أهلا! ازيك؟ (Ahlan! Ezzayak?) Ya nos hemos saludado así durante los últimas tres semanas como el saludo que se da en Egipto, pero en realidad es el dialecto que se habla en El Cairo. Espero que estés muy bien. La vez pasada vimos la rivalidad entre Egipto y Argelia, una de las más reñidas en todo el continente africano. Ahora iremos a nivel de clubes, y no nos despegamos de Egipto. Es más, llegamos a su capital.
Recomendación musical
Como te decía, si dominas El Cairo, dominas todo el Medio Oriente. Pregúntale a Nancy Ajram (نانسي عجرم). Nacida a las afueras de Beirut, Líbano, empezó a destacar como sex symbol de la región cuando en 2004 sacó su cuarto álbum Ah w noss. Ahora se le conoce como la reina del pop árabe; gracias a ella ha renacido la música árabe, y es la artista más seguida de todo el mundo arabófono. Por ejemplo, ella fue escogida para cantar la versión árabe de Wavin’ Flag de K’naan. Como ella le debe mucho a Egipto, le ha dedicado hasta canciones patrióticas. Por su posición neutral, fue la persona perfecta para cantar a los dos rivales por igual. Esta es la canción: Ahly wa Zamalek (أهلي وزمالك).
En esta ocasión estoy muy contento también porque me echará la mano un gran amigo, Diego Farell, cronista deportivo egresado de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación por el Centro Universitario de Comunicación (CUC), con un diplomado de Cronismo Deportivo impartido por el Centro de Capacitación de Radio y T.V, Raúl del Campo Jr. Ha escrito para medios como: VAVEL México, Debate MX, Capital Deporte y Campo Deportivo. Actualmente, forma parte del programa de radio transmitido en los Estados Unidos, Los Jefes, y es narrador del canal de Youtube, Los Expulsados. Puedes seguirlo en @farell254. ¡Bienvenido, Diego!
Vamos al tema de hoy
El Cairo, una auténtica capital de futbol
Durante la previa que hicimos para la Eurocopa, estuve haciendo un texto por cada sede del torneo. Londres fue la ciudad más concurrida, con partidos en fase de grupos, dos de octavos de final, semifinales y finales. En este caso, me tocó hablar que Londres es una capital del futbol. Te comparto el texto, pero para no hacer el cuento largo te resumo los criterios: debe estar en un país que siempre aspire a clasificar a un mundial, debe ser capital, debe tener equipos en el máximo circuito, que éstos sean ganadores, con estadio propio y que formen la mayoría en casi todas las divisiones. Además de Londres, las otras capitales de futbol son: Moscú, Belgrado, Teherán, Santiago de Chile, Buenos Aires, Montevideo y El Cairo.
Echemos un vistazo a cómo están las cosas ahora en cada competencia. Tantas sanciones debido a la invasión de Ucrania le quitaron interés al campeonato ruso. El Zenit (Зенит) de San Petersburgo le ganó la carrera al quinteto moscovita por cuarto año consecutivo. Su mejor representante, el Dinamo (Динамо), realmente tuvo una campaña de ensueño que le permitió llegar al tercer puesto. El resto, bastante bajos: CSKA (ЦСКА) en quinto, Lokomotiv (Локомотив) en sexto, Spartak (Спартак) en décimo y Khimki (Химки) sobrevivió al play-off por el no descenso contra el SKA-Khabarovsk (СКА Хабаровск). Para la próxima temporada, tendremos un regreso anhelado de otro moscovita, el Torpedo (Торпедо).
Belgrado no tiene prácticamente competencia en la Superliga de Serbia. El Partizan (Партизан) y el Crvena Zvezda (Црвена Звезда) han ganado todas las ligas desde el desmembramiento de Yugoslavia, salvo la temporada 1997-98 cuando ganó el Obilić (Обилић), un equipo ahora inactivo… de Vračar (Врачар), un suburbio de Belgrado. Esta temporada, el Crvena Zvezda ganó la liga con 100 puntos, mientras que el Partizan hizo apenas dos menos, con una amplia diferencia de 38 unidades respecto al tercero. El cuarteto belgradense es completado por el Čukarički (Чукарички, 3° y entra a Conference League) y el Voždovac (Вождовац, quinto).
Durante los años inmediatos a la consumación de la revolución islámica, la liga iraní se disolvió y su lugar fue ocupado extraoficialmente por el campeonato de Teherán, su capital (más información, aquí). Las cosas así se han mantenido ahora que la Pro League se ha estabilizado y erigido como uno de los campeonatos más fuertes en Asia. Claro, la rivalidad entre el Persepolis (پرسپولیس) y el Esteghlal (استغلال) es la que atrae todos los reflectores (y ocupan las dos plazas directas por liga a la Champions asiática), pero en total hay cuatro clubes teheraníes de 16 en la liga iraní. ¿Quiénes lo completan? Son ambos de la región metropolitana: el Havadar (هوادار) y el Paykan (يکان).
