Sudán, el decano del futbol africano en letargo

Comparte esta historia:

Facebook
LinkedIn
Twitter
Pinterest
Email
WhatsApp

أهلا! عامل كيف؟ (Ahlan! 3aamel kiif?) Este es el saludo en el árabe hablado en Sudán. Espero que estés bien hoy. La vez pasada estuvimos hablando sobre el genocidio de Darfur y cómo el futbol ha dado esperanza a los refugiados de esta región. Ahora bien, Darfur es una región en Sudán, y es momento de hablar de cómo se ha vivido el deporte en este país que tuvo sus momentos de gloria en el pasado. Creo que será un texto conciso en esta ocasión.

Recomendación musical 1

Para hablar de la música popular de Sudán hay que mencionar a Abdel Krim el Kably (عبد الكريم الكابلي). No se conformó con cantar, hurgó en la rica poesía árabe y en la tradición popular de su país, algo que no cualquiera hace, ya que se necesita conocer realmente la cultura y la sabiduría popular. Gracias a su música y a su activismo en pro de la mujer fue Embajador de Buena Voluntad del Fondo de Población de las Naciones Unidas. Acaba de morir el año pasado, en una pérdida sensible para la cultura sudanesa. Aquí canta Jar (جار), grabada en la década de los 60.

Vamos al tema de hoy

Contagio desde Egipto

El ser un condominio entre el Reino Unido y Egipto le permitió a Sudán abrazar el futbol prácticamente desde el inicio en África. Los inventores de este deporte lo practicaban en un país estratégico para el comercio por la tenencia del canal de Suez. 

Para entender cómo es la situación de Sudán, hay que entender que toda la vida comercial está orientada hacia dónde pasa el río Nilo. En Sudán el Nilo Blanco del sur se encuentra con el Nilo Azul, desde el este, se besan y de esa relación surge el más largo de África. Justamente donde confluyen ambos se encuentra el centro neurálgico del país. Al este está Jartum, la capital, pero del otro lado y cruzando la isla Tuti tenemos a Omdurmán, la más poblada de todas. Aquí el futbol dio sus primeros pasos con la fundación de los clubes al-Hilal (الهلال) y al-Merreikh (المريخ), en la década de los años 30. 

Pionero del futbol africano

Sudán se afilió a la FIFA apenas en 1938, de las más veteranas del futbol africano, y mucho antes de que países más establecidos en el concierto del futbol mundial vieran la luz. Y fue apenas la segunda federación africana en hacerlo después de Egipto.

Para dar rienda suelta al desarrollo del futbol, se creó la liga de Jartum en 1952, el primer campeonato de liga per se y una de las primeras ligas en el continente. Aquí solamente participaban los equipos de la región de Jartum; es decir, si el club estaba fundado ya fuera en Jartum, Omdurmán o Bahri, estaba dentro. Simple, pero a la vez denotaba un centralismo que hasta la fecha perdura.

Dentro de África sonaron voces para organizar el futbol dentro del continente. Mientras todos los territorios entraban en esta ola de descolonización, había cuatro federaciones que más o menos se habían podido sacudir ese yugo: Egipto, Sudáfrica, Etiopía y Sudán. Vayamos a ese mundial de Suiza. Cada inauguración del torneo también da paso al Congreso de la FIFA. Como ahí estaban estos cuatro, tuvieron a bien formar un grupo zonal solamente para ellos. Mismo caso era para Asia. Argentina protestó porque el futbol ahí todavía no era lo suficientemente fuerte, pero tenían el respaldo del Reino Unido, y ante eso no se podía hacer nada. Con 24 votos a favor y 17 en contra, se fincaron los cimientos para fundar la CAF, algo que ocurriría en el Congreso de Lisboa de 1956.

A Sudán le correspondió el honor de organizar la primera Copa Africana de Naciones de la historia, en el año 1957. Participaron las cuatro naciones previamente mencionadas, pero el anfitrión no pudo vencer a Egipto en el primer partido de la historia.

