Zanzíbar, manteniendo su esencia a través del futbol

Comparte esta historia:

Facebook
LinkedIn
Twitter
Pinterest
Email
WhatsApp

Karibu! Habari yako? Este es el saludo en swahili, el idioma africano más hablado del mundo. Espero que estés muy bien hoy. La semana pasada estuvimos hablando sobre el MFM FC, un equipo de una iglesia pentecostal en Nigeria. Esta es la última semana de la Copa Africana de Naciones y es por ello que nos vamos a una isla a orillas del Océano Índico. Bienvenido a Zanzíbar.

Recomendación musical 1

Zanzíbar es una isla pintoresca y parte de su encanto radica en la música. Imagina a personas de raza negra tocando instrumentos árabes e indios, pero con ciertos ritmos que recuerdan a lo latinoamericano y letras en swahili. Esto es la música taarab, tan de boga en esta isla. El máximo exponente zanzibarí actualmente es Culture Musical Club. En esta presentación canta con Bi Kidude, la reina de este género. Vivió más de 100 años (murió en 2013) y siempre encantó con su voz, rompiendo tabús, estereotipos y cantando canciones que son sexualmente explícitas. Esta es una presentación en el Afrikafestival 2009 de Hertme, una pequeña villa al este de Países Bajos. La canción se llama Muhogo wa Jang’ombe (Cassava de Jang’ombe).

En esta ocasión nos acompaña Shamyr Ramírez, joven de 21 años nacido en Puebla y radicado en Tijuana, Baja California; estudiante de la carrera de Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de Baja California. Apasionado de la geopolítica y del fútbol. Puedes seguirlo en su Twitter como @Shamy_Ramirez. ¡Bienvenido, Shamyr! 

Agradezco a Sebastián por brindarme este espacio y dejarme compartir con ustedes un poco sobre el futbol de uno de los rincones más místicos de África. Los invito a seguir mi contenido en Twitter. Mando un abrazo de gol a todos y los saludo con todos los ánimos de poder volver a compartirles algo de ese otro futbol.

Vamos al tema de esta semana.

Primera presidenta en Tanzania por carambola

Todo por negar el Covid. El mes de marzo de 2021 golpeó a Tanzania con esta noticia: su presidente John Magufuli murió. Los reportes oficiales dicen que falleció por complicaciones cardiacas. Los opositores dicen que en realidad falleció por coronavirus. Así es, Magufuli era de los principales mandatarios mundiales negacionistas de la pandemia. Decía que bastaba solamente con rezar y con infusiones herbales para curarse; se reía de la labor de los cubrebocas y minimizaba la exactitud de las pruebas. Aparentemente, era verdad. Con apenas 30.000 casos confirmados, Tanzania era de los países que mejor lidiaban con esta enfermedad. En realidad, el gobierno de Magufuli quería negarlo todo, al punto de mandar a prisión a médicos que hacían caso omiso por ética médica. Y las cifras oficiales distaban de ser fidedignas.

Según la constitución de la República Unida de Tanzania, en caso de que faltare el presidente, el vicepresidente tomaría su lugar para completar el quinquenio marcado. Así que la Ikulu, la residencia presidencial de Dodoma, es habitada desde hace un año por Samia Suluhu. Ella es la primera presidenta mujer de esta nación. Es egresada de la carrera de Administración Pública del Instituto de Administración de Desarrollo (actualmente la Universidad Mzumbe); obtuvo su Diplomado en Economía en la Universidad de Manchester, además de la maestría en Desarrollo Económico Comunitario por un programa conjunto de la Universidad Abierta de Tanzania y la Southern New Hampshire University. En su carrera política tuvo que enfrentarse al machismo histórico del parlamento tanzano hasta convertirse en la vicepresidenta de Tanzania una vez que Magufuli fue electo en 2016.

De inmediato se notó el golpe de timón. Mientras Magufuli era visceral, Suluhu es más prudente. Mientras Magufuli atacaba sin piedad a la libertad de prensa, Suluhu acepta las críticas. Mientras Magufuli era inmisericorde con la oposición, el diálogo con Suluhu tiene un tono más respetuoso. Y el manejo de la pandemia fue opuesto. Magufuli dijo que en Tanzania ya no había Covid gracias a las oraciones. Suluhu instauró un comité de expertos para ver si había dicha enfermedad. Al ser positiva su respuesta, Suluhu conminó a todos los tanzanos a usar cubrebocas y a vacunarse lo antes posible.