La primera división de Chile corre en año calendario, y la temporada 2021 fue de ensueño para la capital. Tres de ellos llegaron directo a la segunda ronda previa de la Libertadores: Universidad Católica (campeones), Colo-Colo y Audax Italiano. ¿Y los demás? El Unión Española quedó en quinto lugar, el Palestino fue octavo (de la comunidad palestina en Chile, más información aquí) y Universidad de Chile decepcionó al quedar en 11°. En total, 6 de 18 clubes son santiaguinos.
¿Qué pasa con Buenos Aires? Tienen la cantidad nada despreciable de 15 integrantes de los 28 que comprende la primera división para este 2022. Y volvió a dominar. Boca Juniors le ganó la final de la Copa de Liga Profesional a Tigre. Por puntaje, River Plate es el segundo lugar. Defensa y Justicia sigue viento en popa con su novedoso proyecto (5°). ¿Quiénes más están? De mejor a peor: Banfield, Barracas Central, Vélez Sarsfield, Huracán, Arsenal, Independiente, Lanús, San Lorenzo y Platense. No cabe duda que también Buenos Aires se podría recorrer por barrios usando el futbol… pero esa es otra historia.
El caso de Montevideo es todavía más extremo. El binomio entre Peñarol y Nacional es tan poderoso que de 118 ligas solamente no han ganado en conjunto nueve. Esas temporadas restantes fueron ganadas por equipos que están en la capital. De 16 clubes, solamente hay cinco que juegan fuera de Montevideo. ¿Cuáles son esos clubes que comparten ciudad durante este año? Albion, Cerrito, Danubio, Rentistas, Defensor Sporting, Liverpool, Fénix, Montevideo Wanderers, River Plate (no confundir con el bonaerense) y el flamante Montevideo City Torque, de la familia City Group (después hablaré al respecto).
Ahora llegamos a la única capital del futbol que nos falta recorrer, El Cairo. Por el tamaño de la mayor megápolis de todo el Medio Oriente, hay gente que junta esta ciudad con Giza, dando un total de 10 equipos de 18 que comprende la liga egipcia. Ha comenzado la liga apenas en octubre, por lo que apenas pasamos la primera vuelta. ¿A quiénes tenemos? Ceramica Cleopatra (سيراميكا كليوباترا), Eastern Company (إيسترن كومباني), ENPPI (إنبي), Future (فيوتشر), al-Mokawloon al-Arab (المقاولون العرب), Banco Nacional de Egipto (البنك الأهلي المصري, al-Bank al-Ahly al-Masry), Tala’ea El Gaish (طلائع الجيش) y el llamativo Pyramids (بيراميدز o bien الأهرام, al-Ahram). Dejamos a propósito dos al final. Por ahora Zamalek (الزمالك) está de líder con 41 puntos, mientras que al-Ahly (الأهلي) está en tercero con 37, pero éste último ha pospuesto sus partidos debido a la final de la Champions League africana contra el Wydad (الوداد) Casablanca de Marruecos y por eso tiene tres juegos menos. Todo pinta para que en la cima estén los dos equipos más ganadores no solamente de la liga nacional, sino de todo el continente. Ellos son los rivales acérrimos. Bienvenido al derby del Medio Oriente.
Al-Ahly, el Nacional
Durante el tiempo en el que Egipto era un protectorado británico, los políticos buscaron desviar la atención mediática de la gente y comenzaron a disfrutar de un deporte de tradición y lleno de amor en todo el mundo: el futbol. Desgraciadamente, por esas fechas Egipto era de todos, menos de los egipcios. Este deporte era reservado solamente para británicos. Por ello, los líderes estudiantiles propusieron la fundación de un equipo que los representara. El nombre del club sería “el Nacional” por ser la primera institución futbolística en El Cairo, aunque fue conocido como al-Ahly (الأهلي). Para que no hubiera problemas por ser no británico, dejaron solamente un representante inglés, el asesor del Ministerio de Finanzas Mitchell Ince.
Cabe recordar que uno de los capítulos más escabrosos en la historia de la colonización del continente africano, pues países como Nigeria, Sudáfrica y Egipto, contaban con muchas riquezas inigualables; que llamaron la atención de los ingleses y se los arrebataron de una manera sanguinaria (para más información, puedes leer el siguiente texto). Justo cuando los chicos no encontraban una manera de sobresalir, la pelota fue una de las opciones y decidieron fundar el “Nacional”, un cuadro lleno de tradición y que más tarde, se convertiría en uno de los grandes de su país. Cuando al-Ahly ganó la Copa Sultán Hussein (الكأس السلطانية) en 1922-23, sus jugadores participaron en manifestaciones contra los británicos.