La única gloria, la Copa Africana de Naciones 1970

13 años después, y con más miembros en la CAF, Sudán volvió a ser sede de la Copa Africana de Naciones. No era una elección casual. En esos momentos, Sudán era un cuadro totalmente competitivo. Había sido subcampeón en 1963, cuando cayó en la final contra Ghana, quizá uno de los mejores equipos que nunca pudo clasificar al mundial; la razón para esta ausencia fue el boicot de todo el continente para ganarse el respeto (más información aquí).

A finales de los años 50 y durante toda la década de los años 60, Sudán tuvo una generación dorada: Siddiq Manzul (صديق منزل), incisivo en la delantera; Nasr el-Din Abbas (نصر الدين عباس), alias Jaksa (جكسة), hasta ahora el máximo romperredes en la historia; Mustafa Azhari (مصطفى أزهري), el capitán, y Haydar Hassan al-Sidig (حيدر حسن الصديق), cuyo ascenso meteórico en dos años le valió el mote de Ali Gagarin (علي قاقرين). Otros nombres no menos importantes fueron: Sabt Dodo (سبت دودو), Amin Zaki (أمين زكي), Mahmoud “James” Said Salim (محمود سعيد سالم, جيمس), Majid Abu Janzir (ماجد ابو جنزير), Kamal Abdel Wahab (كمال عبد الوهاب), Omar al-Tom (عمر توم) y Hasabu el-Sagheer (حساب السغير). Había fundamentos serios para pensar que esta vez podría caer el ansiado trofeo, más cuando se quedaron en el grupo final de las eliminatorias al mundial de México 1970, donde Marruecos se hizo del primer boleto directo al continente africano (más información aquí y aquí).

Como rivales para la fase de grupos les tocó enfrentar a Costa de Marfil, Camerún y Etiopía. Los etíopes no eran lo mismo después de que jugadores como los hermanos Vasallo (su historia es bastante inspiradora, puedes leerla aquí) y Mengistu Worku (መንግስቱ ወርቁ) ya estuvieran en el ocaso de sus carreras. Por ello, no fueron rival para los sudaneses que vencieron 3-0. Ahora enfrentaban a los marfileños, que entre sus filas tenían al pasado campeón goleador, Laurent Pokou. Fue un partido tenso que se saldó con un gol, no del mismo Pokou. Esta derrota comprometía seriamente toda posibilidad de ganar esa copa.

Laurent Pokou en el centro

Para que Sudán no quedara eliminada debía que eliminar a Camerún, sí, los mismos que habían ganado a los marfileños. Sí, ellos tenían a hombres disputando el campeonato francés, como Gabriel Abossolo y Emmanuel Koum. Y de nuevo fue un partido que pudo haber sido para cualquiera, en especial el primer tiempo. Un gol de Hasabu el-Sagheer logró el objetivo.

Al haber quedado en segundo lugar del grupo, tenían que medirse frente a la República Árabe Unida. Este era el nombre para la unión de Egipto y Siria en los años 60 y 70. Los egipcios eran también un aspirante al título, contando con la gloria de Tersana, Hassan el-Shazly (حسن الشاذلي), que contaba con un cañón que horadaba porterías por doquier. Además la rivalidad con ellos empezaba a ocupar los titulares del futbol africano. De hecho, el-Shazly le aguó la fiesta desatada un minuto antes por el gol de el-Bashir (أحمد محمد البشير). Se tuvo que definir hasta los tiempos extra, precisamente con un gol del mismo el-Bashir.

Hassan el-Shazly

La final sería también una nueva revancha, ante Ghana. Con un gol de al-Sagheer al minuto ‘12, Sudán por fin se pudo quitar la espina de 1963 y logró su único título mayor de la historia. Esto era un solaz tras el golpe de estado sufrido el año anterior que dejó en el poder al coronel Gaafar Nimeiry (جعفر النميري). 

Sin poder igualar los logros de entonces

Tanta confusión en el país y golpes de estado finalmente apartaron a Sudán de una confirmación de ese crecimiento. Tampoco hay que olvidar el estira y afloja del gobierno central y la propia federación. La clasificación a los Juegos Olímpicos de Múnich 1972, así como a las Copas Africanas de Naciones ese mismo año y en 1976 fueron sus últimos logros de respeto. Se conformó con competir de manera digna a nivel regional, en la Copa CECAFA.