 

(Crédito: Emmanuel Herman)

Además de ser la primera presidenta de Tanzania, es la tercera mandataria de ese país en profesar el islam; después de todo, Tanzania es un país dos tercios crisitano, un tercio musulmán. Y aún más importante, es la segunda jefa de estado que nace en una isla con tensiones históricas siempre con Dar Es Salaam/Dodoma, en una isla culturalmente diferente al resto del país continental. Es una isla a la cual se accede en dos horas desde Dar Es Salaam por medio de un ferry que cruza un canal de 25-30 kilómetros de ancho. Ella nació en Zanzíbar. Ese es nuestro destino.

Zanzíbar, comercio histórico

Los griegos la mencionaron como Menouthias (Μενουθιάς) en el Periplo del Mar Eritreo. La isla ya era habitada desde hace 22.000 años atrás. También la podemos ver mencionada en las crónicas de Marco Polo, después de parar en Madagascasr, donde se espantó al ver a hombres gigantes negros y a mujeres con voluptuosas caderas, sin olvidarnos que ahí avistó por primera vez a la jirafa. No era una parada aleatoria; Zanzíbar era un punto vital en el comercio de Arabia, Persia e India, que acudían aquí para comprar bienes como oro, marfil y ámbar. 

La isla fue controlada por los portugueses en el siglo XV, estuvieron en el control casi 200 años desde Mozambique. En realidad, el imperio portugués no le prestaba mucha atención y le delegaron la estructura gubernamental a élites comerciales que habían heredado cierto poder desde la época de comerciantes árabes. Esto acabó con la masacre de Mombasa, que aniquiló a los lusitanos que habitaban ahí. 

Sin una cabeza definida, la élite zanzibarí invitó a los omaníes a que los gobernara, y así Zanzíbar formó parte del Sultanato de Omán en 1698. Durante el periodo en el cual fueron un enclave omaní, la agricultura y el comercio de esclavos eran sus grandes fuertes económicos. Hubo un momento en que el Sultán de Omán movió la capital de Mascate a Mji Mkongwe, la Ciudad de Piedra, actualmente dentro de la ciudad de Zanzíbar. La isla era conocida en árabe como Juzur al-Tawabil (جزر التوابل), «Isla de las Especias» debido a todo lo que allí se cultivaba. 

Mientras tanto, los británicos veían todo el potencial estratégico y comercial que tenía la isla y poco a poco. La excusa fue la lucha contra el tráfico de esclavos, una de las divisas comerciales que había en Zanzíbar. Presionaron desde Mascate para que pusiera fin a esta atrocidad. En el papel, se prohibió que los barcos traficaran esclavos por Persia y Arabia; en la práctica, barcos españoles, franceses, portugueses y estadounidenses se seguían beneficiando. Como no tuvo éxito, Inglaterra amenazó con bloquear todo comercio hacia la isla. 

El control británico sobre Omán en el siglo XIX hizo una especie de transición en el dominio de Zanzíbar por parte de la corona británica. Es así como Zanzíbar pasó a ser un protectorado, porque en realidad los sultanes seguían gobernando. Cuando murió el Sultán Hamad bin Thuwani (حمد بن ثويني), probritánico, el sucesor sería Khalid bin Barghash (خالد بن برغش), que no tenía su beneplácito. Por esto, en 1896, la armada británica bombardeó el Palacio Beit al Hukum. Esta fue la guerra más corta de la historia: la guerra anglo-zanzibarí, la cual solo duró 38 minutos. 

Vamos ahora a la Conferencia de Berlín. Los alemanes tendrían una parte de África llamada Tanganica, y eso entraba en conflicto con Reino Unido, ya que Zanzíbar abarcaba la costa donde estaban ciudades como Dar Es Salaam. Así, se llegó a un acuerdo donde se respetarían ambas posesiones, todo hasta que la I Guerra Mundial se desató. Así, Tanganyika pasó a ser colonia británica, mientras que Zanzíbar seguiría siendo un protectorado, también británico.