El conjunto cairota comenzó con su dominio del balompié egipcio durante los años cuarenta, pero no fue sino hasta los ochentas que ganó su primer título continental, la Liga de Campeones de la CAF de 1982. Este campeonato ya había sido obtenido un club egipcio con anterioridad, el Ismaily (الإسماعيلي), aunque bajo el nombre de la República Árabe Unida, aunque la escuadra nacional fue la primera en ganarla tras la escisión egipcia y siria de aquel estado. Dicho título lo volvió a repetir en el 87, pero no fue hasta el 2000, cuando volvió a repetir el máximo campeonato del continente africano a nivel de clubes.
Este fue el comienzo de una época de oro a nivel continental para al-Ahly bajo el mando del técnico portugués, Manuel José, siendo uno de los entrenadores que puso en el mapa a la escuadra nacional, luego de convertirlo en el equipo más laureado de África, con seis trofeos de la Liga de Campeones de la CAF, cuatro Recopas africanas, cuatro Supercopas y una Afro-Asiática.
De la misma forma, los dejo con el himno del Al-Ahly, compuesto por Mahmoud Sheriff (محمود السريف), con la letra de Fekry Abaza (فكري أباظة), quien fue Presidente Honorario del club y miembro del Consejo Supremo de la Egyptian National Library
Zamalek, equipo de los ricos
Como toda ciudad importante, también tiene sus estratos sociales divididos por clases económicas. El barrio de Zamalek precisamente refleja la parte rica de la capital egipcia. Es fácilmente localizable, ya que es un islote del Nilo que es la columna vertebral de la vida en Egipto y que separa a la ciudad de Giza. Su nombre viene del turco, üzümlük, “viñedo”. Aquí estaban los campamentos del ejército otomano cuando dominaban. Rápidamente se llenó de personas que querían trabajar en el palacio de Ismail Pachá (إسماعيل باشا), y es que en ese entonces el precio del terreno era bastante barato.
A medida que pasaba el tiempo, todos sus dueños originales empezaron a vender sus terrenos y por ende se gentrificó. El barrio de Zamalek refleja los cambios sociopolíticos de El Cairo: arquitectura europea por ser el lugar donde los extranjeros vivían, para empezar. Empezó siendo un barrio no-egipcio por decirlo de alguna manera, luego cambió a una conformación más nacionalista gracias a las políticas de Gamal Abdel Nasser (جمال عبد الناصر) y ahora en cierta manera está dividido. En esencia, Zamalek representó el barrio más lujoso y la casa de las élites como común denominador. El sur tiene el sello característico (viejas clases dirigentes), mientras que el norte es para los nuevos ricos.
Todo esto sirve para explicar la historia de este club. En efecto, este club tiene su nacimiento en el poderío extranjero. Fue fundado por el abogado belga Georges Merzbach en la navidad de 1910, cuando se dio cuenta de que las oficinas de la compañía de trenes Cairo Tramways eran perfectas para practicar futbol. En un momento en el que este deporte estaba solamente destinado para los británicos, él fundó un equipo que estuviera abierto para todos los demás: belgas, franceses y egipcios. En ese momento le puso Qasr El Nil (قصر النيل), el Palacio del Nilo.
En 1913 se movió a High Court y cambió su nombre a El Mokhtalat (المختلط), que quiere decir “mixto”, ya que acogía a egipcios y no egipcios por igual. En 1917 fue el único representante egipcio en la copa del sultán Hussein, y llegó a la final de la mano de Ibrahim Allam (إبراهيم علم). Esta participación inspiró a que más clubes egipcios se inscribieran. También ese mismo año empezó a cocinarse una revolución dentro de El Mokhtalat: eran demasiados extranjeros en el club. Poco a poco fueron ganando terreno en los escritorios y al final a Merzbach no le quedó de otra más que dárselo a los egipcios. Para ese entonces ya se habían convertido en el primer club egipcio en ganar la copa Sultán Hussein ante los británicos del regimiento de los Guardabosques de Sherwood. Esta y otras victorias de renombre le valieron el mote de Qahir el-Aganib (القاهر الأجانب) Conquistador de los Extranjeros.
Durante la Segunda Guerra Mundial el Rey Farouk I les regresó el patrocinio y en correspondencia El Mokhtalat pasó a llamarse Farouk El Awal (فروق الأول), básicamente su nombre en árabe, pero llegó la revolución y las políticas nacionalistas de Nasser. Para quitar todo vestigio de la monarquía, lo nombraron de acuerdo con el barrio donde estaba asentado el club, Zamalek.