En los albores del siglo XXI parecía que las cosas pintaban mejor para el futbol en Sudán cuando fueron los hacedores de travesuras que afectaban a selecciones como Nigeria y Liberia en la eliminatoria para Corea-Japón 2002 (más información acá). Luego de ahí, siguió clasificar a la Copa Africana de Naciones en 2008 después de 32 años de ausencia. Esas tres derrotas eran normales y todo se infería como una nueva generación que buscaba emular a sus pares de 1970. El tercer lugar en la CHAN 2011 de la que fueron sedes precedió a los cuartos de final para la edición de la AFCON en 2012, un dato sorpresivo si tomamos en cuenta cómo estaba todo tras la partición de Sudán en dos.

El problema de Sudán es que esos resultados prometedores no tienen consistencia. Un tercer lugar de nuevo en la CHAN, pero ahora de 2018, era apenas un oasis. Malas participaciones en eliminatorias mundialistas y derrotas masivas en la Copa Africana de Naciones en realidad son un desierto que no ve un fin. Las cosas no levantan para la Copa Árabe. Eliminar a Libia en la eliminatoria fue el cenit de esa participación. Se llevaron tres derrotas sin poder marcar gol.

La rivalidad de Omdurmán

El futbol en Sudán no se cayó en su crisis en gran parte gracias a los equipos de Omdurmán, al-Hilal (الهلال) y al-Merreikh (المريخ). Estos clubes están separados solamente por una calle, al-Ardha (العرضة), y es en buena parte una rivalidad amistosa. Se saben los únicos dos verdaderos equipos de Sudán. Entre ellos dos han ganado las últimas 30 ligas; tanto es el dominio que casi siempre le sacan 20 puntos al tercer lugar. Y como es tal su poderío, no hay mala tirria entre ambas aficiones. Acaparan los mejores jugadores de todo el campeonato y juegan en buena lid para obtener al campeón año por año. La marea azul de al-Hilal tiene el mayor récord de títulos ganados con 19, tres más que los Diablos Rojos de al-Merreikh.

Ellos dos son siempre los representantes del futbol sudanés en África. A falta de una selección respetable, siempre dan la cara para poner al país en lo más alto del mapa. Los resultados hablan por sí solos: al-Hilal ha llegado a la final de la Champions League en 1987 y 1992, amén de la Recopa Árabe en 2002, mientras que al-Merreikh conquistó la Recopa Africana en 1989, mientras que fue subcampeón de la Copa Confederación en 2007. A diferencia del representativo nacional, su consistencia ha mandado a la liga al lugar 11 del ránking de la CAF, la cual indica cuántos lugares y a qué competencias califican. Las 12 mejores ligas inscriben dos clubes a Champions League más dos a la Copa Confederación. Es decir, es casi un hecho tener a ambos clubes en Champions League.

Esta situación ha causado la propia maldición del futbol sudanés. Hasta la caída del presidente Omar al-Bashir la liga gozaba de un buen financiamiento tanto del gobierno como de inversionistas privados. Sudán era un caso atípico en África porque los equipos de su Premier League por lo general pagan bien, y con mayor razón podemos hablar así de los dos grandes. Entonces, pocos son los jugadores sudaneses que se atreven a jugar en campeonatos vecinos que tal vez podrían ser mejor destino, pero económicamente son más inciertos. Este binomio suele acaparar también las convocatorias de la selección. La liga sudanesa podría ser la equivalente africana de la liga uruguaya o la escocesa, con la salvedad de que hay una zona de confort demasiado tentadora, algo similar a lo que pasa con el futbol mexicano.

Finalmente, el buen estado tanto de al-Hilal como de al-Merreikh no ha pasado desapercibido para la nueva administración del sudafricano Patrice Motsepe en la CAF. Convertido en mero títere del presidente de la FIFA Gianni Infantino, se ha anunciado la flamante Superleague africana con el propósito de que todo el dinero de las ganancias servirán para el desarrollo del futbol africano. Funcionará a base de licencias tomando en consideración criterios posiblemente elitistas como un equipo juvenil y otro femenil. No se sabe aún si serán 20 o 24 equipos y cómo será su competencia, pero se rumora que los gigantes sudaneses estarán dentro de esta nómina. El derbi de Omdurmán puede ser de nuevo la luz al final del túnel negro, y de manera irónica.