Tras muchas décadas de dominio británico, Zanzíbar obtuvo su independencia en 1963. En ese creciente panafricanismo, los africanos empezaron a estar cada vez más descontentos con la élite árabe. En poco tiempo esta pugna étnica provocó una revolución en la isla, la cual dio como resultado el derrocamiento del sultán Jamshid bin Abdullah. Tras esto, Zanzíbar se unió con la también recientemente independiente nación de Tanganica, formando a la actual República Unida de Tanzania en 1964.

Zanzíbar actualmente: la isla autónoma y sincrética

Actualmente, Zanzíbar es una región autónoma de Tanzania. Tiene una extensión de 2.462 km² y una población de millón y medio de habitantes. No es una isla, sino un archipiélago: Unguja y Pemba son las islas más grandes, y luego hay otras más pequeñas como Mafia. La ciudad más poblada es Zanzíbar con 200.000 habitantes. Además de los cientos de ferris que vienen desde Dar Es Salaam, también se puede llegar por avión gracias al aeropuerto Abeid Amani Karume, que recibe vuelos desde ciudades como Frankfurt, Tel Aviv, París, Doha, Johannesburgo, Dubái y Estambul, por mencionar solamente algunas.

En el pasado, Zanzíbar era un importante lugar de paso para comerciantes y conocida por muchos por menciones en series y películas o por cuestiones históricas y de viajes. Hoy en día es una de las regiones más importantes de Tanzania y uno de los lugares más visitados en África. La economía zanzibarí se basa ahora en el turismo, con lugares que son patrimonio cultural por la UNESCO, como la vieja Ciudad de Piedra. Antes de la pandemia, Zanzíbar recibía 530.000 turistas por año, un poco más del tercio de su población total.

En un tiempo que lucha hasta el cansancio en contra de la llamada “apropiación cultural”, Zanzíbar abraza el sincretismo desde prácticamente su concepción. Esta mezcla tiene que ver con la historia. Su comida es una herencia de la gastronomía india, con platillos como el chutney, la samosa, el sorpotel y el curry. De India también llegó la henna, con la que mujeres se realizan tatuajes fugaces. El nombre de Zanzíbar proviene del árabe Zinjibar (زنجبار), que a su vez es una deformación del nombre persa Zangbâr (زنگبار), la costa negra. La religión de la isla es el islam; 98% de los zanzibaríes la practican. Esa religión es la influencia árabe, que no se limita a esto. También se puede ver en la arquitectura, en el comercio y en las diversas relaciones sociales. Por último, el árabe influyó fuertemente en el swahili, el idioma bantú más hablado. Esta familia lingüística es netamente africana. Árabes, indios, persas, portugueses, británicos, chinos, africanos. Suma todo esto y obtienes la fascinante cultura zanzibarí.

Podría pensarse que Tanzania podría ser tomada como el resultado de la lucha de Tanganica y Zanzíbar que unieron sus sueños de independencia. La realidad puede ser un poco diferente. En los días anticoloniales, las diferencias raciales fueron fuertemente politizadas para sacar del camino a las élites árabes y exacerbar las pretensiones históricas de los bantúes. En la economía se quejaban de no tener las mismas oportunidades que árabes e indios. Cuando se instauró Tanzania entre los gobiernos de Julius Nyerere (Tanganica) y Abeid Karume (Zanzíbar), se optó por el socialismo europeo, que no comulgaba con la ujamaa, o socialismo a la africana. Desde China y Alemania Oriental provino un sofisticado trabajo de espionaje, volviendo a Zanzíbar un estado fuertemente politizado. Las tensiones entre Dodoma y Zanzíbar se ven en cada elección general; no hay votación que no esté teñida por problemas en cada casilla electoral.

De todos modos, Zanzíbar sigue siendo culturalmente diferente y, guste o no, integra Tanzania. Y esta distinción cultural y política se ve reflejada en el futbol.

¿Cómo es el fútbol en Zanzíbar?

Esa desconexión con África continental se ve en el verdadero origen del futbol. A Zanzíbar llegó el futbol no desde Tanganica, sino desde los británicos que llegaban a trabajar desde el Océano Índico, en especial los que trabajaban para la Eastern Telegraph Company. Ellos estaban ahí para proveer comunicación desde el Reino Unido, y ya por las tardes se desestresaban jugando cricket, hockey sobre pasto y futbol. 