Hasta antes del siglo XXI, Zamalek era el representante de Egipto a nivel internacional. En 1961 el barrio de Zamalek puso el dinero necesario para jugar contra el Real Madrid, por ejemplo. No estamos hablando de títulos. al-Ahly se podía quedar con las ligas que quisiera. En competencias africanas era otro cantar. Hasta ese momento contaba con cuatro Champions africanas, dos Supercopas, una Recopa y dos copas afroasiáticas. Como en esos momentos al-Ahly solamente tenía dos títulos internacionales menos, en 2014 la IFFHS le otorgó el estatus de Club del Siglo XX de África.
Esto fue apenas un pequeño consuelo en los últimos años. De 2005 a 2013 tuvo años más oscuros debido a cuestiones administrativas, y por ello apenas logró llevarse dos copas. Después de la crisis política que asoló a Egipto de 2011 a 2014, Mortada Mansour (مرتضى منصور) ha devuelto a Zamalek cierta gloria. Por ejemplo, ganó la liga en 2015 con récord de puntos. Zamalek es un barrio que ha sufrido los cambios de la historia, desde los tiempos otomanos hasta los actuales. Zamalek también es un equipo que ha adoptado nombres, todos ellos reflejo de esos mismos vaivenes. El Cairo no sería lo que es sin Zamalek, barrio y club.
Historia de la rivalidad
Todo se debió a los orígenes. Si bien, ambos clubes respondían a una necesidad de tener un equipo que no estuviera reservado solamente a los británicos, al-Ahly quería ser un equipo solamente para egipcios, mientras que Zamalek también acogía a franceses y belgas. El primer encuentro celebrado entre ambas escuadras tuvo lugar el 9 de febrero de 1917, con el triunfo nacional por la mínima ante Los Caballeros Blancos (الفارس الأبيض, al-Fares al-Abyed). Por eso, la primera victoria del Zamalek llegó hasta el 2 de marzo de ese mismo año.
La rivalidad se recrudeció también debido al rey Farouk I, que estaba muy ligado al británico invasor. Te mencionamos que Farouk I financió a El Mokhtalat y pasó a llamarse Farouk El Awal. Las ayudas económicas no eran nada desdeñables y en esa etapa llegaron las goleadas de 6-0 sobre al-Ahly, las más escandalosas hasta la fecha. La primera se remonta al 2 de enero de 1942, Farouk El Awal doblegó a Al-Ahly con dos dobletes de Abdel-Rahman Fawzy (عبد الرحمن فوزي) y Abdel-Karim Sakr (عبد الكريم صقر), juntos con las anotaciones de Omar Shendi (عمر شندي) y Mohammed Hassan Helmy (محمد حسن حلمي). También, el 2 de junio de 1944 repitieron el mismo marcador en la pelea por obtener la Copa de Egipto con tantos de Mahmoud Hafez (محمود حافظ), Mohsen El-Sehaimy (محسن السحيمي) y Abdel-Karim Sakr.
El favoritismo hacia el club del rey era bastante descarado, a diferencia por ejemplo de los rumores de ayudas hacia el Benfica durante la dictadura de Antônio Salazar (más tarde se descubrió que era mentira, más información acá). La cosa cambió con la revolución de 1952. El club del presidente Nasser era al-Ahly y la Federación Egipcia de Futbol se fundó con ahlawis en el organigrama. ¡Sus oficinas de hecho están pegadas a las de al-Ahly!
al-Ahly se ha distinguido por ser un equipo asociado comúnmente a las clases populares de El Cairo y, a su vez el Zamalek, desde su fundación que se remonta hasta 1911, hace lo propio mejor acomodados de la capital egipcia, siendo uno de las factores a recalcar en esta rivalidad, puesto a que siempre el rico siempre buscará la humillación de aquel que no tenga los recursos para poder trascender y más en el futbol. Aunque en los últimos años, el Al-Ahly alcanzó a transformar una idea de juego en un concepto plasmado en su estrategia enfocada en ganar títulos, mientras que su rival odiado se ha quedado en el limbo y no ha podido avanzar más allá de los 13 campeonatos de liga.
La rivalidad de ambas instituciones es a muerte y un claro ejemplo de ello es que ningún árbitro agipcio pita el Derbi de El Cairo en la actualidad, ya que es casi imposible encontrar a alguien netamente neutral: en Egipto o apoyas a al-Ahly o Zamalek. Por eso la liga contrata a un silbante extranjero para evitar que este pueda ser perseguido por la población. El rastro de desaparecidos, heridos y muertos llegó a provocar la suspensión del campeonato egipcio de 1971 después de apenas nueve jornadas, y no se renovó hasta la campaña 72-73, cuando el Ghazl El Mahallah (غزل المحلة) quedó campeón, luego de superar al Zamalek por un punto de diferencia en la cima la tabla general de la Primera División de Egipto. Eso sí, ahora esta distinción se ha perdido, y con ello la violencia dentro y fuera del estadio.
al-Ahly volvió a levantar un título hasta la temporada 74-75, tras superar por ocho unidades de diferencia al Zamalek, quien terminó en la quinta posición con 44 unidades debajo de Ismaily y Tersana SC (الترسانة). Desde ese punto hasta el 82, el “Nacional” reinó en el balompié de su país sobre un Zamalek que no volvió ser campeón de su país hasta 1988, cuando superó al odiado rival por 10 goles de diferencia, pese a igualar en puntos (53 pts por ambos clubes).
Los Diablos Rojos (الشياطين الحمر, el-Shayateen el-Homr) volvieron a reinar en el torneo local hasta la 93-94, siendo el punto de inicio a una racha de 7 títulos ganados de manera consecutiva y que Zamalek rompió para la campaña 2000-01, dejando en el camino al club nacional con 65 unidades en la punta de la tabla por el campeonato egipcio. La supremacía de Los Caballeros Blancos se extendió hasta el 2004, ya que el equipo con mayor popularidad de El Cairo regresó con su reinado en la siguiente campaña y se extendió por siete temporadas más.
Datos de la rivalidad
Considerando a los partidos oficiales y amistosos, ambos clubes se han enfrentado en 239 ocasiones, con un saldo de 103 victorias del Al-Ahly sobre 58 del Zamalek y 78 empates entre los dos equipos. A nivel nacional se destacan varios duelos de la Primera División de Egipto, incluyendo muchas finales del torneo de copa y la supercopa.
A nivel Internacional se destaca la final de la Supercopa de la CAF de 1994, con triunfo por 1-0 del Zamalek ante al-Ahly; y la semifinal de la Champions League del 2005, campeonato ganado por el equipo popular del pueblo y en el que humilló por 4-1 en global a su rival más odiado. La revancha del “Nacional” arribó en 2002, pues al-Ahly aplastó por 6-1 al Zamalek con póker de Khaled Bebo (خالد بيبو) y una despachada de Reda Shehata (رضا شحاتة) e Ibrahim Said (إبراهيم سعيد), con un descuento de Hossam Hassan por parte del cuadro blanco.
En cuanto a los jugadores emblemáticos, el primero es Hussein Hegazi (حسين حجازي). Él fluyó libremente de al-Ahly a Zamalek. El llamado Padre del Futbol Egipcio, fue el primer jugador africano en jugar en el futbol inglés. Primero fue con El Mokhtalat a su vuelta de Inglaterra, donde. Luego se mudó a al-Ahly porque no tenían lugar para jugar billar o cartas. En una final que perdió contra Tersana, se negó a recibir la medalla y al-Ahly lo sancionó por romper esa regla. Así, regresó a El Mokhtalat donde comandó a un equipo de estudiantes, que ganó a al-Ahly 1-0.
También se destaca Mohamed Aboutrika (محمد أبوتريكة), mejor conocido como el Zidane Egipcio, siendo toda una institución de Los Diablos Rojos. Un jugador que ha conquistado cinco Ligas de Campeones de la CAF, siete títulos de liga, tres de copa y dos Supercopas locales. Es el máximo goleador del Derbi de El Cairo con siete goles.
Por otro lado, un referente que ha portado ambos uniformes es Hossam Hassan (حسام حسن), quien militó en dos etapas con el Al-Ahly de 1985 a 1990 y 1992 a 1999) y en Zamalek (2000-2004). Pese a estar tan sólo tres temporadas con Los Caballeros Blancos, Hassan fue factor para que pudieran resurgir como equipo, pues sumó dos títulos de liga (2002/03 y 2003/04) una CAF Champions League del 2002. También, el nacido en Helwain, El Cairo, fue técnico de los blancos en dos etapas y en las que no pudo conquistar ningún título nacional e internacional.
Continuamos, pero no sin antes dejarlos con el recuerdo del 6-1 entre al-Ahly y Zamalek del 2002
La final del siglo: Champions Africana 2020
Todos los planetas se alinearon para tener el partido del siglo. Todo marchaba normal, pero los clubes egipcios en la Champions League estaban presentando ciertas dificultades. El Zamalek mantuvo su distancia en su pelotón, pero el Mazembe quedaba demasiado lejos para incomodar. Pasó en segundo lugar. Por su parte, al-Ahly había tenido un grupo bastante complicado con el Étoile du Sahel tunecino y al-Hilal sudanés. Al final, el cuadro de Túnez avanzó como líder con 12 puntos, por 11 de los Diablos Rojos y 10 de al-Hilal.
Lo curioso es que en cuartos de final, todos los que habían quedado en segundo lugar eliminaron a los líderes. al-Ahly sacó al Mamelodi Sundowns de Sudáfrica, mientras que Zamalek eliminó al Espérance de Túnez. Por otra parte, los otros supervivientes eran los clubes de Casablanca: el Wydad (الوداد) y el Raja (الرجاء). Egipto contra Marruecos. Todo iba normal… hasta que cayó la pandemia y los partidos se pospusieron hasta nuevo aviso.
De inmediato, llegaron las primeras víctimas. El partido era a final única en sede ya preestablecida. Tocaría el Estadio Japoma, en Douala, Camerún, pero en junio decidió declinar. ¿Qué hacer entonces? Sencillo: si ganaban los clubes egipcios sus partidos en octubre, la final sería en Egipto; si los marroquíes vencían, el partido se llevaría a cabo en Marruecos. ¿Y si ganaba uno de cada país? La sede se definiría por sorteo, el cual ganó Egipto. Entre casos de COVID y demás peticiones, se fue postergando la final hasta finales de noviembre. En cualquier caso, no hubo necesidad. al-Ahly y Zamalek ganaron de manera contundente al Wydad y al Raja, respectivamente.
Nunca en ninguna edición de la Champions League africana se había dado una final entre clubes de un mismo país. Esto recordaba en cierta manera a la Superfinal Boca Juniors-River Plate en la final de la Libertadores del 2018. ¿Cuál era la diferencia? Por la violencia hacia el camión de los xeneizes, el partido de vuelta se tuvo que jugar en el Santiago Bernabeu, casa del Real Madrid. Ahora todo era a un partido único, y la pandemia mandaba jugar a puerta cerrada. En 2018 teníamos la superfinal de toda Latinoamérica, dos años después se jugaría la final del siglo para todo el Medio Oriente. ¿La fecha? Sería el 27 de noviembre. ¿El lugar? El Estadio Internacional de El Cairo, el centro neurálgico del futbol egipcio. Todo estaba dispuesto para tener un encuentro histórico.
Tengo una historia personal que contar. En cuanto Zamalek eliminó al Raja, me entró una curiosidad. ¿Qué pasaría si viera el partido más importante en la historia del futbol egipcio, africano y árabe en compañía de personas igual de locas que yo? En ese entonces solamente en México se podría ver el partido con transmisiones por RojaDirecta, no en televisión por cable. Entonces, tuve la idea de escribirle al embajador de Egipto para que me dejara ver la final con él.
Hablé a la embajada de Egipto y me contestó la asistente del embajador Khaled Shamaa. Le conté la idea. Le gustó, pero me pidió que mandara un correo con la solicitud per se. Básicamente escribí usando un poco de protocolo lo siguiente: “¿Podemos ver el al-Ahly contra Zamalek con ustedes?”. Su respuesta a grandes rasgos fue: “Adelante. Nos vemos el 27 de noviembre a las 13 horas”. Con un amigo llamado Luis Moirón vería la superfinal del siglo en territorio egipcio legalmente.
Llegó el 27 de noviembre. Las calles de El Cairo, normalmente bulliciosas incluso hasta altas horas de la noche, lucían vacías. Nadie quería perderse el partido del siglo. En mi caso, pude llegar al 10 para la 1. Me recibió una de las tantas casas residenciales en Polanco decorada con motivos de la cultura egipcia. De inmediato me indicaron que subiera al segundo piso, donde estaba la oficina del embajador.
Ahí estaba su excelencia el señor Khaled Shamaa (خالد شماع), entre mapas de Egipto, una biblioteca copiosa con libros en árabe sobre todo lo referente a su país, el lábaro patrio rojo-blanco-negro más el águila dorada y demás arreglos. De inmediato, el señor Shamaa me dijo: “Mira, a mí no me interesa el futbol, así que seguiré trabajando, pero estará contigo el agregado cultural, Karim Samy Ahmed El Badawy (كريم سامي أحمد البداوي). Él es un apasionado aficionado a al-Ahly”. Karim me saludó efusivamente. Todo estaba dispuesto para verlo; ellos tenían la transmisión directa por beIN sport y los comentarios naturalmente serían en árabe. Agradecí que antes del partido por lo menos me había empapado en Sofascore con los principales jugadores, así podía . ¿Y Moi? Todavía no llegaba, y el partido estaba por empezar. Como lo predije, nadie más aparte de nosotros estaba interesado en ese partido.
Cinco minutos después llegó Moirón con compañía. Era su amiga Ruth Carrillo, también periodista deportiva, más otra persona cuyo nombre se me ha borrado de la memoria. Mientras reaccionaba con cierta inquietud (nos habían invitado a dos y ahora éramos cuatro), los equipos ya salían al terreno de juego y se mostraban las alineaciones:
Zamalek saldría con un 4-2-3-1: Mohamed Abou Gamal (محمد قطب أبو جبل, 1); Islam Gaber (إسلام جابر, 23), Mahmoud Alaa (محمود علاء, 4), Mohamed Abdel Ghani (محمد عبد الغني, 5) y Ahmed Eid (أحمد عيد, 14); Tarek Hamed (طارق حامد, 3) y Ferjani Sassi (فرجاني ساسي, 13); Shikabala (شيكابالا ,10 y capitán), Achraf Bencharki (أشرف بنشرقي, 20) y Ahmed Sayed Zizo (أحمد سيد زيزو, 25); Mostapha Mohamed (مصطفى محمد, 15). D.T.: el portugués Jaime Pacheco
al-Ahly también dispuso un 4-2-3-1: Mohamed El Shenawy (محمد الشناوي, capitán, 1); Ali Maâloul (علي معلول, 21), Ayram Ashraf (أيمن أشرف, 12), Yasser Ibrahim (ياسر إبراهيم, 6) y Mohamed Hany (محمد هاني, 30); Hamdy Fathy (حمدي فتحي, 8) y Amr El Solia (عمرو السولية, 17); Mohamed Magdy (محمد مجدي, 19), Junior Ajayi (28) y Mohamed El Shahat (حسين الشحات, 14); Marwan Mohsen (مروان محسن, 18). D.T.: el sudafricano Pitso Mosimane.
Apenas a los cinco minutos de iniciado el partido, al-Ahly se ponía adelante con un cabezazo de El Solia para rematar un tiro de esquina. Motsimane se estaba comiendo el partido desde el planteamiento. Sassi no se hallaba en la defensa y eso estaba dando muchas facilidades. Mientras veía otra llegada de al-Ahly, llegó la sorpresa: meseros y meseros nos entregaron botana típica de Egipto más los infaltables Boing de guayaba y mango. ¡Esto ya era una final egipcia con ambiente egipcio!
Poco a poco Zamalek empezaba a recuperar terreno y la tierra prometida llegaría por medio de su capitán Shikabala. El apache venido de Asuán empezaba a penetrar, generar espacios, ganar los duelos, hasta que al ‘33 volvió a enchufarse desde la banda derecha para hacer un regate y desde la esquina del área prendió sabroso el balón para marcar un gol de bella manufactura. 1-1. Esto se ponía bueno. Karim me había dicho en broma que en la embajada el 80% apoyaba a al-Ahly y el resto a Zamalek. Se apagó un poco el ambiente por esa soberbia anotación, pero yo estaba encantado. Contrario a lo esperado, ambos clubes jugaban y dejaban jugar.
Acabó el primer tiempo con el silbato del árbitro argelino Mustapha Ghorbal (مصطفى غربال) y llegó el momento de Moi. Tiene un proyecto interesante sobre turismo deportivo y suele acudir a embajadas para exponerlo. Egipto sería un país clave para lo que pretende hacer. Mientras tanto, yo veía el resto de la gigante habitación decorada sencilla pero elegantemente. Ruth hablaba también con Moi. ¿Y la otra persona? Había desaparecido. ¡Encima que no estaba invitado, se va! Regresó a los 20 minutos y me calló la boca: había ido a una librería cercana a comprar un libro sobre la cultura mexicana. El embajador agradeció efusivamente el detalle. Por cierto, el señor Shamaa había sido embajador en Brasil, por lo que su español tenía una fuerte influencia del portugués, pero Karim sí era directo, su primer lengua romance.
Comenzaba el segundo tiempo. Ya todo era una cuestión de conquistar el máximo trofeo a nivel de clubes en el máximo partido de la rivalidad o morir en el intento. Como espectador, estaba profundamente agradecido. Al ‘53 sucedía una descolgada que servía Maâloul. Dio un pase a El Shehat quien a tres metros de la portería la pegó en el poste. ¡Increíble falla! Al ‘65 llegó el turno de Zamalek. Sayed pegó desde 30 metros y su trallazo también pegó en el palo. ¡Increíble tiro!
Lo que realmente condicionó el partido fue la ausencia de Shikabala por lesión apenas comenzando el segundo tiempo. No fue algo que afectó de inmediato, sino poco a poco, porque ya para el ‘80 al-Ahly estaba encima y una jugada podía desequilibrar la paridad. Llegó al ‘85, con un gol aún más bello. Un rechace de la defensa de Zamalek fue aprovechado por Mohamed Magdy quien con un derechazo portentoso metió una volea desde 25 metros y anotar. ¡2-1! Karim saltó emocionado de su asiento y con justa razón. Su equipo estaba por ganar la finalísima.
Dicho y hecho. Zamalek ya no se pudo levantar. Silbatazo final, sin ocultar un pequeño conato de bronca al ‘97 que se zanjó de manera salomónica con expulsiones a El Shehat y a Mostafa Mohamed. En la celebración del noveno título ocurrió un suceso bastante conmovedor: el portero Mohamed El Shenawy como capitán le dio el trofeo a su compañero ahlawy Moamen Zakaria, a quien apenas en agosto en ese año le habían diagnosticado esclerosis lateral amiotrófica. Lo malo es que eso no lo alcanzamos a ver, como tampoco alcanzamos a ver a fans ahlawis celebrando en las calles cairotas, desafiando las restricciones pandémicas.
Nosotros de todos modos habíamos quedado muy complacidos y satisfechos por todo lo que experimentamos en esas dos horas de futbol. Fue un partido, claro está, pero también pudimos rodearnos de todo lo egipcio: comida, ambiente, cultura, pasión… Al final nos tomamos la foto del recuerdo y nos fuimos, no sin antes agradecer todas las atenciones de la Embajada de Egipto. Pude platicar un poco más con Ruth Carrillo y desarrollar una linda amistad. ¡No sabía que era la hija de Mario Carrillo! ¡De las cosas que uno se entera! En fin, da para más el tema.
al-Ahly y Zamalek. La rivalidad más fuerte del Medio Oriente, también uno de los cinco mejores clásicos de toda África, junto con el Derby de Soweto (Kaiser Chiefs vs. Orlando Pirates de Sudáfrica), el de Casablanca (Raja y Wydad de Marruecos), el de Túnez (Tunisia vs. Espérance) y el Derby Es Salaam (Simba vs. Young Africans, de Tanzania). Un derbi que no le pide nada a otros de mayor renombre en Europa y Sudamérica. El Cairo es la metrópoli más grande del Medio Oriente y una auténtica capital de futbol, este clásico es apenas la punta del iceberg. Política, pasión, futbol, todo en una mezcla egipcia. Ya lo dijo el escritor libanés Selim El Lozy:
الأهلي والزمالك هما الحزبان السياسيان الوحيدان في الوطن العربي.
al-Ahly y Zamalek son los únicos partidos políticos en el mundo árabe.
¡Muchas gracias por aparecer por acá, Diego! ¡Es un placer tenerte aquí para hablar! Puedes regresar las veces que quieras.
Fuentes
A Akl, Ziad. Zamalek: Social history of an island. Ahram. 8 de febrero de 2020
Sutherland, Ben. African Champions League: Al Ahly beat Zamalek in all-Egypt final. BBC. 27 de noviembre de 2020
Rabona TV. Al Ahly vs Zamalek: The Cairo Derby | Africa’s FIERCEST Rivalry (Roots of the Rivalry). YouTube. 25 de noviembre de 2020
Assem, Ahmed. The Cairo Derby: The greatest encounter in African Football. KingFut. 17 de abril de 2014
Assem, Ahmed. History of the Cairo Derby Part II: Fuel of Hussein Hegazi. KingFut. 1° de mayo de 2014
Assem, Ahmed. Cairo Derby III: Royal allegiance and scandals. KingFut. 13 de septiembre de 2014
Madyira, Michael. ‘Zamalek coach made it hard for Al Ahly’ – Mosimane after clinching another Caf Champions League crown. 28 de noviembre de 2020
FIFA.com. Al Ahly claim ninth title in exceptional year. 29 de diciembre de 2020
Con frecuencia, los partidos de al-Ahly y Zamalek tienen que suspenderse por los conatos de bronca que suele haber en un partido de tal envergadura; sin embargo, la violencia que suele presentarse no fue nada comparado al terror de febrero de 2012. Esto no sucedió en El Cairo y por fortuna no estuvo Zamalek. Tenemos que ir a la Costa del Mediterráneo, a las orillas del Canal de Suez, a una ciudad llamada Port Said, el segundo puerto más grande del Medio Oriente. Ahí juega al-Masry. En febrero de 2012 sucedió una tragedia en el estadio de Port Said. Esta historia la veremos la siguiente semana.
Recomendación musical 2
Egipto es el país donde más se ha desarrollado la danza del vientre, pedazo de cultura que por generalización se extiende a todo el mudo árabe. En todo el mundo podemos ver exponentes de este arte tan sensual. Para cerrar este texto, te traigo al grupo brasileño Ma3, que interpreta Serpente do Nilo.
Recapitulemos
al-Ahly y Zamalek disputan el derbi de El Cairo, el más feroz de África y del Medio Oriente. al-Ahly representa al equipo solamente para egipcios y es de identidad popular, mientras que Zamalek es el equipo de la élite y estaba abierto para todas las nacionalidades. Los dos equipos son los más ganadores no solamente de Egipto, sino de todo el continente africano. La rivalidad es tan fuerte debido a ayudas del rey Farouk I y Gamal Abdel Nasser, y el árbitro no puede ser egipcio para dar imparcialidad. Durante los años 70 y 80 eran comunes los episodios de violencia, y afortunadamente han bajado. El partido más importante entre ellos fue la final de la Champions League africana en 2020, el cual ganó al-Ahly 2-1.
Nos vemos la siguiente. Hatir ana (هطير انا)