Challenge: Pequeños pasos del futbol femenil

Precisamente el requisito de equipo femenil puede ser el punto en contra para que tengamos presencia sudanesa en la futura Superleague. Hasta el 2019, Sudán era un pésimo país para ser mujer, y eso que habían mejorado las condiciones desde 1953. En Sudán, toda la sociedad está regida por usos y costumbres desde la antigüedad. Recuerda que la vez pasada vimos que Sudán tiene una dualidad árabe-africana, para bien o para mal.

Dentro de sus desventajas está una serie de reglas más duras para una mujer. Hasta 1953 había un código de obediencia; según esto, las mujeres debían regresar con el marido que las maltrataba. También hay otras situaciones bastante indignantes, como el castigo de recibir latigazos por usar pantalones. Y por último tenemos la alta tasa de mutilación de genitales femeninos: ¡hasta 90%! En la teoría, la igualdad entre hombres y mujeres estaba en la constitución; en la práctica, la sharia estaba engranada en el contexto familiar y ni siquiera había ratificado el protocolo de Maputo para la igualdad de la mujer en el continente americano.

La revolución del 2019 que tumbó a Omar al-Bashir fue el pistoletazo de salida para la equidad de la mujer. El 70% de los manifestantes eran de sexo femenino. De las primeras demandas para el tecnócrata Abdalla Hamdok (عبدالله حمدوك) era la instauración de mujeres en puestos de administración pública, la prohibición de la mutilación femenina y el fin de la impunidad que aqueja a la sociedad.

Este contexto nos ayuda para entender el salto que ha dado el futbol femenil en Sudán. Oficialmente la selección de Sudán no existía en el ranking FIFA por la falta de partidos (eliminatorias al mundial, Copa Africana o de perdida una Copa CECAFA). En realidad había un equipo llamado The Challenge con jugadoras que se negaban a ese status quo negándose a usar hijab o pantalones largos; todo bien, excepto que no estaba reconocido ni por la Federación y por la FIFA. En 2006 disputaron un partido ante un equipo de la Universidad de Jartum que vestía acorde a las directrices islámicas. Ganaron las proscritas 2-0. Cabe destacar que donde empezó a jugarse más futbol fue al sur del país, donde se practica más el cristianismo. En 2011 se creó la selección femenil en un contexto donde hubo interés en el mundo árabe por las pretensiones de al-Jazeera para transmitir el mundial femenil de Alemania.

Comenzaron a florecer equipos por todo Jartum por más que el Consejo Islámico Fiqh (الفقه الإسلامي) publicó fatwas (o mandatos religiosos) donde se desaconsejaba la formación de más equipos femeniles por ser algo inmoral. Esta fue la semilla que derivó en la creación de la liga femenil de Sudán. Lo que son las cosas: es uno de los dos países musulmanes en tener una liga. Se empezó a disputar en el 2019, como parte de las acciones del gobierno de transición para lograr una mejor situación de la mujer. Ahora sí tenía el aval de la Federación de Sudan y, por ende, de la FIFA. 

Era cuestión de tiempo para que finalmente apareciera la selección, la cual fue invitada a tiempo a participar en la Copa Árabe Femenil en Egipto el año pasado, con tres países del norte de África más el trío levantino – Palestina, Líbano y Jordania. Ese era el estreno de esta selección y por la inexperiencia se auguraban marcadores de escándalo. Se cumplió el pronóstico: 0-10 contra Egipto, 1-12 contra Túnez y 0-5 contra Líbano.

Lo siguiente fue participar en las eliminatorias para la Copa Africana en Marruecos y el rival era Argelia. Se disputó el primer partido en Argel y la derrota fue severa, 0-14. El partido de vuelta no se llevaría a cabo por otro golpe de estado que regresó al ejército al poder, con Abdel Fattah al-Burhan (عبد الفتاح البرهان). Con dos amistosos más en este año (0-6 y 0-3 ante Sudán del Sur) hay mucho trecho por recorrer, así como hay mucho trecho por recorrer para la equidad de género en este país bastante golpeado.