Este último deporte maduró en el St. Andrew’s College, una institución cristiana rodeada por todo lo musulmán. Poco a poco cundió la pasión cuando se fundaron equipos no solamente por su ocupación (funcionarios públicos, estudiantes), sino por su origen étnico, como la asociación de comorenses y la selección árabe, esta última totalmente ligada a la aristocracia. Así, los locales poco a poco se fueron contagiando de la fiebre del futbol y formaron equipos que representaban a cada pueblo, provocando que los empleados vencieran a sus jefes en el campo de juego.

1926 sería el año donde el futbol se disputó de manera formal en Zanzíbar. Nueve equipos compitieron en la primera liga zanzibarí, mientras que ese mismo año surgió la Federación de Futbol de Zanzíbar (Chama cha mpira wa miguu Zanzibar).

Después de la II Guerra Mundial, la selección de Zanzíbar tuvo su debut, cuando jugó un amistoso ante la selección de Tanganica. Perdió 3-1. Ese partido era parte de la Gossage Cup, un torneo entre selecciones del Este de África. Por ejemplo, sus rivales eran Kenya y Uganda. En ese momento era Gossage porque el dinero era aportado por una compañía local jabonera.

La oleada independentista en África por supuesto llegó a Tanganica y Zanzíbar. Sucedió la unión y en 1963 Tanzania se afilió a la CAF y a la FIFA. Te comentábamos que Tanzania recibió mucho apoyo de China. Y precisamente en Zanzíbar se dio el primer paso de esa «diplomacia de estadios» de Pekín: China aporta el dinero para construir infraestructura deportiva, a cambio de recursos. El primer estadio fue el Estadio Amaan, en Zanzíbar.

Esta discordia entre Dodoma y Zanzíbar hace que los Leopardos jueguen con su propia selección. La Gossage Cup mutó en la Copa CECAFA, disputada entre equipos del Centro y Este de África, en la cual salieron campeones de la edición de Uganda 1995, donde vencieron a un cuatro alternativo de Uganda en la final por resultado de dos a cero, siendo su primer y hasta la fecha único título internacional para los isleños. 

Las cosas se mantendrían más o menos igual hasta la revolución de 2005, cuando la Federación de Futbol de Zanzíbar decidió abandonar la Federación de Futbol de Tanzania para ser totalmente independiente. Se postuló para ser miembro de la CAF, algo que consiguió.

La liga de Zanzíbar… ¿desconexión de Tanzania?

Los clubes zanzibaríes constantemente jugaban en las competencias de Tanzania continental, como la Nyerere Cup. Entonces, no había una copa zanzibarí como tal. Todo esto cambiaría en 1982, cuando se decidió que la liga se disputaría de esta manera: una liga de Tanganica y otra de Zanzíbar. Los dos mejores de cada liga irían a un torneo final todos contra todos para obtener al campeón de Tanzania.

En total hubo tres veces donde Zanzíbar le ganó a Tanganica en clubes: el KMKM en 1984 y el Malindi en 1989 y 1992. Este último club era considerado en sus buenos tiempos como el tercer mejor club en toda África. En 1993 jugaron la Champions Africana. En la ronda preliminar vencieron en un gran partido al Kidus Georgis de Etiopía (ቅዱስ ጊዮርጊስ, ya te contamos su historia de identidad etiope que puedes leer aquí). Para su mala fortuna, en la primera ronda les tocó enfrentarse al Zamalek (زمالك), todo un coloso egipcio. Nada pudieron hacer, y Zamalek empezaría su camino para alzar su tercer campeonato africano (aquí puedes leer la historia de su clásico contra al-Ahly).

Este sistema se mantuvo hasta 2003, pues al año siguiente ocurrió la revuelta y Zanzíbar se vio obligado a armar su propia liga, con juegos de azar y mujerzuelas. Su nombre es la Premier League. Actualmente, está compuesta por 16 equipos, principalmente de las islas de Unguja y Pemba. En la edición más reciente se pudo ver la diferencia. Los cuatro clubes de Pemba opusieron nula resistencia frente a los de Unguja, donde está la ciudad de Zanzíbar. Ellos ocuparon precisamente las últimas cuatro posiciones. El club campeón clasifica a la Champions League, mientras que el segundo lugar disputa la Confederation Cup, la versión africana de la Europa League. Los clubes más ganadores son el Mlandege y el KMKM con siete títulos, seguido por el Small Simba, con cinco. 

De todos modos, el rompimiento con Tanganica no fue definitivo. En Zanzíbar se conmemora el Día de la Revolución cada 12 de enero y parte de las celebraciones es disputar la Mapinduzi Cup, siendo “mapinduzi” una palabra en swahili que quiere decir “revolución”. En esta copa también se invita a clubes de Tanzania… y a veces a clubes de Kenya y Uganda. Huelga decir que casi siempre la gana Tanzania.

Entre la FIFA y la ConIFA

En cuanto Zanzíbar consiguió su afiliación a la CAF, intentó unirse también a la FIFA. Fue rechazada por los estatutos de la FIFA: ésta no permite su ingreso por ser una región parte de Tanzania, miembro ya afiliado. Tampoco fue admitida cuando lo volvió a intentar en 2010. Es así cómo los jugadores zanzibaríes deben jugar con esta última para participar en competencias FIFA. Este es el caso de Khamis Mcha Khamis, que milita en el Azam, uno de los clubes más grandes de la liga tanzana. También está Suleiman Selembe. Este último es pilar del Malindi y tiene más partidos que nadie con la selección zanzibarí. Él es seguido por Aggrey Morris, en el Azam también desde 2009. El único zanzibarí presente en la última participación de Tanzania en Copa Africana de Naciones (Egipto 2019) fue el mediocampista Feisal Salum. Con apenas 24 años se está consolidando en el Young Africans.

 

Feisal Salum (créditos: GAVIN BARKER/EPA-EFE/Shutterstock) en un partido ante Argelia

Pese a estar afiliada a una de las confederaciones que tiene la FIFA, Zanzíbar debe mirar fuera esta organización para competir de manera internacional. En 2006 participó en la FIFI World Cup organizada por el FC St. Pauli. Ahí se midió frente a la selección de Groenlandia y a Chipre del Norte y se dio el lujo de vencer al cuadro local. Quedó subcampeón al caer en penales frente a los norchipriotas.

 

Final entre Zanzíbar y Chipre del Norte (Créditos: Martin Rose/Bongarts/Getty Images)

Ese mismo año disputó la ELF Cup precisamente en Chipre del Norte. Además de selecciones proscritas, como Tíbet y Groenladia, ahí estaban regiones túrquicas en otros países como Gagauzia (Moldavia) y Crimea (Ucrania), más las selecciones de futsal de Kirguistán y Tayikistán. En esta copa quedó en cuarto lugar.

En 2012 compitió en la Viva World Cup en el Kurdistán iraquí, el antecedente directo de la ConIFA. Tras superar con facilidad un grupo que tenía a Retia y a Tamil Eelam, terminó en tercer lugar al vencer a la región francesa de Provenza. Esto nos da una pista de su siguiente paso, afiliarse a la ConIFA. Por desgracia, aún no han disputado ningún mundial, ya que se retiró en la edición de Laponia 2014.

Como dato curioso, aunque Zanzíbar tiene derecho a mandar a un representante a la Liga de Campeones de la CAF, si este equipo llegase a ser campeón, no podría jugar el Mundial de Clubes de la FIFA, al ser de una federación no reconocida. Es algo parecido a lo que sucede en la Concacaf, con los territorios franceses de ultramar (más información, aquí), o en Asia con las Islas Marianas del Norte. Por lo pronto se conforman con mandar clubes a competencias africanas y a competir de manera digna en la CECAFA Cup.

Este estatus de selección oficial-no oficial ha atraído a firmas de camisetas conocidas por abordar a tapados a nivel del mundo. Zanzíbar fue beneficiaria de Hummel, marca danesa que se especializa en realizar diseños para selecciones como una manera de realizar conciencia social (más info aquí). Hace poco recibió camisetas también de AMS Clothing, marca australiana enfocada en selecciones africanas pequeñas (aquí puedes leer más al respecto). Esto sucedió tiempo después de recibir productos genéricos de adidas.

