La selección ecuatoriana dirigida por Gustavo Alfaro se había convertido en una de las más agradables de ver en las dos primeras jornadas de competición. En el debut, pasaron por encima de Qatar, y en la segunda jornada merecieron más que el punto que sacaron ante Países Bajos. En la tercera les valía empatar ante Senegal para pasar a octavos de final, pero el miedo les paralizó y el balón parado les acabó castigando. Senegal ganó y se clasifica a los octavos de final, una hazaña de tremendo mérito después de haber perdido a su mejor jugador días antes del inicio de la competición.
Salió visiblemente nerviosa Ecuador al césped, superada por el escenario y la magnitud del partido. Senegal, en cambio, sin nada que perder, fue a atacar con todo. Aliou Cissé prescindió del cuarto atacante que usó ante Qatar y volvió a usar tres medios como en el debut ante Países Bajos; esto, provocó que, pese a atacara con un atacante nominal menos, atacara mejor. Hizo mucho daño la selección africana buscando la espalda de los laterales rivales, con Ismaïla Sarr y el joven Iliman Ndiaye estando precisos tanto recibiendo al pie y desbordando como amenazando con rupturas al espacio. Los interiores, tanto Pape como Idrissa, dieron mucho recorrido, llegada al área y capacidad para estirar y llegar a línea de fondo, tirando rupturas cuando los extremos recibían.
Ecuador no tenía a nadie que calmara las aguas, con Hincapié, el teórico líder de la defensa, contagiado por sus compañeros y sin ser capaz de coordinar la línea y enfriar el ambiente. De todos modos, la selección sudamericana se salvó de ese empuje inicial, con Senegal fallando ocasiones claras, y pasaron a buscar bajarle ritmo al partido. Juntando muchos pases en salida, con Carlos Gruezo descendiendo entre centrales mientras Alan Franco y Moisés Caicedo esperaban en la base, buscaban sumar tramos largos de posesión, mover de lado a lado y cansar al rival corriendo detrás del balón. Sin embargo, nunca hubo mayor amenaza por parte de los de Alfaro, pues siempre que enviaban balón largo para que Estrada o Valencia descargaran e instalaran al equipo arriba, se chocaron contra ese muro llamado Kalidou Koulibaly.
Senegal se adelantó justo antes del descanso, aprovechando un error de toda la última línea defensiva rival, y Alfaro se vio obligado a intervenir en el descanso. Ahora era Senegal la que tenía cosas que perder y Ecuador podía desmelenarse sabiendo que solo tenía cosas que ganar. Pasaron los sudamericanos a 4-4-2, con José Cifuentes ayudando en la base a Caicedo y dando amenaza por fuera con Plata y Sarmiento. Empujaron especialmente por izquierda, con buenos intercambios de alturas entre Estupiñán y Sarmiento buscando atacar la profundidad, con Hincapié y Caicedo filtrando desde atrás. Senegal pasó a defenderse en campo propio y la verdad es que no estaba sufriendo, pero en un córner y tras una desconexión, llegó el empate.
Sin tiempo para lamentarse, también en una acción a balón parado, Koulibaly restauró la ventaja para Senegal y hundió las esperanzas ecuatorianas. Se echaron al ataque con todo los de Alfaro, juntando a mucha gente por dentro y buscando sumar recepciones en carril central, fijando con mucha gente última línea y amenazando mediante centros al área. Senegal se protegió con la entrada de un Nampalys Mendy que sumó grandes minutos cerrando carril central y llegando a las coberturas, mientras que Koulibaly defendiendo el área impidió cualquier amenaza ecuatoriana.
Acabó muriendo Ecuador, inoperante en ese arreón final y despidiéndose del Mundial antes de lo que su juego ha merecido. La generación es buena y tienen jugadores que se están destapando como el futuro de sus respectivas posiciones. Esta generación volverá a disputar fases finales y a dar guerra. Ahora es el turno de Senegal, que con Aliou Cissé a la cabeza sigue dejando hitos históricos del fútbol africano. Dos finales de Copa África en las dos últimas ediciones, venciendo una, y dos clasificaciones consecutivas a un Mundial, alcanzando ahora los octavos sin poder contar con Sadio Mané. La campeona de África jugará contra el primero del grupo B dispuesta a seguir escribiendo historia.