El futbol en Sudán ha pasado por tantas dificultades que sedaron en la década de los 70 el crecimiento de un decano. Todavía hay bastante trabajo por hacer. En el ránking del Índice del Desarrollo Humano, Sudán apenas aparece en el lugar 171 de 186. La esperanza muere al último y con un plan de bases sólidas se podrá revertir la situación. Eso espera este pueblo. Hay un proverbio sudanés que delata ese pesimismo:

عندما خلق الله السودان ضحك

Cuando Alá creó a Sudán, se rió.

Fuentes

Almasri, Omar. World Football: The State Of Football In Sudan. Bleach Report. 21 de diciembre de 2021
FIFA.com. كرة القدم في السودان بين الماضي والحاضر. 27 de agosto de 2021
Mahmoud, Bilal. كم عدد بطولات منتخب السودان عبر التاريخ؟. Goal.com. 29 de diciembre de 2021
al-ayyam.ps. نظرة في إنجازات كرة القدم السودانية قبل اللقاء التاريخي بين «الوطني» و»صقور الجديان. 22 de mayo de 2010
Musa, Abdul. How Sudan’s revolution affected football. New Frame. 14 de agosto de 2019
Dove, Ed. African Super League: Who could be Africa’s first 20 entrants? Goal.com 26 de noviembre de 2021
Nassor, Ashura. Sudán: la lucha de las mujeres en una revolución inconclusa. AmecoPress. 12 de enero de 2021
Abusharaf, Rogaia. The women of Sudan will not accept setbacks. Brookings. 3 de marzo de 2022

Sudán practicó primero el futbol gracias a la influencia de Egipto, y ahí nos dirigiremos para hablar de un futbol tan apasionante durante cinco entregas. Nuestra primera historia tiene que ver con una mezcla que de un principio suena muy inusual: húngaros que se establecieron a orillas del Nilo. Esa etnia es llamada magyarab. Curiosamente, los primeros partidos de la selección egipcia tanto en mundial como en Juegos Olímpicos fueron ante la selección de Hungría. Esta historia la veremos la siguiente semana.

Recomendación musical 2

Jartum es la junta entre el Nilo Azul y el Nilo Blanco y es la junta entre la tradición islámica y la africana. La música no podía salir ilesa de este choque y aquí la mujer tenía por lo menos margen de maniobra. Rasha Sheikh el Din (رشا شيخ الدين) o Rasha (رشا) nació ahí en 1971 y lleva una carrera de más de 25 años. En esa mezcla de ritmos, ella ha incorporado influencias externas como el rock, el pop y el flamenco. Tiene talento desde la familia: su hermano Wafir estuvo en la banda española Radio Tarifa. Aquí canta Azara al-Hay (عذارى الحي). Ella misma hace las percusiones.

Recapitulemos

El futbol llegó a Sudán por ser territorio dominado entre británicos y egipcios. Fue de los fundadores de la Confederación Africana de Futbol y organizó la primera Copa Africana de Naciones. En 1970 logró ganar ese torneo, su único título de relevancia hasta la fecha. Menguó el nivel debido a las guerras civiles y dificultades políticas. Si no se cayó fue porque al-Hilal y al-Merreikh, los dos equipos más importantes de la Premier League, lograron llegar lejos en torneos continentales. Por ahora quiere regresar a sus viejos laureles (dos bronces en la CHAN 2011 y 2018) pero falta todavía consistencia. La vida de las mujeres en Sudán es bastante desventajosa y ellas fueron mayoría en las protestas del 2019. La selección femenil ha sido un acto revolucionario y apenas han disputado sus primeros partidos con la Copa Árabe Femenil.

Nos vemos. Ma’ salaama! (مع سلامة!)

Picture of Sebastián Alarcón
Sebastián Alarcón
Soy Sebastián Alarcón, tengo 31 años. Aspiro a ser polímata. Junto futbol con geopolítica, sociedad, cultura, idiomas e historia y le agrego música para explicar el mundo. Escribo de futbol de la FIFA y fuera de ella. Si sientes la décima parte de lo que siento al escribir, mi misión está completa.

También lee: