habían propuesto. Las soluciones por parte de ambos fue emparejar. Cuando todo hacía pensar en una nueva prórroga, apareció Ollie Watkins para anotar el desempate que pudo haber llegado para Inglaterra antes de la lesión de Memphis. La lesión del punta holandés sirvió a Koeman para que los Países Bajos dejase de sufrir y, probablemente, para que llegara al descanso con el empate en el marcador. En la segunda parte, con todo más equilibrado, el miedo a abrir la puerta al rival, impidió que ninguno tuviese la valentía para ir con todo a por la victoria. Y en esas apareció Ollie Watkins, un delantero que hasta los 25 años no debutó en la máxima división inglesa, para romper una igualdad que Koeman y Southgate habían buscado.

Desde el principio se vio cómo Koeman quería mantener controlados al tridente inglés. La pareja de centrales estaría pendiente de Kane, mientras que Schouten y Reijnders estarían muy pendientes de los movimientos de ruptura, intercambio y apoyo de Bellingham y Foden, respectivamente. No fueron marcas constantes, algo más en el caso de Schouten con el madridista, algo menos en la de Reijnders con Foden (por su atracción hacia la base de la jugada, por el problema que comentaremos más adelante que ofrecía Mainoo y porque, simplemente, Foden estuvo a un gran nivel), pero la idea primigenia es que casi siempre estuviesen emparejados unos con otros. Algo muy de la Oranje, que también emparejaba a Aké contra Saka, Dumfries contra Trippier, Gakpo con Walker, Malen con Guéhi y Memphis con Stones.

El único que debía elegir más veces era Simons, que tenía que decidir entre el medio que se quedaba más cerca de primera línea (Rice) o quien se soltaba como un interior (Mainoo). Y esto representaba un problema porque cuando Simons saltaba a presionar al medio que recibía más abajo, el que deja libre debía de ser para Memphis o uno de los extremos. Pero a veces el punta no llegaba a tiempo desde Stones, o los extremos (Gakpo debía olvidarse de Walker, Malen de Guéhi), no lo leían a tiempo. Esto, como se verá más adelante, será el principio de la solución para una Inglaterra que rápido se asentaría en campo rival, aunque con 1-0 en contra.

Pues tampoco había empezado Inglaterra demasiado mandona. Países Bajos estaba pudiendo salir de su presión; aunque fuese con el balón largo hacia la espalda de la defensa. Con Dumfries al principio bajo en la defensa, con un rombo en el centro del campo (Schouten eligiendo bien los primeros toques, Reijnders y Simons buscando bien los costados y Memphis alejándose de Stones) y con dos extremos Gakpo y Malen estirando por bandas y atentos para picar al espacio. A ello, los Three Lions respondían con una presión alta del tridente ofensivo que buscaba taponar los pases interiores de los zagueros, algo que conseguían de primeras, pero no de segundas. El doble pivote inglés estaba teniendo más problemas con el rombo de Holanda, pues existía un 2×3 Rice y Mainoo contra Simons, Memphis y Reijnders. En principio, han de ser los centrales (Guéhi, Stones y Walker) quienes salten a por Simons, Memphis o Reijnders cuando Rice y Mainoo no puedan, pero la amenaza que suponen Gakpo y Malen al espacio que dejarían provocan que, o bien pueda haber un 1×1 en carrera o que un neerlandés reciba solo a espalda de medios. De hecho, varias circulaciones en primer línea (incluida la del gol) acaba en un pase a Dumfries, abierto, abajo y sin que Trippier se anime a ir a por él, para no dejar las amenazas al espacio de Malen (y Simons) solo con Guéhi.

Todo esto lo resolvería Southgate poco después del gol. A partir del 13′, el cambio táctico del discutido entrenador ayuda a su equipo a impedir que la Oranje tenga siempre una posibilidad de salida fácil (al espacio o entre líneas por dentro). A partir del 13′, Inglaterra empieza a presionar los reinicios con marcajes individuales y Países Bajos empieza a perder el balón mucho antes. La clave está en el comportameinto de Saka. El carrilero derecho se empareja con Reijnders. De este modo, Mainoo podía centrarse en Schouten y Rice en Simons, sin tener que estar pendiente de posibles permutas. Trippier también pudo centrarse en Dumfries de forma constante. Atrás Walker con Gakpo, Guéhi con Malen y Stones con Memphis, cuyos apoyos siguieron provocando alguna que otra salida. De igual modo, con los tres puntas tapando los pases interiores y acosando a los tres centrales (Bellingham con De Vrij, Kane con Van Dijk, Foden con Aké), Holanda tuvo más problemas para hallar el hombre libre tras circulación. El balón directo a Dumfries tampoco sirvió de mucho y Malen de referencia menos.

Además, estas marcas provocan que si hay pérdida de Holanda, las asignaciones neerlandesas no sean correspondidas con las esperadas en su fase defensiva; y es más fácil que Reijnders (pendiente de Saka) y Schouten (Mainoo) no tengan viligados a Bellingham y Foden; mientras que la línea de tres con la que empieza Holanda debería decir adiós a la última línea si el trío inglés atacante buscase recibir más abajo el esférico en esos momentos de contra.

Pero ese problema tampoco va a presentarse en demasiadas ocasiones, porque la pelota va a empezar a ser de Inglaterra de forma constante. Como hemos comentado, Holanda también tenía otro déficit cuando Inglaterra tenía la pelota en su campo. El salto de Simons y Memphis, casi siempre sobre Rice y Stones, no era seguido por Gakpo o Malen que no saltaban a sus centrales para tapar al otro mediocentro; con lo que Reijnders (casi siempre) o Schouten abandoban a su par (Foden o Bellingham) y dejándoles con espacio/tiempo a las estrellas del City y Real Madrid. Realmente, el 2×1 contra Reijnders aparecía solo entre Mainoo y Foden, en un miniduelo que a gran escala se convertía en un 4×3 en la banda derecha. Contando a Saka (interiorizando su posición), Walker (ganando altura a costa de Rice) por parte inglesa; y a Gakpo y Aké por parte neerlandesa. Sin duda, fueron los mejores minutos de Inglaterra, por la buena lectura y habilidad de Foden, Mainoo, Saka y Walker. Solo el palo y Dumfries sobre la línea de gol evitaron los goles de Foden.

Entonces, llegó la lesión de Memphis (34′). Aunque Memphis había ayudado en salida con alguna recepción entre la pareja de mediocentros y haciendo sacar a Stones de zona, con el cambio comentado de Southgate estaba perdiendo protagonismo. Además, Koeman pudo parar la sangría. Entró Veerman, para colocarse de enganche, colocó a Malen de referencia y echó a Simons a la derecha. Fue un cambio defensivo estando con 1-1, pero la Oranje ni tenía balón, ni estaba cómoda sin tenerlo. El cambio vino acompañado de una indicación que bien podría haber sido algo así: «Veerman, quédate con Mainoo; así Reijnders se centra en Foden que nos está haciendo daño». Inglaterra siguió viviendo en campo rival, pero ya era más difícil encontrar al hombre libre. El duelo se niveló hasta el descanso y lo que Países Bajos había perdido en ataque con la retirada de Memphis, lo recuperó cuando en el descanso entró Weghorst.

Entre el emparejamiento de Veerman con Mainoo y un jugador al que echar cualquier tipo de balón directo, Holanda dejó de sobrevivir para vivir. Incluso, empezó a tener más balón, a través de segundas jugadas ganadas por Weghorst y de una nueva estructura en salida. Dijo adiós al rombo en el medio, Dumfries empezó a ganar más altura de extremo, mientras que los dos pivotes (Schouten y Reijnders) y dos interiores (Veerman y Simons) iban jugando con alturas y tipos de apoyo. Sin embargo, pocas veces los centrocampistas neerlandeses recibirán a espaldas de medios ingleses.

El partido entró en una fase tensa, sin casi presencia en las áreas. Tanto unos como otros empezaron a construir circulaciones más seguras que preocupantes para los sistemas defensivos. Se viajaba de costado a costado (en U), asegurando los pases con muchos integrantes en primeras líneas y estando más preparados para una eventural pérdida que para sobrepoblar los pasillos interiores a espaldas de medios. Holanda con sus emparejamientos individuales y acosantes a partir de campo propio e Inglaterra con un 5-4-1 en bloque bajo complicaban a las ofensivas que, además, contaban con pocos efectivos en comparación con el número de defensores por detrás de línea de balón. Solo las transiciones (no hubo demasiadas porque se aseguraba sobremanera el pase), la habilidad y la constancia de Foden (imitado luego por Cole Palmer), o las conducciones de Gakpo o Saka fueron las únicas formas de lograr hundir al interior del área para ambas escuadras. Porque solo ante defensas hundidas, los medios de unos y otros cargaban el área buscando el remate. Curiosamente, y cuando el encuentro declinaba, la semifinal se decidió en un momento de 2×1 de Mainoo y Cole Palmer, el reemplazante de Foden, contra Reijnders. Lo que Koeman había solucionado; se le fue al traste en el 89:59.

Los goles:

  • 1-0 Simons (7′). Holanda reinicia de un fuera de juego en mitad de su propio campo. No está teniendo problemas para circular de lado a lado con los cuatro zagueros a la misma altura ante los tres puntas ingleses. Dumfries recibe de Van Dijk y envía a la espalda de la zaga buscando la carrera de Reijnders entre central derecho (Walker) y central (Stones), que siempre está pendiente de los descuelgues de Memphis y no está en la línea. De todos modos, el envío lo corta el central izquierdo (Guéhi) de cabeza. En dirección a la meta de Pickford trata de controlar Rice bajo el acoso de Xavi Simons, que mete el cuerpo, roba la pelota y avanza hacia Walker para disparar en la frontal. Le busca pegar con mucha fuerza y su pie de apoyo se le resbala en el momento del golpeo, pero no pierde la postura corporal inclinada hacia delante y el balón coge puerta. Pickford la toca, pero no suficiente.
  • 1-1 Kane (18′) (p). Penalti lanzado por el delantero del Bayern al costado izquierdo, raso y muy fuerte; Verbruggen acierta el lado. La jugada del penalti nace de una posesión larga de Inglaterra, que al no ver posibilidad de penetración en últimas líneas, retrocede hasta Pickford. Simons vigila pero deja recibir cerca de su área a Mainoo. Mientras se toma su tiempo, Schouten decide viajar a por Rice, dejando a Bellingham con Dumfries y Malen más pendiente de Guéhi (abierto) que de Trippier (más altura). Por eso, es Guéhi quien recibe de Mainoo, mientras Bellingham inicia un desmarque de apoyo. Es entonces cuando se gesta el desajuste en el cambio de pares. Dumfries no le sigue para no abrir espacio a su espalda para Trippier. Malen también recula porque estaba pendiente de Trippier a su espalda. No hay entendimiento entre extremo y lateral neerlandés, que van al mismo (Trippier), dejando solo a Bellingham. A espaldas de Schouten, en campo inglés pero con espacio por delante, Jude avanza y verticaliza hacia la derecha. Reijnders desvía el pase hacia Foden, pero lo recibe Kane. Con todos los zagueros neerlandeses por dentro, Kane abre a la derecha para Saka quien conduce hacia dentro en el interior del área. Conduce en paralelo evitando a Aké que no se atreve a meter el pie hasta que el extremo del Arsenal dispara. Reijnders vuelve a taponar, pero le rebota en Saka. Con el abdomen, «asiste» a Kane que volea por encima del larguero con violencia. Sin tanta violencia, pero levantando demasiado la plantilla, Dumfries golpea en el punta.
  • 1-2 Watkins (90′). Reinicio en campo propio de Inglaterra tras una falta de Gakpo a Guéhi tras un juego directo sobre Weghorst. Cole Palmer la ha buscado en tres ocasiones diferentes entrar en contacto con el balón, a diferentes alturas. La primera, delante de todos los jugadores holandeses. La segunda detrás de la primera línea. En ambas, Reijnders le ha obligado a jugar hacia atrás. Inglaterra bascula de derecha a izquierda pasando por Pickford y hasta Guéhi y de vuelta a la derecha. Stones puede jugar en largo hacia Cole Palmer, que tira un desmarque de finalización (seguido por Reijnders y aprovechando una altura de más que tiene Van Dijk), pero el central juega con Rice cerquita. En el círculo central. La conducción, que descarta con facilidad a Weghorst, atrae la atención de Vermeer. Hasta entonces estaba con su par, Mainoo. Hacia él va el pase de Rice, mientras Saka hunde a Aké por la banda. Reijnders lo ve y trata de llegar, soltando a Cole Palmer. Mainoo no controla, pero toca. Reijnders se queda a mitad de camino y la pelota le llega a Cole Palmer. De Vrij, por el hundimiento de Aké, no puede igualar la altura para el fuera de juego que marca Van Dijk. Palmer, solo, controla, se gira, levanta la cabeza y ve que entre centrales, Watkins está dibujando una carrera diagonal. La acción tras el control es rapidísima. Controla orientado con el pie derecho hacia línea de fondo y dispara cruzado para sorprender a De Vrij y Verbruggen.
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Rafa Medel
Entrenador y periodista

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