Tres tapados entre los 8 finalistas de Europa League

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Fuera de los focos, la presente UEFA Europa League ha traído consigo unos atípicos octavos de final, sin ningún equipo portugués ni tampoco alemán, pero destacando una mayor representación para varias ligas de inferior coeficiente que están reduciendo esa brecha. Llegados a este punto, con tres intrusos en cuartos de final, ¿puede alguno de los “tapados” repetir unas semifinales siguiendo el ejemplo del RB Salzburg 17/18 o del Shakhtar Donetsk en la pasada campaña?

🇭🇷 GNK Dinamo Zagreb

El outsider croata se presenta en esta ronda de cuartos de final como el equipo más inesperado y épico de las presentes eliminatorias de Europa League. No solo porque el Tottenham fue su rival en octavos; sino porque lograron revertir un 2-0 desfavorable de la ida, en un duelo de vuelta que se fue a la prórroga, con hat-trick de Mislav Oršić para culminar una remontada histórica que llegó en la misma semana que su entrenador, Zoran Mamić, fue condenado a 4 años y 8 meses de cárcel por malversación de fondos dentro del club. Ni a Alfred Hitchcock se le podría haber ocurrido un giro de guión más brusco e inesperado para esta película. Dentro de las fronteras del país balcánico han ganado 14 de los últimos 15 títulos domésticos en juego, algo que le ha llevado a tener que ensanchar sus vitrinas, habiendo sumado 21 ligas en total.

Dados los incidentes en su banquillo, su libro estilístico no está tan marcado ahora, aunque el bloque sí viene consolidado desde años atrás. De hecho, la pasada campaña rozaron la clasificación a octavos de final de Champions con una columna vertebral que “solo” perdió a Nikola Moro, Emir Dilaver y Dani Olmo. Por aquel entonces, su sistema predilecto era el 3-4-2-1, mientras que esta temporada viene dibujando mayoritariamente un 4-1-4-1 donde no solo cuenta con la base de la Croacia U21 que viene de dar la campanada en este último parón, sino que también está representado en la absoluta subcampeona del mundo e, incluso, cuenta con dos de los pilares de una Macedonia del Norte que no para de hacer historia.

Bajo la premisa de verticalizar el juego en cuanto se pueda, el Dinamo es un equipo que donde más cómodo se siente es en un contexto de muchas transiciones. No está capacitado para garantizar el control replegando muy cerca del área de Livaković, ni tampoco para dominar a campo abierto. Y, puestos a asumir riesgos, como más luce en términos ofensivos es pudiendo salir rápido con espacios. Así es como Jakić –mediocentro más retrasado, pero no posicional– y, especialmente un Ademi que resulta un gran llegador, se hacen fuertes en mediocampo. Y, por supuesto, el escenario donde mejor se mueven sus extremos Ivanucec y un Mislav Oršić que domina la diagonal hacia dentro partiendo por izquierda. El punto de creatividad en 3/4 de campo lo pone la zurda de Lovro Majer, desde la tercera altura de la medular, escorado a la derecha. El estado de Bruno Petković, quien viene renqueante de una lesión en el hombro y que ha sido padre esta misma semana, marcará la diferencia ante un Villarreal que probablemente lleve la iniciativa. El “9”, corpulento pero móvil; trabajador, astuto y mucho más técnico de lo que pueda parecer a simple vista, es fundamental para que el Dinamo Zagreb pueda salir en largo pivotando sobre su figura, además de marcar diferencias a nivel goleador.

🇨🇿 SK Slavia Praha

Sin duda, el tapado de tapados, por tercer año consecutivo. No es el equipo con mayor palmarés nacional dentro de la República Checa, pero a lo largo de las últimas doce temporadas ha levantado dos copas y cinco títulos ligueros, situándose así como segundo club más laureado del país, aunque el Sparta Praha siga poseyendo el doble de campeonatos nacionales. Sin embargo, aun teniendo menos participaciones europeas que su rival capitalino, ha sido más competitivo en eliminatorias, especialmente a lo largo de las últimas campañas. Y lo ha sido con Jindřich Trpišovský como capitán del barco, uno de los técnicos más reconocibles fuera de las ligas más potentes, por su particular puesta en escena. El estratega llegó a mitad de la 17/18, a 14 puntos de la cabeza y, en su primera temporada, logró reducir la distancia a la mitad para terminar en segunda posición. En las dos campañas que ha completado de principio a fin, nadie ha logrado hacerle sombra en territorio checo. En esta 19/20, va por el mismo camino. Y, por si esto no pareciese suficiente influencia dentro del fútbol del país centroeuropeo, hay que recalcar que la columna vertebral de la selección nacional ha estado a las órdenes de un técnico al que siempre le acompaña la gorra como parte de su atuendo blanquirojo.

Pero su gran obra ni siquiera es esa, lo más meritorio es lo que ha conseguido en el ámbito europeo. Eliminó hace dos cursos al Sevilla FC por 6 (4) – (3) 5, remontando con dos goles en la prórroga; y compitió de tú a tú la temporada pasada en Champions League, empatando, incluso, en el Camp Nou ante el FC Barcelona y en el Guiseppe Meazza frente al Inter. Por si fuera poco, teniendo que reinventarse dado que es un club vendedor, esta temporada ha vuelto a alcanzar unos cuartos de final dejando por el camino a una superpotencia como el Leicester City y a un Rangers FC que llegaba pulverizando innumerables récords y que terminó desesperado en su eliminatoria contra el cuadro checo.

Tácticamente es un equipo trabajadísimo; vistoso algunos días, caracterizado en otros por empequeñecer a sus adversarios, pero siempre duro de roer. Tratan de salir con el balón jugado –solo hace falta ver a Kolar, su portero, siendo un central más mientras Kúdela y Zima se abren–, pero sabiendo poner un límite de riesgo. No se le caen los anillos por jugar directo. Extremos no muy técnicos como son Olayinka o Sima –el de mejor pie es su revulsivo Masopust–, pero también con desborde, cambio de ritmo y mucha movilidad. Y en la tercera altura del mediocampo, con Provod abarcando muchos metros en la segunda (4-1-4-1 mayoritariamente), su francotirador Stanciu garantiza un disparo de media distancia demoledor. Sin balón, se adaptan al rival para minimizarlo, siguiendo diversos planes que no siempre implican una presión alta. Su especialidad es encontrar las zonas donde más vulnerable resulta el oponente, invitarlo a que de un paso en falso y hacer una emboscada en esos puntos clave para morder en superioridad numérica. Defienden los once sabiendo qué buscan. Y, aunque su mediocentro sea mejorable y sus centrales no del todo fiables, hacen que las posesiones del rival no lleguen limpias. Garantizan que haya coberturas. Las diferentes fases del juego están interconectadas. Y, por ende, tras robo también castigan. Por el choque de estilos, se presupone una bonita batalla táctica el Trpisovsky contra Arteta.

🇪🇸 Granada CF

En este caso, un equipo que sí se encuentra dentro de una liga puntera, pero que ni mucho menos es habitual en este tipo de instancias europeas. De hecho, esta 20/21 ya pasó a la historia porque era su primera participación en esta competición. Sin ir más lejos, el Granada CF jugaba hace 14 años en la cuarta división de España, hace once en la tercera y, a pesar de que ascendió hasta la primera de forma consecutiva tras 34 temporadas fuera de las dos máximas categorías, durante el presente siglo no sabía lo que era mejorar un 15º puesto en la tabla. Después de una nefasta 16/17, el club nazarí volvió a segunda división y allí fue donde Diego Martínez cogió las riendas de un equipo que, en su regreso a la élite del fútbol español, lejos de pelear por la permanencia, rompió la banca clasificándose a la UEFA Europa League.

Su estilo, ahora que ya es un rival más respetado en La Liga, no ha cambiado respecto al que ascendió hace poco más de un año. Sí ha crecido su capacidad creativa en mediocampo de la mano de Yangel Herrera, Gonalons, Montoro y, especialmente, con un Luis Milla que lleva lesionado desde enero; pero su pragmatismo sigue siendo quien mejor le define. Es conocido en España como “el equipo camaleónico”, por su versatilidad para adaptarse a los diferentes planes de partido. Y, más concretamente, por su capacidad para presionar de distinto modo y a diferentes alturas, tratando de desnaturalizar a sus rivales al máximo. Por ello, aunque su dibujo más utilizado sea el 4-3-3 o 4-2-3-1, tampoco es extraño ver cómo dibuja sobre el campo una línea de tres centrales y carrileros. Seguridad bajo palos con Rui Silva, poderoso en el juego aéreo, pareja de centrales –Germán Sánchez y Domingos Duarte– bastante contundente, y extremos incisivos como Kenedy, Antonio Puertas o un Darwin Machís que poco a poco está volviendo de lesión. A principios de 2021 parecía estar asentando al colombiano Luis Suárez como un “9” –o extremo– más capacitado para atacar los espacios, pero, ante otra lesión más, dos puntas de brega y veteranía, muy hábiles para recepcionar balones largos como Soldado o Jorge Molina, vienen alternándose como referencias más ofensivas. Por nivel individual es claramente inferior al Manchester United. Por características, se antoja como un hueso incómodo para los de Solskjær.

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Iñaki María Avial
Periodista · 1997 · España | Kaká me enseñó desde San Siro que en el fútbol la magia importa, Gerrard se fue a Estambul a confirmarme que la mentalidad prevalece. También soy `Chiellinista´. Delante de un micrófono, como dijo Michael Robinson, "estoy muy ocupado, pero no siento que esté trabajando".

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