Rompiendo esquemas: las reinas zanzibaríes

Como te dijimos, la religión mayoritaria en Zanzíbar es el islam. Esto representa un desafío para que el futbol femenil eche raíces. Las mujeres también la tienen complicada en su vida por todo lo que esta religión representa, y una de esas cuestiones es que jugar futbol es inmoral para ellas. Los rumores a veces mal intencionados incluyen desde falta de disciplina hasta acusaciones de lesbianismo. Es jugar en shorts (cuerpo descubierto), sin usar el hijab mandatorio y a veces ante público varonil. Para conocer más sobre historias del islam y el futbol, puedes consultar este texto y este otro.

A tres equipos de futbol femenil no les importaron esos tabúes y siguieron jugando. Ellas tuvieron que enfrentarse al rechazo de su familia y a la presión de sus prometidos, que les pedían que dejaran el deporte una vez casadas. Todo esto es gracias a la labor de Nasra Mohammed, la asistente técnica de la selección femenil de Tanzania. Esta nueva generación es la “New Generation Queens” y seis equipos han formado la nueva liga femenil en Zanzíbar.

Todo esto se ve en el documental New Generation Queens, dirigido por Megan Shutzer y Kate Tygielski. Se publicó en 2015 y apareció en varios festivales de cine como el de Manhattan y el de Zanzíbar. Actualmente está disponible en Amazon Prime Video y en Vimeo On Demand.

Todavía hay dudas con respecto a la gestión de Samia Suluhu. Algunos tanzanos escépticos no son optimistas sobre su gobierno; dicen que es una versión descafeinada de Magufuli. La prueba es que el líder del partido opositor Chadema, Freeman Mbowe, fue arrestado en agosto de 2021 con una redada nocturna (mismo modus operandi que su predecesor) bajo los cargos de “sabotaje económico”, “financiamiento al terrorismo” y “conspiración”.

Los expertos dicen que en realidad Samia Suluhu debe seguir con el status quo porque no tiene mucho margen de maniobra y, si en verdad quiere la reelección en 2025, tendrá que jugar bajo las reglas del partido mayoritario, Chama cha Mapinduzi. 

Mientras tanto, Suluhu busca también reglas más justas para Zanzíbar; después de todo, ella fue su representante en el Parlamento. Durante la pandemia, Zanzíbar siguió siendo un paraíso frente a un mundo cerrado por las restricciones por Covid-19. Para bien o para mal, esto era una bocanada de aire fresco para la economía tanzana. Y en este caso, Zanzíbar tiene la voz cantante frente a las relaciones con Tanganica. Quiere mantener su esencia. Es momento de honrarla; el futbol ya mostró la pauta.

Muchas gracias por pasarte por acá, Shamyr. Es un gusto haber escrito contigo. Tienes las puertas abiertas para cuando quieras escribir. 

Fuentes

BBC News. John Magufuli: Tanzania’s president dies aged 61 after Covid rumours. 18 de marzo de 2021
Moraga, Pablo. Tanzania y su particular pandemia de teorías conspiratorias. El País. 17 de enero de 2022
Juma, Mercy. Samia Suluhu Hassan – Tanzania’s new president challenges Covid denial. BBC News. 4 de mayo de 2021
Rao, Pavithra. Tanzania’s President Samia Suluhu makes history at UN General Assembly, calls for global vaccine equity. United Nations. 24 de septiembre de 2021
Faria, Julia. Annual number of international visitors in Zanzibar, Tanzania, from 2015 to 2021. Statista. Constante actualización
Ahearne, Rob. Why hostilities between Tanganyika and Zanzibar still challenge Tanzanian unity. The Conversation. 2 de mayo de 2017
Fair, Laura. Kickin’ It: Leisure, Politics and Football in Colonial Zanzibar, 1900s-1950s. Africa: Journal of the International African Institute, Vol. 67, No. 2 (1997), pp. 224-251
Hartley, Rhys. The Good, the bad and the non-existent: Football in Tanzania and Zanzibar. Football Pink. 9 de marzo de 2021
Perotti, Simone. Zanzibar: football and dreams of autonomy. Mondo Futbol. Fecha desconocida
New Generation: Women’s Football in Zanzibar. Muslima. Fecha desconocida
Fabricius, Peter. President Samia’s halo is slipping. ISS Africa. 20 de agosto de 2021

Y es así como concluye nuestro paréntesis por el futbol en África subsahariana. Espero que te la hayas pasado genial en estas cinco semanas mientras se llevaba a cabo la Copa Africana de Naciones. Pero esto no quiere decir que nos vayamos del continente, solamente que reanudaremos nuestra preparación para el Mundial de Qatar 2022. Como lo mencioné cuando publiqué el soundtrack de la tercera temporada, iré a cada país de la Liga Árabe para recolectar historias. De hecho, el haber parado por Zanzíbar, con fuerte influencia árabe, nos sirve como punto de retorno hacia nuestro previo que comenzó el diciembre pasado. Nos iremos al extremo oeste que en árabe se conoce como Maghreb. Ese es el nombre de Marruecos. Durante un tiempo tuvo dominio francés y al igual que Zanzíbar, fue protectorado, pero de España. Precisamente un club marroquí estuvo una temporada en la primera división española. Su nombre es el Atlético Tetuán, que aún milita en Botola, la primera división marroquí. Esta historia la veremos la siguiente semana.

Recomendación musical 2

Un zanzibarí terminaría cambiando el mundo de la música pop tal como lo conocemos. Dentro de esta mezcolanza étnica, nació un niño de padres indios. Su nombre, Farrokh Bulsara. Su infancia transcurrió entre India y Zanzíbar, pero tenía pasaporte británico y recibía educación inglesa. Su familia tuvo que huir en 1964 debido a la revolución en Zanzíbar que estaba matando a árabes e indios, para establecerse a las afueras de Londres. Pasó el tiempo, y en 1970 conoció al guitarrista Brian May y al baterista Roger Taylor, para fundar la banda Smile. Luego, se les unió el bajista John Deacon. Smile pasó a ser Queen, y Farrokh Bulsara cambió su nombre a Freddie Mercury. Freddie Mercury redefinió lo que debe hacer un verdadero intérprete en el escenario. Su voz con rango de cuatro octavas es realmente complicada de imitar. Y sus canciones rompieron récords a nivel del mundial, y siguen influyendo en nuevas generaciones. Un ejemplo es Bohemian Rhapsody, la mejor canción pop de la historia. El mismo Freddie Mercury compuso la letra.

Recapitulemos

Zanzíbar es una región semi autónoma que forma parte de Tanzania. De ser un puesto estratégico en el comercio asiático, pasó a ser colonia portuguesa y a formar parte del Sultanato de Omán. A finales del siglo XIX se convirtió en un protectorado británico. En 1963 se independizó del Reino Unido, pero al año siguiente sufrió una revolución. Se unió con Tanganica para formar Tanzania. Su pasado colonial explica su cultura: gastronomía india, nombre persa, religión musulmana, arquitectura árabe, modales europeos y población mayoritariamente bantú. En Zanzíbar se practica futbol desde inicios del siglo XX y en Zanzíbar se construyó el primer estadio de diplomacia china en África. Por la unión con la parte continental, hubo un momento en que los clubes zanzibaríes se enfrentaban con los de Tanganica para obtener al campeón de Tanzania. En 2005 se separó de la Federación de Tanzania y tiene su propia liga. Es miembro de la CAF (CECAFA), pero no puede ser parte de la FIFA por no ser un estado independiente. Por eso es miembro de la ConIFA. Puede meter clubes a competencias continentales. Por último, el futbol femenil está creciendo en Zanzíbar, desafiando creencias limitantes por el islam.

Zanzíbar es una región semiautónoma en Tanzania que tiene su propia selección, liga. Es miembro de la CAF, pero no de la FIFA

Nos vemos la siguiente semana. Kwa heri!

Picture of Sebastián Alarcón
Sebastián Alarcón
Soy Sebastián Alarcón, tengo 31 años. Aspiro a ser polímata. Junto futbol con geopolítica, sociedad, cultura, idiomas e historia y le agrego música para explicar el mundo. Escribo de futbol de la FIFA y fuera de ella. Si sientes la décima parte de lo que siento al escribir, mi misión está completa.

También lee: